Guillermina de Hesse-Darmstadt

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Guillermina de Hesse-Darmstadt
Zarevna de Rusia
Información personal
Nombre completo Guillermina Luisa
Otros títulos
Nacimiento 25 de junio de 1755
Prenzlau, Landgraviato de Hesse
Fallecimiento 26 de abril de 1776
(20 años)
San Petersburgo, Bandera de Rusia Imperio ruso
Sepultura Monasterio de Alejandro Nevski
Familia
Dinastía Hesse-Darmstadt
Padre Luis IX de Hesse-Darmstadt
Madre Carolina de Zweibrücken-Birkenfeld
Consorte Pablo I

Guillermina de Hesse-Darmstadt (Prenzlau, 25 de junio de 1755 - San Petersburgo, 26 de abril de 1776) era la quinta hija de Luis IX, landgrave de Hesse-Darmstadt y de Carolina de Zweibrücken-Birkenfeld, Condesa Palatina. Fue la primera esposa del zarevich Pablo, el único hijo de la emperatriz Catalina II de Rusia.

Biografía[editar]

La princesa nació en Prenzlau, donde su padre estaba destinado en los servicios prusianos, y fue criada en Buchsweiler por su madre, la llamada "Gran Landgravina". En nombre de la zarina rusa Catalina la Grande, Achatz Ferdinand von der Asseburg, que se suponía que estaba buscando una esposa para el heredero ruso al trono, apareció en la corte de Darmstadt en 1772.

En 1773, la emperatriz de Rusia estaba buscando una esposa adecuada para su hijo, y pidió ayuda al rey Federico II de Prusia, quién pensó en las tres hijas solteras del landgrave de Hesse-Darmstadt. Sin decidir cual de las tres sería la más indicada, la emperatriz envió una invitación para visitar Rusia a Guillermina, y a sus hermanas Amalia y Luisa, extendiéndose también a la madre de las jóvenes. Apresuradamente, las princesas perfeccionaron su francés, ensayaron bailes, practicaron sus reverencias y completaron sus ajuares. Actuó como mariscal de viaje Johann Heinrich Merck. Incluso Federico el Grande había apoyado el proyecto de matrimonio con el heredero de la corte rusa. La primera parada fue en Berlín, desde donde se marchó a la costa báltica para subir en una flotilla de cuatro barcos, enviada por la emperatriz Catalina, y que las llevaría a Rusia. Fue el mejor amigo de Pablo, el joven Andrei Razumovsky, quién estaba al mando de la fragata que llevaba a las señoras. Entonces comienza un coqueteo entre Andrei y Guillermina.

Dos días después de llegar a Rusia, el gran duque Pablo escoge a Guillermina como esposa. Era una joven muy bonita, alegre y exuberante, y Pablo quedó encantado con ella. El 9 de julio de 1773, la princesa recibió la Orden de Santa Catalina. Un mes más tarde, el 15 de agosto, fue aceptada en la fe ortodoxa, con el nombre de Gran Duquesa Natalia Alexeievna, y al día siguiente se comprometió con el zarevich Pablo. Sus esponsales se celebraron con gran ostentación, el 29 de septiembre de 1773.

Durante los primeros meses de matrimonio, la alegría y espontaneidad de Natalia anima a toda la corte. La emperatriz estaba encantada con ella, pero con el paso del tiempo empezaron a surgir las dificultades, y el matrimonio de Pablo y Natalia se convirtió en un fracaso. La madre de Pablo escribió que Natalia "ama en extremos a todas las cosas. No escuchará ningún consejo, y no veo en ella ni encanto, ni ingenio, ni razón".

Natalia, descrita como amable e ingeniosa, gobernó a su marido casi por completo y presionó por el cogobierno. Natalia se negó a aprender ruso e intrigó para ayudar a Pablo ganar el trono. Además se había enamorado del encantador Andrei Razumovsky, comenzando un romance. Desafortunadamente para Natalia, toda la corte conocía su infidelidad. Andrei fue enviado fuera del palacio, pero Pablo, que no sabía nada de la situación, protestó en contra de la marcha de su mejor amigo. Al mismo tiempo, Natalia estaba embarazada, y no se sabía si el niño era de Pablo o de Andrei. Pero en verdad, para Catalina, lo que realmente importaba era que Natalia llevaba dentro al heredero al trono de Rusia.

El 15 de abril de 1776, en un largo y doloroso parto, Natalia dio a luz a un niño que nació muerto. El bebe era de gran tamaño, y pese a todo, los médicos no realizaron la cesárea (operación entonces aun rara, poco perfeccionada y nada recomendada debido a su alta mortalidad). Poco después, Natalia murió. Pablo se volvió loco de dolor e insistió en mantenerse junto al cuerpo de su esposa. El caballero de Corberon cuestionó al cirujano Moreau durante una cena, y escribió, "Él [Moreau] me dijo en privado que, en su opinión, los cirujanos y los médicos de la corte fueron negligentes. La gran duquesa no debería haber muerto. En verdad, es sorprendente que no se tuviese mayor cuidado con una duquesa. La gente está muy disgustada, llorando amargamente. Ayer y hoy, se escucha decir, a la gente en las tiendas, Las jóvenes señoras mueren; las viejas nunca mueren. Esto último es una clara alusión a Catalina II.[1]

Ancestros[editar]

Referencias[editar]

  1. Henry Troyat (1980). Catherine the Great. ISBN 0-425-05186-2.