Discusión:Villar del Rey

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Tradiciones[editar]

  • Cabalgata de Reyes Magos. Se viene celebrando cada año la víspera del 6 de enero, fiesta de la Epifanía. Un grupo de personas organizan un convoy formado por caballos en donde cabalgan los tres Reyes Magos bien ataviados y acompañados de sus respectivos pajes y un vehículo de transporte lleno de regalos previamente empaquetados para todos y cada uno de los niños y niñas del pueblo sin distinción. El día 5 de enero, a media tarde, empiezan su itinerario por todas las calles del casco urbano dejando en cada casa donde hay niños el obsequio sorpresa.
  • Los Quintos. Los mozos que cumplían la edad reglamentaria entraban en quinta, es decir eran reconocidos para ser declarados aptos para el servicio militar. Este grupo de mozos la víspera del marqueo, se dedicaban por la noche a coger macetas de los balcones de las casas y llevarlas a la Plaza de España, en donde solían devolverlas a sus respectivas dueñas después de cobrarles alguna cantidad. De esta manera, obtenían unos fondos para festejar la entrada en quinta.
  • San José. El 19 de marzo, las peñas de amigos celebraban la festividad de San José con calderetas de corderos o de chivos que hacían en los márgenes del río. Principalmente esta costumbre la conservaron los artesanos para festejar a su Patrón. Hoy, esta tradición está casi extinguida.
  • La Semana Santa y el Aleluya. La Semana Santa en Villar del Rey tiene unas vivencias de fe profunda, como se manifiesta en los distintos actos litúrgicos y en las procesiones del Jueves y Viernes Santo. La procesión del Silencio con la imagen enlutada de la Virgen de los Dolores (La Soledad) en la noche del Viernes Santo es de verdadero fervor y recogimiento. Todos los años, después de la misa del Sábado Santo, conmemorativa de la Resurrección de Cristo, un grupo numeroso de adolescentes provistos de campanillos, esquilas, cascabeles y otros instrumentos de percusión, irrumpen en el templo parroquial al canto del Gloria. Entran ordenadamente por una puerta, haciendo sonar sus instrumentos, y salen por la otra. Durante toda la noche (madrugada del domingo) hacen lo mismo recorriendo las calles del pueblo como manifestación de alegría anunciando la Resurrección del Señor.
  • La función en honor a la Virgen de la Ribera. La devoción de los naturales de Villar del Rey a su Patrona es profunda. Anualmente desde hace más de tres siglos, el Domingo de Resurrección (antes se hacía el lunes) se lleva en procesión a la imagen de la Virgen de la Ribera desde el templo parroquial hasta su santuario en la margen del río Zapatón. Allí se oficia una misa de campaña en el patio de la ermita y después se procede a la subasta de los numerosos regalos de los devotos, así como de los brazos de las andas para entrar a la imagen en templo. La recaudación se destina al mantenimiento del culto de la Patrona. Terminados los actos religiosos, los numerosos romeros de Villar del Rey y de las poblaciones próximas, se extienden por el bonito paraje para disfrutar de un día en el campo.
  • Los Mayos. Es tradicional en esta Comarca de los Baldíos o Sierra de San Pedro el día de Los Mayos.(1 de mayo); esta costumbre consiste en hacer figuras que simulan personajes públicos para mostrarlas en lugares muy transitados. La mayoría de las veces persiguen el fin de criticar sus actuaciones.
  • La Cruz. El 3 de mayo se celebra la exaltación de la Santa Cruz. En Villar del Rey con este motivo, en muchas casas se levanta un altar a la Cruz, que es visitado por los vecinos. Antes, en estos altares se venía rezando una oración o jaculatoria de este tenor. También esta fecha era la apropiada para hacer los contratos de trabajo con los obreros agrícolas para las faenas de recolección, es decir desde mayo hasta finales de septiembre.
  • Romería de San Isidro. Por el quince de mayo, todos los años, se viene celebrando una romería en honor a San Isidro Labrador en el paraje de la ermita de la Virgen de la Ribera. La organizaba la Cámara S. Agraria, ahora, desaparecido dicho organismo, se encarga de hacerlo la Asociación Cultural.
  • El Corpus Christi o día del Señor. Se le viene denominando indistintamente la fiesta del Corpus o el Día del Señor. Comienza con la misa mayor en el templo parroquial a media mañana. Terminada, sigue la procesión del Corpus Christi por un itinerario de calles de la localidad. Una artística custodia de plata sirve para llevar al Santísimo por el sacerdote bajo palio. A esta procesión asisten vecinos de todas las edades y sexos, que en silencio hacen el recorrido. En las calles se instalan altares de descanso y se engalanan con colgaduras en los balcones y una alfombra de verdes juncias, flores y macetas en la calzada, que dan a la fiesta un bello colorido y esplendor.
  • Las fiestas de la Virgen en agosto. Desde hace cientos de años, los villarenses conmemoran sus fiestas anuales durante los días 15, 16 y 17 de agosto, con motivo de la Asunción de la Virgen. Fechas, en que las faenas de recolección van concluyendo. Para esas fechas todo está dispuesto, las casas enjalbegadas de blanco, las calles limpias, las vías principales engalanadas y con alumbrado especial.
  • San Miguel. Festividad que se celebra el día 29 de septiembre. Es una fecha clave por ser el comienzo natural del año agrícola, pues, todas las labores parten del inicio del otoño. Naturalmente es el momento adecuado para realizar los trabajos relacionados con la tierra: el contrato de arrendamiento de fincas, el del personal para el trabajo en las explotaciones, el de fijación del salario, etc. todo gira en torno a la agricultura. En Villar del Rey estas fiestas de San Miguel tenían varios días de duración, pues se convertían en una bolsa de oferta y demanda, de tanteo, entre trabajadores y empresarios hasta que se decantaban fijando la cuantía de los salarios y se realizaban los contratos fijos anuales. Con los cambios introducidos en los últimos tiempos en las explotaciones agrícolas, San Miguel, a los efectos labores, ha quedado casi extinguida, así como el calendario de descansos que en los contratos se fijaban para el año, denominados quincenas.
  • La Luminaria. El primer sábado del mes de octubre, víspera de la festividad de la Virgen del Rosario, titular de la parroquia de Villar del Rey, se hacen las luminarias, tradición que viene de tiempo inmemorial y que consiste en encender unas hogueras en las distintas calles a la hora del repique de las campanas, tal vez como acto de purificación o de conmemoración del triunfo de los cristianos en la Batalla de Lepanto en este día (7 de octubre de 1571). En estas hogueras se quemaban principalmente tomillo y cantueso previamente almacenados; durante una temporada los muchachos con este fin tradicional, se acercaban a las sierras próximas a coger estas plantas y almacenarlas para hacer la pira el día señalado. Esta tradición ha cambiado, ahora unos días antes, los niños al salir del colegio recorren el pueblo buscando objetos inservibles que se puedan quemar y los llevan al lugar conocido por el Ejido de la Horca en donde se establecen concursos con premios para la hoguera o luminaria más lograda.
  • Los Santos. Es tradicional en este pueblo, que el día primero de noviembre los niños y jóvenes vayan de excursión a la Dehesa Boyal a merendar "Los Santos", que consisten en una bolsa con frutos del tiempo: nueces, higos pasados, castañas membrillos y granadas.

Relacionadas con profesiones[editar]

  • Los cortadores y carboneros. Eran los profesionales que utilizando como única herramienta el hacha, desmochaban y limpiaban los árboles de maleza con suma habilidad. Durante los meses de otoño y parte del invierno en Villar del Rey, se formaban cuadrillas o equipos de obreros especialistas para la poda y limpieza de los árboles, principalmente de los encinares de las dehesas. La leña que obtenía de estas labores, servía para fabricar carbón, trabajo que seguían haciendo los mismos cortadores. La fabricación del carbón empezaba con la operación de rodear la leña del corte (juntar la leña), en lugar idóneo de la finca. Allí se levantaban unos conos de esta materia que después de aterradas se encendían. Por unas toberas abiertas en los conos se avivaba el fuego hasta hacer cocer el combustible. Pasado el tiempo, tras un seguimiento de observación y vigilancia constante, cuando se consideraba suficiente la cocción, el proceso se concluía con la extracción del carbón.
  • Los esquiladores. Al llegar el mes de mayo se realizan todos los años las labores de esquila del ganado lanar. Para estas faenas, en Villar del Rey existía el gremio de los esquiladores, formados por cuadrillas de expertos, que con tijeras, realizaban la faena de la pela o corte de lana de estos animales. Cada cuadrilla estaba compuesta por un capataz o manijero, los esquiladores, los aprendices y los moreneros. Este gremio era muy tradicional y conservador, de tal manera que para entrar en el oficio se necesitaban cumplir unos requisitos: ser familiar de algún miembro de la cuadrilla, tener más de 14 años para iniciar el aprendizaje, así como pasar unas pruebas de capacitación (examen). Cuando se consideraban en condiciones para sufrir las pruebas, el aprendiz se sometía a la misma presentado por un miembro de la cuadrilla que lo apadrinaba; si en el examen demostraba aptitud, promocionaba al grado de esquilador tras una ceremonia ritual o bautizo con agua o vino sobre la cabeza del aprendiz. Los esquiladores de Villar del Rey, por su buena forma de realizar el trabajo y por su buen rendimiento, eran contratados por las empresas ganaderas del término y la de muchos municipios de la provincia. Ahora el gremio de los esquiladores se ha reducido en número por la emigración de sus componentes, así como por el cambio en las herramientas, la tijera de pelar por la máquina mecánica.
  • Los aperadores. En esta localidad, siempre hubo un buen grupo de labradores con capacidad profesional para ordenar las labores agrícolas en las fincas y con dotes suficientes para organizar y disponer los cultivos en grandes extensiones de tierra, los cuales estaban muy solicitados por las grandes empresas agrícolas de este término y de los limítrofes. Eran lo aperadores, capataces o manijeros con aptitudes para este tipo de tareas.
  • Los yunteros. Un gremio de pequeños propietarios, que con sus yuntas de mulas, explotaban sus reducidas propiedades y tomaban tierras en aparcería para completar su dedicación. En Villar del Rey, el grupo de los yunteros era bastante numeroso, debido a la forma en que la propiedad de la tierra está repartida, con predominio del latifundio. La mayoría de los componentes de este gremio desapareció de esta localidad con la emigración. Hoy queda un número muy reducido en el pueblo.
  • Los turras. Eran los yunteros de ganado vacunos, de los cuales hemos tratado en el tema 23. Se dedicaban como los yunteros a labrar la tierra y al transporte de carbón y corcho. Este oficio hoy está extinguido.
  • Los ganaderos. En la comarca de los Baldíos, eminentemente ganadera, han existido siempre unos ganaderos muy cualificados para el desempeño de su trabajo. Alburquerque se llevó merecida fama por sus cotizados rabadanes y pastores, (ganado lanar), Villar del Rey, la tuvo por los mayorales y porqueros (ganado de cerda).
  • Los arrendatarios. En Villar del Rey existieron hasta los años 70 un conjunto de empresarios agropecuarios que tomaban fincas en arrendamientos para explotarlas durante varios años agrícolas. Eran buenos trabajadores y conocedores de su oficio, que hacían producir al máximo sus explotaciones. Estas empresas daban ocupación a mucha mano de obra con contratos fijos anuales, y además a grupos de contratados eventuales para las faenas de siembra, escarda y recolección. En el tema de la posguerra se citan a los arrendatarios como empresas que, con su generosidad y solidaridad en los años del hambre ayudaron a paliar en parte muchas necesidades. También este gremio ha desaparecido de esta localidad. Hoy las fincas están explotadas por sus dueños, que tienen muy reducido el personal con la mecanización agrícola y con las cercas alambradas para el ganado.
  • Los artesanos. Hasta los años 60 y 70 en este pueblo había un grupo de artesanos de actividades diversas: carpinteros de carros, ebanistas del mueble, herreros, herradores, zapateros, sastres, alfareros, modistas, hojalateros, peluqueros, panaderos, alfareros y tejeros que por causas de la emigración (ya lo hemos repetido) tuvieron que ausentarse de la localidad en su mayoría. Actualmente el pueblo viene padeciendo la carencia de estos artesanos en muchas de sus actividades.
  • La dedicación de las mujeres. Los párrafos anteriores han sido dedicados al trabajo de los hombres en distintas profesiones, si embargo, nada se ha dicho de las tareas de la mujer, a las que vamos a dedicarles unas líneas. La mujer hasta no hace mucho tiempo, se preparó para una ocupación tan profesional como las que han quedado descritas, la de ser ama de casa y madre. Adquirió una educación non universitaria, aprendió de sus mayores todas las labores domésticas propias de un hogar: lavar, coser y planchar, hacer la limpieza de la vivienda, elaborar la comida, administrar el dinero, realizar las compras, educar a los hijos, etc. Así de simple y al parecer sencillo, eran las tareas que la tradición de sometimiento asignaba a la mujer para asumir la responsabilidad de ama de casa. Actualmente, al haber accedido, en igualdad de condiciones, a muchas de las tareas del mundo laboral, (antes reservadas a los hombres) los trabajos del hogar siguen pesando sobre ella, pero aliviadas en parte por la dotación de utensilios electrodomésticos y por la colaboración del hombre. Como en cualquier lugar, la mujer en esta villa sigue en esta evolución laboral y social integrándose en distintos tipos de profesiones: oficinas, estudios, servicios, etc.