Dama mesopotamica

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Gamo persa
Archivo:Dama mesopotamica.jpeg
Estado de conservación
Plantilla:StatusEndangered
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Cervidae
Subfamilia: Cervinae
Género: Dama
Especie: Dama dama
(Brooke, 1875)
Subespecie: Dama dama mesopotamica

El Gamo Persa (Dama mesopotamica) es un cérvido en peligro de extinción que actualmente sólo se encuentra en la provincia de Khuzestán, al suroeste de Irán. Se trata de una especie muy próxima al gamo europeo (Dama dama), tanto que a veces es considerado por algunos autores como una subespecie oriental del mismo llamada Dama dama mesopotamica.

Los gamos persas tienen una tamaño mayor que los europeos, con un máximo de 2'40 metros de longitud y 1'10 de altura en la cruz. La cola mide entre 16 y 19 centímetros y el peso máximo de un ejemplar adulto es de 95 kilos. Las cuernas de los machos alcanzan mayor longitud que en los gamos europeos, pero están menos palmeadas. Como cualquier otro ciervo, este animal es un vegetariano que se alimenta de hojas y hierbas. Vive en bosques densos.

El manto de pelo es corto y pardo-rojizo tirando a ocre, con manchas blancas especialmente numerosas en el torso. El vientre, ancas, parte inferior de la cola y boca son blancas, así como un par de bandas que flanquean otra de color negro que recorre la parte superior de su cuello y espalda. En el cuello destaca una mancha blanca sobre el resto debido a su peculiar forma de manzana. Esta mancha, llamada manzana de Adán, está más marcada en los machos que en las hembras.

Tras 32 semanas de gestación, las hembras paren en marzo o abril una o (muy raramente) dos crías, que maman durante el primer año de vida. Al año y medio maduran sexualmente. Viven unos 20-25 años.

Historia

El área de distribución original de esta especie se extendía desde Túnez hasta Irán oriental, pasando por Turquía, Egipto y el Creciente Fértil. En el siglo IX adC fue introducido por el hombre en Chipre con fines venatorios. Posteriormente, la población de este animal fue disminuyendo debido a la desertización, el avance de la agricultura, la deforestación y la caza. Fue ignorado en occidente hasta 1875, cuando Robertson, el vicecónsul británico en Persia, divisó una manada al sureste del país. Robertson comunicó su hallazgo al Museo Británico de Londres y posteriormente dispuso la captura y envío de varios animales al zoológico de la capital británica, donde los gamos se reprodujeron sin dificultad. Posteriormente los animales del zoo se trasladaron al parque de Woburn Abbey, propiedad del duque de Bedford, donde en teoría se desarrollarían mejor. Sin embargo, la población de gamos persas en Woburn Abbey acabó por extinguirse a principios del siglo XX.

Tras décadas sin recibir noticias de las poblaciones iraníes, la especie fue declarada extinta en 1951. En 1955 el investigador norteamericano Lee Merriam Talbot oyó hablar de una manada salvaje durante un viaje a Irán. Advertido por él, el zoólogo alemán Werner Trense viajó hasta Irán y, apoyándose en los testimonios locales, dio por fin con una manada de gamos persas vivos en 1957 en un apartado bosque de Khuzestán. Inmediatamente se pusieron en marcha medidas para proteger la especie y estimular su crecimiento mediante cría en cautividad. En 1997 se liberaron varios ejemplares en una reserva de Israel que actualmente cuenta con 30 ejemplares. Otros 250 se reparten entre zoológicos de todo el mundo.

La IUCN considera al gamo persa especie en peligro desde 1996, debido fundamentalmente a la pérdida de su hábitat. Se ignora el número de ejemplares que aún sobreviven en libertad.