Maldición y marca de Caín

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Caín llevando a Abel a la muerte, de James Tissot

En el cristianismo, la maldición de Caín y la marca de Caín se refieren a los pasajes bíblicos del capítulo 4 del Libro del Génesis, donde Dios declaró que Caín, el primogénito de Adán y Eva, estaba maldito y colocó sobre él una marca como señal de que el que osara matarlo o lastimarlo provocaría la ira de Dios.

Referencias bíblicas[editar]

La Biblia se refiere a la maldición de Caín en el capítulo cuarto del Libro del Génesis. En este capítulo se habla de Caín y Abel, hijos de Adán y Eva. Caín, el mayor, araba los campos mientras que Abel cuidaba rebaños. Finalmente cada uno de los dos hermanos hizo un sacrificio a Dios; Caín sacrificó lo sobrante de su cosecha y Abel sacrificó los mejores animales de su rebaño. Como Dios aceptó el sacrificio de Abel,[1]​ pero no así la ofrenda de Caín, éste se enojó muchísimo y mató a Abel en el campo. Cuando Dios pidió explicación a Caín por la muerte de Abel, Dios le maldijo diciendo:

¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y vagabundo serás en la tierra.
Gen. 4:10-12[2]

En un acto de ironía[cita requerida] la maldición de Dios estaba dirigida estrictamente a arrebatar a Caín el beneficio de su principal habilidad, la agricultura. Cuando Caín afirmó que cualquiera que lo encontrara lo mataría, Dios le respondió: 'No será así; si alguien mata a Caín, será vengado siete veces. Y Dios puso una marca en Caín para que quien quiera que se encontrase con él no lo matara y así fue.[3]Así Caín se alejó de la presencia del Señor y se fue a vivir a la región llamada Nod, al oriente de Edén.[4]

Interpretaciones[editar]

Tesis siglos III y XIX[editar]

De acuerdo con algunos investigadores algunas de las primeras interpretaciones de la Biblia en el cristianismo sirio combinaban la maldición y la marca de Caín, e interpretaban la maldición como la piel negra.[5]​ Interpretaban que al sentirse Caín rechazado y según el texto bíblico “su rostro se ensombreció” y que el cambio de color de la piel de Caín se hizo permanente

Efrén el Sirio (306-378) afirma que Abel era brillante como la luz/pero su asesino (Caín) era oscuro como la oscuridad[6]

En el cristianismo armenio, en el llamado “Libro de Adán” (siglo V-VI d. C.) está escrito: Y el Señor estaba enfurecido con Caín. Tocó el rostro de Caín con lluvia, que se ennegreció como carbón, y su rostro se quedó negro[7]

El libro irlandés Saltair na Rann (El Salterio en Verso, 988) muestra al arcángel Gabriel anunciando a Adán El oscuro e irresponsable Caín va a matar a Abel[8]

Según la beata y mística católica Anne Catherine Emmerich: “Los descendientes se hicieron cada vez más oscuros. [...] Las razas más nobles son siempre de color más claro. Quienes heredaron la marca (de Caín) engendraban hijos con la misma marca, y a medida que su corrupción se incrementaba, la marca también se incrementó hasta cubrir todo el cuerpo y la gente se volvió cada vez más oscura. Pero al principio no existía gente completamente negra, las personas se volvieron negras progresivamente”. [1].

Adopción por grupos protestantes[editar]

El cisma entre las iglesias baptistas del Norte y el Sur de los Estados Unidos por la cuestión de la esclavitud y la cuestión de los esclavos se tradujo en sus doctrinas. Y durante el siglo XVIII alrededor de un 40% de los predicadores baptistas de Carolina del Sur poseían esclavos. Cuando se produjo el cisma, los baptistas sureños utilizaron la maldición de Caín como una justificación para el esclavismo. De hecho, durante la mayor parte del siglo XIX y durante el siglo XX, la Convención Baptista del Sur, y las congregaciones sureñas, enseñaban que existían dos paraísos separados: uno para los blancos y otro para los negros.[9]

Los baptistas y otros grupos cristianos como los pentecostalistas enseñaron oficialmente o practicaron diversas formas de segregación racial hasta mediados o incluso finales del siglo XX, aunque miembros de todas las razas fueron aceptados en los servicios de adoración después de 1970-1980, cuando se cambiaron muchos elementos doctrinales. De hecho, no fue hasta 1995 que la Convención Baptista del Sur renunció oficialmente a sus raíces racistas.[10]

Notas[editar]

  1. Gen. 4:5
  2. Gen. 4:10-12
  3. Gen. 4:15
  4. Gen. 4:16
  5. Goldenberg, p. 180
  6. Tryggve Kronholm, Motifs from Genesis 1-11, pp. 135-42
  7. The History of Abel and Cain, 10, in Lipscomb, The Armenian Apocryphal Adam Literature, pp. 145, 250 (text) and 160, 271 (translation)
  8. D. Greene and F. Kelly, The Irish Adam and Eve Story from Saltair Na Rann (Dublin, 1976), 1:91, lines 1959-1960
  9. Dictionary of African-American Slavery, p. 77
  10. SBC renounces racist past - Southern Baptist Convention | Christian Century | Find Articles at BNET.com

Referencias[editar]