Juan Pablo Villa

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Juan Pablo Villa

Juan Pablo Villa en vivo (2015)
Información artística
Género(s) Improvisación, Jazz, Free Jazz
Instrumento(s) Voz, piano, acordeón
Período de actividad 1997 a la fecha
Discográfica(s) Ediciones Pentagrama, Intolerancia

Juan Pablo Villa (1975) es un músico, compositor e intérprete mexicano que centra su obra en la improvisación vocal, el jazz, free jazz y la música de cámara. Sabe tocar el piano, el acordeón, el matófono, la guitarra[1]​ y maneja la voz con influencias de cantos como el inuit, mongol, multifónico, cardenche y atonal, buscando la improvisación y exploración vocal con el uso de procesadores multiefectos y objetos.[2]​ Su propuesta musical es poco convencional y compleja y se integra dentro de una corriente de vanguardia musical en México que busca expandir las posibilidades sonoras.[3]

Trayectoria

En sus inicios, entre 1997 y 2000, Villa manejó una propuesta basada en canciones con voz y guitarra, haciéndose populares en el ambiente de la rola y la trova mexicana sus temas Gente muere, Hombre ballena y Tierra de sueños.[4]​ En esta etapa graba el disco Toricántaros al lado de Germán y Francisco Bringas, quienes instrumentan sus canciones con la influencia de la música oriental y el free jazz. En esta grabación ya se percibe la tendencia venidera de los trabajos del compositor, incluyendo improvisaciones de alientos y percusiones en el mismo, alejándose de su estilo inicial.

En su siguiente disco Ya y Li aumentó sus capacidades vocales y sustituyó la guitarra por el piano como instrumento, incursionando en la composición de música más académica y en la improvisación, presentando una suite para piano, guitarra y voz acompañado de los músicos Francisco Bringas y Fernando Vigueras.[5]

Luego de realizar diversos estudios vocales e investigación en propuestas vocales tanto contemporáneas -como Mike Patton o Phil Minton- como tradicionales que ocupan la voz como elemento primordial: el katajjaq de los inuit de Alaska y Canadá, el canto armónico y multifónico de los mongoles y el canto cardenche de los campesinos mexicanos de Sapioriz, Durango, con quienes incluso convivió y les mostró sus versiones.[6]

A partir de entonces se concentró en la improvisación vocal, condensando su trabajo en el disco La gruta de baba en el que utilizó loopers y multiefectos para duplicar y triplicar su voz como forma de instrumentación de sus piezas, tratando de obtener sonidos a partir de la modulación vocal y el uso de objetos como un matófono o tubos de plástico.[7]​ Con esta técnica realiza presentaciones regulares, ya sea de forma solista o en interacciones creativas como musicalizaciones para películas, o con otros artistas como los poetas Mardonio Carballo y Ricardo Castillo.

En 2011 participó en la inauguración de la Cámara Lambdoma del Cárcamo de Dolores.

Discografía

  • Tierra de sueños (Demo, 1998)
  • Toricántaros (Jazzorca Records, 1999)
  • Juan Pablo Villa, canciones para guitarra y voz (Producción independiente, 2002)
  • Ya y Li, suite para piano, guitarra y tabla (Ediciones Pentagrama, 2004)
  • Un pájaro en el alambre (Producción independiente, 2006)
  • La gruta de baba (Intolerancia, 2007)

En colaboración

Referencias

  1. Acuña, Carlos. «Juan Pablo Villa y la melancolía del caracol». Eme equis 272. Archivado desde el original el 27 de noviembre de 2015. Consultado el 18 de octubre de 2012. «A lo largo de su carrera Juan Pablo Villa ha tenido muchos maestros. Aprendió a tocar el piano desde pequeño con profesores particulares; sabe tocar, además, el acordeón y la guitarra, y ha viajado por el mundo aprendiendo todo lo referente a la técnica vocal, su especialidad. Pero si alguien le enseñó realmente a utilizar su voz, cuenta, fue el agua. » 
  2. Lorenzano, Sandra (agosto de 2012). «Mardonio Carballo. Hablemos de poesía». Revista de la Universidad de México. Consultado el 18 de octubre de 2012. «No sólo porque tiene una sensibilidad fuera de lo común, sino porque ha estudiado como pocos en nuestro país las posibilidades de la voz como elemento de construcción sonora. Dicen que aprendió del agua. De las profundidades de un lago cuando tenía sólo diez años. También lo aprendió de los inuit, de los cardencheros de Durango, de los japoneses de Nanto, de los mongoles. Y ahora lo aprende con Mardonio y su raíz náhuatl. La garganta de Juan Pablo es fuente de sonidos y de silencios. » 
  3. Zapata Pacheco, José Juan (4 de octubre de 2010). «Juan Pablo Villa, el hombre voz; su único instrumento, la garganta». Milenio.com. Consultado el 18 de octubre de 2012. «La apuesta de Juan Pablo Villa es una de las más arriesgadas de la música que se hace en México. Peregrino de países como la trova, el jazz o la música de concierto, Juan Pablo se siente más cómodo despojado de etiquetas o de instrumentos. » 
  4. Acuña, Carlos. «Juan Pablo Villa y la melancolía del caracol». Eme equis 272. Archivado desde el original el 27 de noviembre de 2015. Consultado el 18 de octubre de 2012. «“No soportaba la idea de que la gente que iba a verme a mí, tuviera que escuchar a todos los miembros de la camada rolera (sic), muchos de los cuales eran infumables para mí. Me parecía una falta de respeto para el público”, dice ahora, cuidándose de no soltar nombres. » 
  5. Acuña, Carlos. «Juan Pablo Villa y la melancolía del caracol». Eme equis 272. Archivado desde el original el 27 de noviembre de 2015. Consultado el 18 de octubre de 2012. «Juan Pablo decidió entonces dedicarle toda la atención a sus posibilidades vocales. Empezó a viajar. Se quedó varios meses en Francia para desarrollar su técnica vocal. Investigó técnicas no académicas, principalmente relacionadas con los cantos tradicionales de diferentes lugares del mundo. » 
  6. Zapata Pacheco, José Juan (4 de octubre de 2010). «Juan Pablo Villa, el hombre voz; su único instrumento, la garganta». Milenio.com. Consultado el 18 de octubre de 2012. «Me fui a Sapioriz, Durango, en el 2006, donde estuve unos cuantos días, unos cuatro, y fuimos a visitar varias partes del pueblo, sus plantíos de pepino, nos fuimos a bañar al río. Y no perdían oportunidad ellos de cantar canciones, todo el tiempo estaban cante y cante. Fue muy lindo. Yo les hice mi interpretación de “Al pie de un árbol”. (...) Nos pusimos a cantar y les pedí permiso para cantar con ellos. Cantamos “Al pie de un árbol”, “Ojitos negros” y “Yo ya me voy a morir a los desiertos”. Y pues fue una experiencia súper linda, poderosísima para mí, poder cantar esas piezas con ellos. » 
  7. Jiménez, Arturo (26 de junio de 2011). «Meia da Shonta, espectáculo de música y poesía partirá a Europa». La Jornada. Consultado el 18 de octubre de 2012. «Villa utiliza loopers y multiefectos para duplicar y triplicar su voz –que es canto e instrumento que abreva de tradiciones como la inuit, la mongola y la cardenche del norte de México–, interpreta canciones populares de manera tal que renueva la tradición y los dolores, como la migración ("Sólo en pensar que ando lejos de mi tierra, nomás me acuerdo, me dan ganas de llorar"), y ejecuta el piano o aparatos musicales huidos de la convención, como matófonos o tubos de plástico. » 

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