John R. Brinkley

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John R. Brinkley
Información personal
Nombre de nacimiento John Romulus Brinkley
Otros nombres John Richard Brinkley
Nacimiento 8 de julio de 1885 Ver y modificar los datos en Wikidata
Beta (Estados Unidos) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 26 de mayo de 1942 Ver y modificar los datos en Wikidata (56 años)
San Antonio (Estados Unidos) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Insuficiencia cardíaca Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Memphis y Forest Hill Cemetery Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Estadounidense
Familia
Cónyuge

Sally Wike (1907–1916),

Minerva Telitha "Minnie" Jones (1913–1942)
Información profesional
Ocupación Charlatán, personalidad de radio y político Ver y modificar los datos en Wikidata
Conocido por Xenotrasplante de testículos de chivos en humanos

John Romulus Brinkley (posteriormente, John Richard Brinkley; 8 de julio de 1885-26 de mayo de 1942) fue un médico estadounidense controvertido que experimentó con xenotrasplantes de testículos de cabras en seres humanos como medio para curar la disfunción eréctil en clínicas a lo largo de varios estados. Asimismo, fue un pionero en la radiofonía y publicidad que dio inicio a la era de radios en la frontera mexicana.[1][2]​ Si bien fue despojado de su licencia para ejercer en algunos estados, Brinkley, un personaje muy popular, se lanzó como candidato para gobernador de Kansas en dos oportunidades, una de las cuales casi tuvo éxito. El ascenso de Brinkley a la fama y fortuna fue tan precipitada como su caída; en el apogeo de su carrera, había amasado millones de dólares y lujosos automóviles; sin embargo, murió enfermo y casi sin un centavo, debido a la gran cantidad de demandas por negligencia, muerte y fraude en su contra.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Lee 2002, p. 2.
  2. «Notes on the Late Dr. John R. Brinkley, Whom Radio Raised to a Certain Fame». The New York Times. 7 de junio de 1942. Consultado el 7 de mayo de 2009. «Although other men have put the air-waves to more dangerous uses than did the late Dr. John Romulus Brinkley, the recent demise of that celebrated quack not only recalled a gaudy career but may have reminded you of a truth so obvious that it goes half-forgotten -- i.e., how mighty a force is radio for evil as well as good, even in a democracy.» 

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]