Discusión:Casa de Lara

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Fuentes[editar]

  • Sánchez de Mora, Antonio; La nobleza castellana en la plena Edad Media: el linaje de Lara (ss. XI-XIII); Tesis Doctoral en el Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas, Facultad de Geografía e Historia; Universidad de Sevilla (España); 2003. Revisión crítica, fundada en documentos y análisis socio-económico, de los hechos e hipótesis sobre la Casa de Lara. Ver texto electrónico en Enlaces externos.
    • Tomo I (753 páginas)
      • Parte I: Orígenes y evolución histórica de los Lara.
        • I. El discutido origen del linaje de Lara.
        • II. Constitución y auge del linaje.
        • III. El ascenso definitivo a la cúspide del poder.
        • IV. La pugna con la monarquía.
      • Parte II: Análisis estructural del linaje.
        • I. Los Lara, una parentela nobiliaria.
        • II. Relaciones sociales.
        • III. El ejercicio del poder político y militar.
        • IV. El patrimonio nobiliario y sus intereses económicos.
    • Tomo II (540 páginas)
      • I. Fuentes y bibliografía.
      • II. Cuadros genealógicos y referencias documentales
    • Tomo III (30 páginas)
      • Mapas

Origen de la Casa de Lara en los Condes de Castilla[editar]

Requiere una revisión completa ya que hay diversas refutaciones de algunas hipótesis de Salazar y Castro, durante mucho tiempo la única referencia sobre el tema. Csoliverez, Patagonia Argentina, 5 de abril de 2007.

Críticas al linaje propuesto[editar]

Los orígenes de la casa de Lara son unos de los puntos más discutidos de la genealogía medieval española. Salazar y Castro los hacía surgir del hijo mayor de Fernán González: Gonzalo Fernández, pero hoy día se sabe por un documento de su viuda que Gonzalo murió muy joven dejando solo un hijo, que también muere niño. También se ha buscado su origen en la familia llamada de los “Salvadores” (o también el linaje llamado de Manzanedo) por tener su origen en Don Salvador Pérez, personaje del siglo XI, al que se le ha considerado descendiente de Fernán González, sin que se pueda encontrar la conexión entre ambos, por lo menos hasta hoy.

Sea como sea, el primero al que se le llama “tenente” en Lara, en 1089, (título que indica que en ese momento gobernaba la zona de Lara en nombre del rey) es a un “Gonzalo Núñez.” Este señor estaba casado con una señora llamada Goto, quien según algunos historiadores, sería Goto Gonzalez “Salvadores” o Goto Núñez. Así Gonzalo Núñez podía ser hijo o yerno de Nuño Alvarez (poderoso magnate castellano de la época de Fernando I) y de Urraca Gutierrez, hija de Gutier Alfonso, uno de los todopoderosos dueños de casi toda la “Tierra de Campos.

Gonzalo Núñez tuvo que ser forzosamente hijo de un Nuño, y también tenemos seguridad sobre el nombre de su esposa: Goto, como consta en un documento de San Millan de 1095: Ego igitur Señor Gonzalvo Núñez et uxor mea domna Goto, dominantes Lara.... En el mismo tono hay un documento de Sahagún del mismo año:“Ego Gundisalvuus Nunniz cum cónyuge domna Goto....

Para algunos Goto sería Goto González, una hija del conde Gonzalo Salvadores, pero en contra de esta teoría tenemos el extracto de un documento del monasterio de Oña de julio de 1087 que dice así: Fernando Díaz, cumpliendo el testamento de su esposa, la condesa doña Godo, entrega a Oña cuanto había heredado de su padre y de su tío Álvaro Salvadores, en Hermosilla. Del texto anterior podemos deducir que Goto murió antes de julio de 1087, y que a su muerte estaba casada con un conde llamado Fernando Díaz. Así que esta Goto no podía ser la esposa de Gonzalo Núñez de Lara.

Otro documento de San Millán de 1087, donde consta la donación al monasterio de San Martín de Marmellar, dice así: Ego igitur Gundissalvo Núñez, una cum uxore mea dompna Goto et mea cognata dompna Urraca et dompna Ariel Núñez.... Este monasterio de San Millán había sido propiedad del “Señor” Nuño Alvarez de Benifari, quien había donado una parte de dicho monasterio a San Millán en 1.062, agregando propiedades en Fitero: Ego igitur senior Nunno Alvaroz de Banifari…concedo et confirmo….monasterium in villa que dicunt Mamellare, reliquas ferente San Martín episcope... Similiter concedo in villa Fituero illas casas....

Hay otro documento de San Millan, de fecha insegura de 1088 en el se lee: Ego domina Urraca, filia Nunnu Alvarez, pro anima mea, dono ad Sancti Emiliani una divisa in villa Fituero, que fuit de meo tio Munio Álvarez. Similiter mater mea domna María, filia Gutier Alfonso, dona uno solare in Fituero. Con esto podemos concluir que Urraca Núñez, y por lo tanto su hermana Goto, la esposa de Gonzalo Núñez, serían hijas de Nuño Álvarez de Benifari, con el que comparten propiedades, y de su esposa María Gutiérrez, hija a su vez del conde Gutier Alfonso.

Aquí nos encontramos con un nuevo problema: el de Nuño Álvarez. Nos encontramos en la documentación con al menos dos personajes homónimos, tal vez tres. Nos encontramos a un Nuño Álvarez en Cardeña en 1047 con su esposa Goto. Otro o el mismo aparece también en Cardeña en 1058, donando propiedades por el alma de su esposa Teresa. En varias ocasiones dos Nuños Álvarez confirman el mismo documento. Tal vez por eso uno de ellos empieza a ser llamado Nuño Álvarez de Aza y el otro Nuño Álvarez de Carazo. A estos hay que sumar el anteriormente mencionado Nuño Álvarez de Benifari, que podría ser uno de los anteriores, u otro diferente.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que no hay datos suficientes para asignar con seguridad un padre a Gonzalo Núñez de Lara. Teniendo en cuenta la existencia de dos Nuño Álvarez homónimos, cercanos en el tiempo y que se conocían etre si, como seguidores de la corte de Fernando I, es posible que Gonzalo sea hijo de uno de los dos o tres Nuño Álvarez, y su esposa Goto sea hija de otro de los personajes homónimos ya mencionados . Pero esto no pasa de ser una hipótesis.

Gonzalo Núñez y Goto tuvieron varios hijos, de los que conocemos tres seguros: Rodrigo, Pedro y Teresa (monja en Sahagún).

  • El conde Pedro Gonzalez de Lara es Alférez Real, conde y tenente en Lara, entre otras muchas cosas. Fue el amante o tal vez el esposo secreto de la reina Urraca, con la que tuvo dos hijos: Fernando y Elvira Pérez. Muerta le reina se enemistó con su hijo y heredero, Alfonso VII. Murió en el año 1.130 en Bayona, como resultado de las heridas recibidas en un duelo con un primo del rey: Alfonso Jordán. De su legítimo matrimonio con la condesa Eva (probablemente de origen pirenaico, aunque durante mucho tiempo se la consideró hija de Pedro Froilaz de Traba) dejó varios hijos: Manrique, Alvar, Nuño, Elvira, María y Milia Perez de Lara, quienes encabezarán muy interesantes linajes.
  • El otro hijo varón de Gonzalo Núñez : Rodrigo González de Lara, casa con la infanta Sancha, hija de Alfonso VI, y en segundas nupcias con Estefanía Armengol, Tuvo, como su hermano, una vida colmada de honores en la época de la reina Urraca, pero, a la muerte de ésta, se enemistó con el nuevo rey. Vuelto al favor real, el rey le cedió Toledo. Después de muchos avatares, peregrina a Jerusalén, donde fallece. Su descendencia no está muy clara. Parece haber sido el padre de Rodrigo Rodríguez, quien siempre aparece en los documentos como “hijo de conde”, pero puede haber sido hijo de la segunda esposa, y de varias mujeres, entre ellas Mencía, Mayor y Sancha.

La importancia de la familia viene por los descendientes de su hermano Pedro. Los hijos del conde don Pedro encabezan las ramas importantes que continúan el linaje.

  • Manrique Pérez de Lara, con sus hermanos Álvaro y Nuño reclaman la tutoría del rey niño Alfonso VIII frente a sus enemigos los miembros de la familia Castro, bando que asesina a Manrique en 1164. Éste había casado con Ermesenda de Narbona, con la que tuvo varios hijos: uno de ellos Amalrico o Manrique permanece en Narbona mientras que su hermano Pedro Manrique encabeza la rama de los Señores de Molina.
  • Otro hijo del conde Pedro: Nuño Pérez de Lara, casa con Teresa Fernández de Traba (hija de la reina de Portugal, Teresa Alfonso, y del gallego Fernando Pérez de Traba) con la que tiene tres hijos: Fernando, Gonzalo y Alvaro Núñez de Lara. A la muerte de Nuño, Teresa vuelve a casarse con el rey de León Fernando II, con lo que sus hijos crecen al lado del rey, lo que incremente su poder y también su soberbia, como van a demostrar a lo largo de su vida.

La línea de Gonzalo Núñez es la que continúa con la varonía de la casa de Lara. Su hijo Nuño González “el bueno” recibirá “donadío mayor” en el reparto de Sevilla, lo mismo que Rodrigo Álvarez, uno de los hijos de su tío Álvaro Núñez, que recibe el señorío de Alcalá.

María Emma Uribe, abril de 2007.



Es difícil argumentar el origen de los Lara ya que es arduo buscarlo en la genealogía de una época en que los apellidos no eran hereditarios (no lo fueron hasta finales de XII). En esos tiempos se usaba la partícula EZ sobre el nombre paterno para formar el apellido de la descendencia, según la norma derivada de los Godos y así nos encontrábamos por ejemplo, que un Nuño González tenia un hijo al que ponía Gonzalo Nuñez (Gonzalo hijo de Nuño) y este tendría otro al que podía poner Nuño González y así se podían ir alternando sucesivamente. (Nuño y Gonzalo eran nombres habituales dentro de los Lara).

Creo que es más acertada la critica sobre el origen del ascenso al poder de los Lara al emparentarse con los Traba y los Salvadores, familias influyentes del siglo XII, que la argumentación que da Luís de Salazar y Castro (LSC) en el capitulo XI del tomo primero. Salazar y Castro no da mucha fiabilidad al estar al servicio de los Manrique y tener que justificar el noble origen de esta rama.

Salazar y Castro habla de que no descienden de Mudarra (hijo de Gonzalo Gustios y de la Infanta Mora de Córdoba que venga a sus hermanos en el cantar de los 7 Infantes de Lara) y nos dice la dificultad (“porque siendo el desaliño general en todas las naciones de Europa, o la guerra, o el tiempo consumieron los documentos, o no se conservan las historias, o si permanecen son escritos con poca cultura…”) en dar con la verdad, aunque intenta justificar que los Lara antepasados de los Manriques son descendientes de los Condes de Castilla. Expone para ello un sinfín de justificaciones en diversos escritos, aunque algunos sean de los siglos XV al XVII. En el capitulo anterior, dedicado a las armas, expone un antiguo proverbio de los Manrique “Es de Manriques que vienen de Godos” y que tiene por divisa el mote: “ Non descendemos de Reyes, sino los Reyes de nos” aludiendo a Fernán González nacido en Lara y primer conde soberano de Castilla aunque no con dignidad de rey (+ 970). Con sólo estos argumentos no podemos considerar el origen del Linaje Lara 200 años antes que los apellidos fueran hereditarios.


Enrique de Lara Luque (julio 2007)

Armas de la Casa de Lara[editar]

Luis de Salazar y Castro tuvo un error en el Capítulo X del Primer Tomo (Armas de la casa de Lara y sus diferencias) de su gran obra, al otorgar los colores de los Manrique de Lara a todo el linaje. Esto lo hizo influido por el encargo de justificar el origen de los poderosos Manriques como descendientes directos de los Laras. En la página 29 del mismo capítulo, reproduce cuatro glosas del siglo XV, sobre el escudo, en las que en dos de ellas se lee que el fondo de argen del blasón de los Lara varía en la sucesión a los Manrique. Si se observan los armoriales de heraldica del s. XV (reproducidos en el libro de Martin de Riquer), todos diferencian entre los blasones de esas dos ramas, también lo hace el Diccionario Heráldico de Francisco Piferrer de 1859.

Faustino Menéndez Pidal de Navascues en "Los sellos de los señores de Molina" no deja dudas de los verdaderos esmaltes del escudo: De plata dos calderas de sable(p.117). Justifica los esmaltes remitiéndose a diferentes pruebas y explicando la equivocación que tuvo Salazar y Castro: "Las armas que él extiende a todas las ramas -y con algún error de representación, como diremos- fueron usadas sólo por los Manriques y quizá desde el siglo XIV, no antes"(p.114).

Por desgracia el error de Salazar y Castro se perpetuó al ser recogido primero en la "Enciclopedia Heráldica de los hermanos Garcia Carraffa, Impr. de A. Marzo, Madrid 1919-1963 y después por el Nobiliario Español (Diccionario de apellidos)de Julio de Atienza Ed. Aguilar, Madrid 1959, y al que han seguido posteriormente, a pies juntillas, algunos estudiosos de la heráldica que no han querido profundizar en el estudio del linaje.

Las armas originales de los Lara (plata y sable) seguían la regla de la Heráldica : "No poner color sobre color, ni metal sobre metal", para poder ser distinguidos facilmente en el fragor de la batalla con la celada calada. Por eso no tenían el fondo de gules, ni los jaqueles de oro y sable en las calderas, ni las siete (o ocho según algunos) serpientes de sinople que salen de las asas. El sobrecargar los símbolos añadiendo piezas y colorido a los blasones son propias del Siglo XVII cuando los escudos ya no tenían ninguna utilidad guerrera y eran simplemente elementos decorativos. Se entiende, por lo anteriormente explicado, que cuando los Manrique de Lara encargan a Luis de Salazar y Castro la "Historia Genealógica de la Casa de Lara", publicada en 1696, las armas que figuran en la obra sean las que ostentaba la rama del linaje que realizó el encargo.

Finalmente diré que muchos estudios actuales avalan los esmaltes originales (ver reseñas en la página principal) y para tener un conocimiento más completo sobre el emblema de los Lara es indispensable como de obligada lectura: “Los sellos de los señores de Molina” de Faustino Menéndez Pidal de Navascues, en donde se hace un estudio en profundidad del escudo de armas. Ver las Fuentes, del artículo principal, para las reseñas bibliográficas).

Enrique de Lara Luque (julio 2007 / Ampliado en junio de 2008)


Muchas gracias por la intervención. No hay problema en precisar con estas informaciones mejor el pie de foto y de crear una imagen con el blason citado por Menendez Pidal...una cosa sobre el diseño, ¿las calderas no van pues gringoladas?, saludos, --SanchoPanzaXXI Tu mensaje a la Insula de Barataria 08:06 17 jun 2008 (UTC)[responder]


Creo que el diseño heráldico del escudo de las Armas de Lara que realicé es correcto. Por eso esta puesto aquí. Es un escudo español, tiene en cuenta las leyes de plenitud y las calderas son parecidas a las originales.

Respecto al tema de las serpientes no se pueden decir que las calderas son gringoladas porque no tienen extremos. Todos los autores antes citados se expresan sobre las serpientes del escudo. Steve Tamborino dice : “Las calderas con cabezas de serpiente por asa no tiene significación heráldica”; Alonso de Torres en su Blasón de Armas Abreviado comenta que “Todos los que traen calderas o calderones traen serpientes en las asas…” Estas citas son recogidas en la Heráldica Castellana de Martin de Riquer (p.212), el cual añade que : “Se trata de una representación gráfica de las asas estilizadas de ciertas calderas o recipientes similares”. De manera parecida se expresa Menéndez Pidal en “Los sellos de los señores de Molina” cuando dice que: “Tan incongruente aditamento no tiene ningún valor emblemático…” (p.118).

Naturalmente todos se refieren a terminar el asa en una cabeza de serpiente. Habrá que llegar al Siglo XVII y en plena Edad Moderna cuando Don Luis de Salazar y Castro dice que llevan varias serpientes por asas y para eso nombra diversos heraldistas señalando que ninguno se pone de acuerdo en el numero de sierpes ya que hay desde los que no señalan el número hasta los que llegan a poner una, dos, tres, cuatro, siete e incluso ocho, en cada una de las asas. Tampoco hay unanimidad sobre si van juntas o separadas (Historia de la Casa de Lara, Tomo I, Cap. X. pp.29 y 30).

Armas de Lara. Diseño inspirado en las del siglo XIII

Mirando los escudos he comprobado que: ni en las pinturas del Salón del Tinell de Barcelona , ni en la miniatura del Códice de la Coronación, ni en las Armas del Infante Fernando de Castilla (piedra conservada en el Museo del Monasterio de Poblet), aparecen serpientes, ni jaqueles o fajas en las calderas. Eso no significa que algún escudo las pueda llevar.

Para finalizar diré que el diseño del escudo, que aparece aquí, con el remate del asa en cabeza de sierpe es el más parecido a la representación que tenia Alvar Núñez de Lara en 1217, ya que es similar al del birrete (o cofia) de Enrique I, del Museo de Las Huelgas en Burgos, con la única diferencia que en el birrete las calderas tienen dos finas fajas de oro; aunque eso podría ser una brisura. También son afines el diseño de los sellos de doña Milia Roiz y de Pero Malric que aparecen en “Los sellos de los señores de Molina”(p.108).

--Enrique de Lara (discusión) 19:33 17 jun 2008 (UTC)[responder]

Enlaces rotos[editar]

Elvisor (discusión) 02:30 19 ago 2013 (UTC)[responder]