La guerra de los gigantes

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La guerra de los gigantes
Género ópera escénica
Actos Introducción y seis escenas.
Publicación
Editorial Instituto Complutense de Ciencias Musicales
Idioma español
Música
Compositor Sebastián Durón
Puesta en escena
Lugar de estreno  (Madrid)
Fecha de estreno 23 de febrero de 1702
Personajes véase Personajes

La Guerra de los gigantes es una ópera escénica compuesta por Sebastián Durón sobre un libreto anónimo, que se estrenó en Madrid con motivo de la boda del V Conde de Salvatierra el 23 de febrero de 1702.

El libretista

No aparece indicación alguna en cuanto al autor literario, hay un problema de autoría. En la probable época del estreno en 1702, estaban activos todos los colaboradores literarios de Sebastián Durón: Francisco de Bances Candamo (1662-1704), José de Cañizares (1676-1750), Antonio de Zamora (1660/64-1728), Juan de Benavides, y en conde de Clavijo, Marcos de Lanuza. Pero también entra dentro de lo posible que el propio Sebastián Durón sea el autor literario e incluso el mismo conde de Salvatierra, si recordamos los últimos versos con los que finaliza Júpiter la ópera, confesando el atrevimiento por esta nueva experiencia musical: “Y pues a la reverente osadía de mi pluma, si el empeño le amedrenta, la obediencia la disculpa”. Parece darse a entender que la autoría, moral al menos e incluso literario, sea del conde de Salvatierra por sugerencia de las aficiones operísticas de Felipe V.

La obra

Esta ópera se representó con el motivo del matrimonio del V conde de Salvatierra, José Francisco Sarmiento de Sotomayor y Velasco, con Doña María Leonor Dávila López de Zúñiga, marquesa de Loriana, el 23 de febrero de 1702. El argumento hay que considerarlo como una doble alegoría. La introducción es un claro homenaje al conde de Salvatierra y Doña María Leonor Dávila López de Zúñiga con motivo de su matrimonio, mientras que la ópera en sí es un homenaje a Felipe V por parte del conde de Salvatierra, pues subliminalmente se puede leer que el poder del rey nombrado por el testamento de Carlos II es inmune a los ataques que ya se comenzaban a producir por parte del archiduque Carlos de Austria, primero internacionalmente a partir de 1702 y luego de manera civil, a partir de 1705. Los cuatro personajes de la ópera bien podrían simbolizar a personajes reales de ese momento histórico: Hércules, el adalid de los dioses, al rey Felipe V; Júpiter, el General del ejército de los dioses, al conde de Salvatierra; Minerva, la heroína de la historia, a la esposa del conde de Salvatierra y Palante, el caudillo de los gigantes, al archiduque Carlos de Austria. El nombre que aparece en la introducción, el de Melisa, madrina de la boda, podría referirse a María Luisa Gabriela de Saboya, esposa de Felipe V. Esta ópera debe ser considerada la última en el estilo español de la Tonada y las Coplas antes de la adaptación del nuevo estilo operístico italiano de recitativos y arias que realizará Sebastián Durón en sus producciones de los años 1710 y 1711. Su complejidad rítmica es paradigmática. Tan solo aparece un Revitativo, una Arieta y dos Minuetes, lo que nos muestra su fuerte característica española junto con el incipiente conocimiento de los procedimientos italianos del recitativo y el aria junto con un mayor conocimiento por parte de Sebastián Durón de la música francesa con sus dos minuetos, obligado conocimiento dada la procedencia y costumbres del nuevo monarca Felipe V.

Personajes

Personaje Tesitura
Palante Soprano
Júpiter Soprano
Minerva Soprano
Hercules Bajo

Argumento

-Introducción: tiene la misma finalidad que la loa en las zarzuelas. Ensalza el motivo de representación: los esponsales y la belleza de la novia, así como la importancia de la casa Salvatierra y sobre todo de los monarcas Felipe V y María Luisa Gabriela de Saboya. -Escena primera: Palante, caudillo de los Gigantes, convoca a éstos para informarles de sus planes de conquistar el Olimpo. Los gigantes le responden (coro a 4 voces) preguntando primero la causa de su llamada y respondiendo después enardecidos a la misma entonando consignas y gritos de guerra. -Escena segunda: Júpiter oye el alboroto de los preparativos de guerra y llama a Minerva, pidéndole que pare su vuelo. A continuación pregunta en el único recitado de la ópera, quien va a hacer frente a los Gigantes que se están atreviendo a levantarse contra él. Minerva le responde que ella lo hará, al mismo tiempo que anima a Júpiter. Éste presume de su poder y desprecia al enemigo, Minerva le describe a los Gigantes. En el dúo, Júpiter manifiesta que se da por enterado del informe de Minerva, pero no le da mucha importancia. Minerva le reprocha el que no muestre preocupación y animosidad contra los Gigantes. En el hermoso dúo de esta escena Júpiter y Minerva llaman a Hércules fundiéndose sus voces con las de los Gigantes que están preparando sus armas. -Escena tercera: Aparece el poderoso Hércules blasonando su poder y quejándose de que no tiene con quién demostrarlo. “ ¿dónde hallaré qué vencer si ya en mis aplausos no hay más que rendir?”Minerva responde que “donde hay otro riesgo mayor que rendir”. Hércules se sorprende ante la inesperada presencia de Minerva y le pregunta “¿Quién eres divina beldad?”. Minerva le dice que es “hija del tonante, árbitro bello de Ciencia y valor” y le informa de que pretenden atacarle “la intrépida furia que con nueva injuria es en los Titanes motín y traición”. Hércules se enfurece contra los Gigantes por la arenga de la bella Minerva y ambos manifiestan su furor en el hermoso dúo. Finaliza esta escena con el primer Minueto de esta ópera en el que Hércules y Minerva continúan mostrando su ardor contra los Gigantes. -Escena cuarta: se forma el ejército de los Dioses a las órdenes del adalid Hércules y del general Júpiter que arengan a sus tropas. Palante hace lo propio con sus Gigantes. Comienza la batalla entre los Dioses y los Gigantes. El ejército de los Dioses comienza a acobardarse. Lo mismo ocurre con los Gigantes. Aparece Minerva animando a Júpiter en un breve dúo final, “¡Júpiter viva! ¡Avanza, amor mío, avanza!”. -Escena quinta: momento culminante de la ópera. tanto el ejército de los Gigantes como el de los Dioses han desertado y quedan solo en el campo de batalla, frente a frente Minerva y Palante que, desesperado ante el abandono de sus gentes se humilla ante Minerva que le pide que deje de huir y se rinda. Palante se entrega a Minerva y pide que le dé muerte. Minerva le calva su lanza y lo hiere mortalmente. Palante, herido, agoniza en un bello autolamento. Minerva entona el triunfo. Palante agoniza lentamente. Minerva le castiga a esta muerte lenta. -Escena sexta: es el fin de la fiesta, conmemorando el triunfo de los Dioses de la mano de Minerva, sobre Palante y sus Gigantes. El coro pide que “suenen confusas músicas que embelesan, salvas que adulan en honor de belleza que, siempre augusta, hoy de Minerva en Palas en nombre muda porque vengó el Palante del cielo injurias”. Una última tonada de Júpiter ensalza el triunfo conjunto de los tres dioses sobre los Gigantes. La ópera finaliza con un segundo Minueto, paradigma de este homenaje al Borbón Felipe V, en el que Hércules, Minerva y Júpiter, ponderan a Minerva y Júpiter finaliza la actuación confesando el atrevimiento por esta nueva experiencia operística: “Y pues a la reverente osadía de mi pluma, si el empeño le amedranta, la obediencia la disculpa”.

Bibliografía

  • Martín Moreno, Antonio: Sebastián Durón, La guerra de los Gigantes (Madrid: ICCMU,2007).