Domus Aurea

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La Domus Aurea permanece todavía debajo de las ruinas de las Termas de Trajano (aquí visible).

La Domus Aurea (literalmente, en latín, 'Casa de Oro') era un grandioso palacio construido por el emperador Nerón en Roma tras el gran incendio del año 64. Ocupaba, según se ha calculado, alrededor de 50 hectáreas entre las colinas del Palatino y el Esquilino.

Sus lujos incluían incrustaciones de oro, piedras preciosas y marfil, y se cuenta que los techos de algunos salones tenían compuertas por donde se arrojaban flores y perfumes durante las fiestas ofrecidas por Nerón.

Inacabada a la muerte de Nerón y dañada por el incendio del 104, la Domus Aurea fue cubierta con escombros por orden del emperador Trajano, una medida que a la larga aseguró su conservación al evitar el habitual pillaje de materiales valiosos que afectó a otros edificios como el Coliseo. Al menos una parte de las estancias del palacio permaneció desconocida hasta el siglo XV, cuando un joven romano cayó accidentalmente a través de una hendidura y halló casualmente el acceso a una de las bóvedas tapadas bajo tierra. Las decoraciones murales descubiertas entonces fueron la inspiración del motivo de grutescos que se hizo habitual en el Renacimiento. La palabra grutesco deriva de gruta, en alusión a las ruinas subterráneas de la Domus.

Pronto los jóvenes artistas de Roma empezaron a estudiar los frescos, y su efecto entre los artistas del Renacimiento fue inmediato y profundo como puede verse en la decoración de las estancias de Rafael Santi en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano.

Los restos encontrados en las posteriores excavaciones muestran un buen estado de conservación, y sus pinturas son particularmente bellas. Sin embargo, limitaciones presupuestarias han impedido durante décadas la conservación adecuada del conjunto, que ha sufrido grietas y humedades que hacían peligrar su sustentación y que desaconsejaban el acceso del público. A raíz de dichas grietas y de la filtración del agua, el 30 de marzo de 2010 parte del techo de una de las galerías del complejo, alrededor de 60 metros², se vino abajo. Afortunadamente en el momento del colapso no había turistas en el sitio.

Estatua de una musa en la reabierta Domus Aurea.

Suetonio cuenta que Nerón, al entrar por primera vez en su Domus Aurea, exclamó:

¡Bien! Ahora por fin puedo empezar a vivir como un ser humano.
Suetonio, Vida de los Césares — «Vida de Nerón», 31.

Bibliografía

  • Ball, Larry F. The Domus Aurea and the Roman architectural revolution. Cambridge University Press, 2003.
  • Iacopi, Irene. Domus Aurea. Milán: Electa, 1999.
  • Palmer, Alasdair. «Nero's pleasure dome», en London Sunday Times, 11 de julio de 1999.
  • Segala, Elisabetta. Domus Aurea. Milán: Electa, 1999.

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