Hipófisis

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Hipófisis

La hipófisis se localiza en la base del cerebro, y está protegida por una estructura ósea llamada silla turca.

Corte mediosagital a través de la hipófisis de un mono adulto.
Nombre y clasificación
Sinónimos
glándula pituitaria
Latín [TA]: hypophysis;
[TA]: glandula pituitaria
TA A11.1.00.001
Gray pág.1
Información anatómica
Sistema endocrino
Arteria arteria hipofisaria superior;
arteria infundibular;
arteria prequiasmática;
arteria hipofisaria inferior;
arteria capsular;
arteria del seno cavernoso inferior[1]
Precursor ectodermo neural y oral, incluyendo la bolsa de Rathke
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La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula endocrina que segrega hormonas encargadas de regular la homeostasis incluyendo las hormonas trópicas que regulan la función de otras glándulas del sistema endocrino, dependiendo en parte del hipotálamo el cual a su vez regula la secreción de algunas hormonas. Es una glándula compleja que se aloja en un espacio óseo llamado silla turca del hueso esfenoides, situada en la base del cráneo, en la fosa cerebral media, que conecta con el hipotálamo a través del tallo pituitario o tallo hipofisario. Tiene forma ovalada con un diámetro anteroposterior de 8 mm, trasversal de 12 mm y 6 mm en sentido vertical, en promedio pesa en el hombre adulto 500 miligramos, en la mujer 600 mg y en las que han tenido varios partos, hasta 700 mg.[2]

Partes

Ubicaciones de las glándulas pituitaria y pineal.

La hipófisis consta de tres partes:

Adenohipófisis

La adenohipófisis segrega muchas hormonas de las cuales seis son relevantes para la función fisiológica adecuada del organismo, las cuales son segregadas por 5 tipos de células diferentes. Estas células son de origen epitelial y como muchas glándulas endocrinas, están organizadas en lagunas rodeadas de capilares sinusoides a los cuales se vierte su secreción hormonal. Los tipos de células se clasificaban antes de acuerdo a su tinción, y eran acidófilas, basófilas y cromófobas (o que no se tiñen), sin embargo, esta clasificación no aportaba información significativa sobre su actividad secretora, por lo que en la actualidad se usa una clasificación de acuerdo con técnicas de inmunohistoquímica para sus productos de secreción, y se han podido identificar 5 tipos celulares:

Las células cromófobas son en realidad células desgastadas y pueden haber sido cualquiera de las cinco anteriores.

Hormonas de la adenohipófisis

Las demás hormonas son hormonas tróficas que tienen su efecto en algunas glándulas endocrinas periféricas:

la LH y la FSH se denominan gonadotropinas, ya que regulan la función de las gónadas.

Neurohipófisis

La neurohipófisis tiene un origen embriológico diferente al del resto de la hipófisis, mediante un crecimiento hacia abajo del hipotálamo, por lo que tiene funciones diferentes. Se suele dividir a su vez en tres partes: eminencia media, infundibulo y pars nervosa, de las cuales la última es la más funcional. Las células de la neurohipófisis se conocen como pituicitos y no son más que células gliales de sostén. Por tanto, la neurohipófisis no es en realidad una glándula secretora ya que se limita a almacenar los productos de secreción del hipotálamo. En efecto, los axoplasmas de las neuronas de los núcleos hipotalamicos supraóptico y paraventricular secretan la ADH y la oxitocina respectivamente, que se almacenan en las vesículas de los axones que de él llegan a la neurohipófisis; dichas vesículas se liberan cerca del plexo primario hipofisiario en respuesta impulsos eléctricos por parte del hipotálamo.

  • Oxitocina. Estimula la contracción de las células mioepiteliales de las glándulas mamarias lo que causa la eyección de leche por parte de la mama, y se estimula por la succión, transmitiendo señales al hipotálamo (retroalimentación) para que secrete más oxitocina. Causa contracciones del músculo liso del útero en el orgasmo y también los típicos espasmos de la etapa final del parto.

Síndrome de Cushing

A principios del siglo XX, el neurocirujano Harvey Cushing (Estados Unidos, 1869-1939) comenzó a estudiar la glándula pituitaria, observando los efectos de un mal funcionamiento. Descubrió que una excreción excesiva de adrenocorticotropina (ACTH) alteraba el metabolismo y el crecimiento, y le dio el nombre de síndrome de Cushing. Esta enfermedad, provoca debilidad en los miembros y fragilidad de los huesos. Cushing describió la pituitaria como "directora de la orquesta endocrinica", pero hoy se sabe que el verdadero director es el hipotálamo. El Cushing es un síndrome que afecta a varios sistemas y órganos, se caracteriza por una hipersecreción de cortisol (generalmente debido a una hiperplasia de la hipófisis). Los síntomas del Cushing son:

  • Cara redonda, rubicunda y congestiva, lo que se denomina "cara en luna llena".
  • Acúmulo de grasas en el cuello y nuca, lo que se conoce como cuello de búfalo.
  • Obesidad central (abdomen sobresaliente pero extremidades delgadas).
  • Estrías violáceas en abdomen, muslos y mamas.
  • Dolores de espalda.
  • Amenorrea.
  • Aumento de vello púbico en mujeres

Regulación hipotalámica

La hipófisis y el hipotálamo están conectados por un sistema capilar denominado sistema portal, el cual proviene de la arteria carótida interna y del polígono de Willis e irriga primero al hipotálamo formando el plexo capilar primario, que drena en los vasos porta hipofisiarios que a su vez forman el plexo capilar hipofisiario.

La importancia de este sistema es que transporta las hormonas liberadoras o hipofisiotrópicas que secreta el hipotálamo con fines reguladores de la secreción adenohipofisiaria. Estas hormonas son:

La prolactina está regulada negativamente por dopamina, un neurotransmisor.

Hay que tener en cuenta que la regulación de la secreción de las hormonas hipofisiarias se realiza mediante un mecanismo de retroalimentación negativa el cual se establece entre el hipotálamo, la hipófisis y los receptores específicos para cada hormona, localizado en los órganos diana.

El proceso se realiza en el momento en que el sistema nervioso central recibe un estímulo, el hipotálamo recibe parte de ese estímulo y actúa sobre la hipófisis, a su vez, el hipotálamo secreta las respectivas hormonas en la adenohipófisis o libera las de la neurohipófisis; estas se incorporan a la circulación, viajan por medio de la sangre y son captados por receptores específicos ubicados en los órganos diana, un ejemplo es la captación de la TSH por parte de los lóbulos tiroideos de la glándula tiroides.

En ese momento el órgano diana, que en todo caso es cualquiera de las glándulas endocrinas comienzan a secretar sus propias hormonas, con lo que se envía un estímulo al sistema nervioso, específicamente al hipotálamo, o directamente a la hipófisis con lo cual se contrarresta el estímulo inicial.

Patología

Algunos trastornos asociados a la hipófisis incluyen:

Condición Etiología Hormona
Acromegalia sobreproducción hormona del crecimiento
Gigantismo sobreproducción hormona del crecimiento
Deficiencia de la hormona de crecimiento baja producción hormona del crecimiento
Síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética sobreproducción vasopresina
Diabetes insípida baja producción vasopresina
Síndrome de Sheehan baja producción cualquier hormona hipofisaria
Adenoma hipofisario sobreproducción cualquier hormona hipofisaria
Hipopituitarismo baja producción cualquier hormona hipofisaria

Un tumor en los remanentes de la bolsa de Rathke puede ocasionar un craneofaringioma, el cual comprime a la glándula hipófisis.

Etimología de la palabra

El término «hipófisis» proviene del griego hipo (‘debajo’) y fisis (‘crecer’).[3]

Aristóteles creía que el moco nasal (llamado pītuīta en latín)[4]​ se generaba en el cerebro, y salía por la nariz.

En 1543, Vesalio escribió lo mismo: que el moco nasal procedía de esa glándula en el cerebro. De allí el nombre «pituitaria»: glándula generadora de moco. En el siglo siguiente (XVII) se deshizo el error (el moco no provenía del cerebro, sino del interior de la misma nariz), y la anatomía ha preferido renombrar a esa glándula «hipófisis». Desde 1723, en latín científico, se documenta el nombre «pituitaria» o «membrana pituitaria» (‘mucosa generadora de moco’) para la mucosa nasal o mucosa olfatoria.[5]

Imágenes

Notas

  1. Gibo H, Hokama M, Kyoshima K, Kobayashi S (1993). «[Arteries to the pituitary]». Nippon Rinsho 51 (10): 2550-4. PMID 8254920. 
  2. Frank H. Netter,Peter H. Forsham,Emilio Gelpi Monteys (1998). «1». Sistema Endocrino Y Enfermedades Metabolicas. España: Masson s.a. pp. 2-8. ISBN 8445802194. 
  3. AuthorStream.com.
  4. Pituita proviene del griego ptuo (‘escupir’), según AuthorStream.com.
  5. DiccioMed.es (Diccionario médico-biológico, histórico y etimológico).

Enlaces externos