Conspiración de los Pazzi

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Conjura de los Pazzi

Medalla de Bertoldo di Giovanni (1478) con un retrato de Lorenzo y el intento de asesinato por los Pazzi.
Localización
Coordenadas 43°46′23″N 11°15′25″E / 43.773055555556, 11.256944444444
Datos generales
Tipo Golpe de Estado
Objetivo Muerte de Lorenzo y Giuliano de Médici
Participantes Jacopo y Francesco de Pazzi, Francesco Salviati, Bernardo Bandini, Antonio Maffei, Stefano de Bagnone, Giovanni Battista de Montesecco.
Histórico
Fecha 26 de abril de 1478
Desenlace
Resultado Fallido

La conspiración de los Pazzi fue un complot urdido en 1478 para quitar el gobierno de la República de Florencia a los Médici Lorenzo y Giuliano.

Los florentinos Francesco y Jacopo de Pazzi, aliados con el arzobispo de Pisa Francesco Salviati, y apoyados desde Roma por el papa Sixto IV y su sobrino Girolamo Riario y desde Nápoles por el rey Ferrante I, planearon y llevaron a cabo el atentado el 26 de abril en la catedral de Santa María del Fiore.

La conspiración resultó un fracaso; Giuliano murió, pero Lorenzo solo salió herido levemente; la represalia popular y las condenas judiciales causaron la muerte de cerca de ochenta personas, entre ellos casi todos los conjurados.

La ejecución extrajudicial de varios eclesiásticos motivó la excomunión de Lorenzo, el entredicho contra Florencia y la posterior declaración de guerra; los Estados pontificios, aliados con Nápoles y Siena, atacaron durante dos años a Florencia, aliada con Milán y Venecia, hasta que el asalto de los otomanos a Otranto hizo necesaria la paz para unir a todos los estados italianos.

Contexto[editar]

Italia en 1454.

Estado de Italia en el siglo XV[editar]

En 1454 el Tratado de Lodi había puesto fin a las Guerras de Lombardía y había unido a todos los estados italianos en la Santísima Liga, iniciando un largo periodo de relativa paz en el que convivían los Estados Pontificios, el Reino de Nápoles, el Ducado de Milán y las repúblicas de Venecia y Florencia con varios pequeños principados, repúblicas y ciudades estado. En una época de transición entre la Baja Edad Media y la Edad Moderna, el auge del comercio impulsaba la economía, y la cultura progresaba hacia el humanismo y el Renacimiento.

Desde finales del siglo XIII habían surgido en muchas comunas urbanas del centro y norte de Italia la institución de la signoria: una forma de gobierno centrada en un solo hombre o en una sola familia, de origen noble y economía pudiente, que con el apoyo de una parte relevante de la población ejercía el gobierno de facto de la ciudad-estado, paralelamente a las instituciones oficiales y a veces por encima de ellas.

Los Médici en el gobierno de Florencia[editar]

Bronzino: retrato de Lorenzo de Médici.
Sandro Botticelli: retrato de Giuliano de Médici.

En la República de Florencia la signoria había recaído en la familia de los Médici: a principios del siglo XIV Giovanni de Médici había impulsado a la familia gracias a los ingresos económicos obtenidos por los progresos del Banco Medici; en 1434 su hijo Cosme de Médici se había impuesto sobre Rinaldo degli Albizzi como gobernante de Florencia y había sido titulado "Padre de la Patria"; en 1464 el cargo había pasado a su hijo Piero, y muerto éste en 1469, los principales nobles de la ciudad acordaron entregar el poder a su hijo veinteañero Lorenzo, secundado por su hermano Giuliano.[1][2][3]

Siguiendo la misma política que sus antepasados, Lorenzo se dedicó a colocar en los órganos de gobierno a personas de su confianza, obstaculizando el ascenso de quienes pudieran llegar a ser demasiado poderosos como para rivalizar con él.[4][5]

Armas de los Médici.[a]
Pertenecía al sistema político de los Médici no permitir que ninguna familia, aun de las que seguían su partido o estaban emparentadas con ellos, llegara a ser demasiado rica o poderosa, y Lorenzo de Médici procedió en este respecto con especial falta de miramientos.[6]

La familia Pazzi[editar]

Armas de los Pazzi.[b]

Los Pazzi eran una familia igualmente destacada entre las de Florencia por su nobleza y poder económico.[7]​ El patriarca Jacopo de Pazzi tenía una hija natural y numerosos sobrinos, entre ellos Francesco, que dirigía el potente Banco Pazzi de Roma. Cosme de Médici había intentado atraerlos con el matrimonio de Guillermo de Pazzi con Bianca de Médici celebrado en 1459,[c]​ y la relación entre ambas familias había sido cordial durante años, pero Lorenzo tenía otra forma de gobierno más excluyente, y entre los Pazzi (especialmente Francesco) comenzó a difundirse la idea de que no se les trataba con el honor que merecían.

Especialmente relevante fue el caso de que cuando murió Giovanni Borromeo, su cuantiosa herencia debería pasar a manos de su hija Beatrice Borromeo, esposa de Giovanni de Pazzi, pero Carlo Borromeo, sobrino del difunto, abrió un pleito reclamando la herencia, y los magistrados se la concedieron apelando a una nueva ley que prohibía la transmisión hereditaria por línea femenina en casos de abintestato.[8][9][10]

Pedro Berruguete: retrato de Sixto IV.

Sixto IV y Girolamo Riario[editar]

Más relevantes eran los desencuentros de los Médici con el papa Sixto IV. En los primeros años de su pontificado, Lorenzo había sido recibido cordialmente en Roma,[11][12]​ el Banco Médici dirigido por su tío Giovanni Tornabuoni había recibido la administración de las finanzas de la Santa Sede y se le hicieron nuevas concesiones sobre las pingües minas de alumbre[d]​ de Tolfa,[13]​ pero las cosas cambiaron en los años siguientes: en 1472 Lorenzo había aprovechado la ayuda militar que el papa le había enviado en su guerra contra Volterra para destruir la ciudad; en 1475 había apoyado a Niccolò Vitelli en la conquista de Città di Castello, que pertenecía a los Estados Pontificios, y en 1477 a Carlo Fortebraccio contra Siena. El papa quitó las finanzas de la Santa Sede a los Médici para entregarla a los Pazzi.[14][15][16]

Por otro lado, en 1473 el papa había comprado al duque de Milán Galeazzo María Sforza la ciudad de Ímola y la había infeudado en los Estados Pontificios entregando la signoria a su sobrino Girolamo Riario.[17]​ Lorenzo había intentado impedir la operación, y Riario sospechaba que tras la muerte de su tío los florentinos atacarían su ciudad, y buscaba la manera de adelantárseles.

El arzobispo Salviati[editar]

Emparentado con los Pazzi[e]​ y bajo la protección del papa estaba Francesco Salviati. Tras la muerte de Pietro Riario en 1474, Salviati estuvo propuesto para sucederle como arzobispo de Florencia, pero por la importancia política del obispado, Lorenzo de Médici se opuso a ello, poniendo en su lugar a su cuñado Rinaldo Orsini. Pocos meses después murió el arzobispo de Pisa Filippo de Médici; Sixto IV nombró a Salviati en su lugar, pero nuevamente Lorenzo se opuso a su toma de posesión de la diócesis, proponiendo para el cargo a su antiguo tutor Gentile de' Becchi, y le prohibió el ingreso en la ciudad durante dos años.[18][19][f]

La conspiración[editar]

Quién fuera el primero que concibió el pensamiento de procurar un cambio del sistema de gobierno en Florencia, por medio de un brutal y sangriento atentado, es cosa incierta.[20]

Los preparativos[editar]

Riario encargó la cobertura militar de la conjura a Giovanni Battista de Montesecco, reputado condotiero al servicio de la Santa Sede. Montesecco viajó a Florencia, donde se entrevistó con Jacopo de Pazzi, que a pesar de su reticencia inicial terminó por unirse a la conjura el conocer el apoyo del papa a la misma. En un encuentro posterior mantenido en Roma entre Sixto IV, Riario y Montesecco, el papa dispuso que los Médici debían ser apartados del gobierno de Florencia, aunque dejando claro que no debían morir.[21][22]

A la conjura se unieron el comerciante Bernardo Bandini; Antonio Maffei, escritor apostólico que servía en casa de Francesco de Pazzi, y Stefano de Bagnone, que enseñaba latín a su hija Caterina; Napoleone Franzesi, de la casa de Guillermo de Pazzi; Jacopo Salviati, hermano del arzobispo, otro Jacopo, su sobrino, y Jacopo Bracciolini,[g]​ secretario del cardenal. Los condottieri Giovanfrancesco da Tolentino y Lorenzo Giustini estarían con sus tropas en Romagna y Arezzo, prestos a llegarse a Florencia.[23]

Rafael Sanzio: el cardenal Raffaelle Riario.

Rafael Sansoni Riario, sobrino del papa, había sido creado cardenal el año anterior con diecisiete años; estudiante en la Universidad de Pisa, en enero de 1478 fue nombrado legado en Umbría, y en abril atravesó Florencia de camino a su legación, llevando consigo un numeroso séquito y la escolta de los hombres de Montesecco. La idea original de los conjurados era envenenar a los Médici durante un banquete ofrecido en honor del cardenal, pero cambiaron sus planes al enterarse de que Giuliano no asistiría por encontrarse indispuesto. Se concertaron para ejecutarlo durante la celebración de la misa que tendría lugar al día siguiente. Francesco de Pazzi y Bernardo Bandini deberían ser los encargados de asesinar a Giuliano; la muerte de Lorenzo se cometió a Montesecco, pero este se negó alegando el sacrilegio de cometer un homicidio en un lugar sagrado, y la tarea se encomendó a Antonio Maffei y Stefano da Bagnone, «que por práctica y por carácter eran ineptísimos para tal empresa».[24]

El atentado[editar]

El atentado se produjo cerca de las 14:00 horas del domingo 26 de abril de 1478 durante la celebración de la misa en Santa María del Fiore.[h]​ El relato de los hechos es confuso, dado la sorpresa y rapidez con que se produjeron; entre los asistentes más cercanos se extendió el pánico, y los que estaban lejos pensaron que el alboroto era debido al desplome del techo de la iglesia.[25]​ Según los testigos presenciales,[26]​ a una señal convenida[27]​ Bandini dio una cuchillada en el pecho a Giuliano, y Francesco de Pazzi lo apuñaló repetidas veces[28]​ con tal furia que se autolesionó en una pierna; Maffei y Bagnone atacaron a Lorenzo, que con la ayuda de sus acompañantes consiguió refugiarse en la sacristía del templo con solo una pequeña herida en el cuello; Francesco Nori resultó muerto al interponerse entre Bandini y Lorenzo.

Bernardo Bellotto: la Plaza de la Señoría, con el palacio al fondo. (1740).

Al mismo tiempo Francesco Salviati con su hermano Jacopo, su sobrino Jacopo Bracciolini y varios hombres más, entre ellos cinco hermanos perusinos apellidados Graziani[29]​ que servían en la casa de Pazzi, fueron al Palacio de la Señoría con la intención de matar el gonfaloniero de justicia[i]​ Cesare Petrucci,[30]​ pero receloso de sus intenciones y con el apoyo de la guardia del palacio, Petrucci consiguió rechazar el ataque y cerrar el edificio a sus atacantes, que se retiraron. Jacopo de Pazzi, con unos cien hombres, acudió a la Plaza de la Señoría e intentó alentar a la población a unirse a la revuelta, pero los florentinos se declararon abiertamente a favor de los Médici. La conspiración había fracasado; Giovanfrancesco da Tolentino y Lorenzo Giustini llegaron con sus tropas hasta las murallas de Florencia, pero viendo el estado de las cosas se retiraron sin entrar en la ciudad.[31][32][33][34]

La represalia[editar]

Pocas horas después una muchedumbre asaltó el palacio Pazzi y capturó al arzobispo Salviati, a su hermano, a su sobrino y a Francesco de Pazzi, que fueron ahorcados en las ventanas del palacio de la señoría junto a varios de sus acompañantes. El resto de los conjurados fueron cayendo a lo largo de los días siguientes: Montesecco fue detenido e interrogado, y tras redactar una confesión de los hechos[21]​ fue decapitado el día 28.[j]​ A Maffei y Bagnone, que habían tomado asilo en la Badia Fiorentina, les cortaron las narices y las orejas antes de colgarlos.

Odoardo Borrani: El cadáver de Jacopo de' Pazzi (1864).

Jacopo de Pazzi huyó con la intención de cruzar los Alpes, pero fue capturado, devuelto a Florencia y ahorcado junto a su sobrino Renato ("que era sin duda alguna inocente"[35]​). Las autoridades ordenaron que el cuerpo de Jacopo, inicialmente sepultado en la iglesia de la Santa Cruz, fuera trasladado fuera de los muros de la ciudad, pero un grupo de muchachos volvió a desenterrarlo de aquí para exhibirlo por la ciudad y arrojarlo al río Arno desde el puente Rubaconte.[k]

El número de muertos, entre linchados por el populacho y ejecutados por orden de la justicia, se calculó en unos ochenta hombres, entre ellos varios eclesiásticos del séquito del cardenal y del del arzobispo.[36][37][38][39][40][33][41][42][43][44][45]

El hermano de Francesco, Giovanni, y sus primos Andrea, Niccolò, Leonardo, Giovanni y Galeotto, no participaron en la conjura pero presumiblemente conocían su existencia, y por ello fueron condenados a cadena perpetua, repartidos entre la cárcel de Stinche y la roca de Volterra. Su otro hermano, Guillermo (casado con una Médici), fue desterrado.[46]​ Sobre la casa de Pazzi se dictó un decreto de damnatio memoriae, confiscando sus propiedades, prohibiendo la exhibición de sus escudos y penalizando los matrimonios con miembros de esta familia.

Bandini consiguió huir hasta que fue localizado en Constantinopla, extraditado a Florencia y ahorcado en diciembre de 1479. Franzesi, que también logró escapar, murió de peste también en 1479 en el campo militar del duque de Calabria.

Al cardenal Raffaelle Riario se le consideró ignorante de la conjura, dada su juventud. Fue encarcelado.

Consecuencias[editar]

La excomunión de Lorenzo[editar]

La muerte del arzobispo Salviati y la de varios prelados, y la prisión del cardenal, violando la inmunidad eclesiástica de la que debían gozar, fue el argumento principal que el papa adujo para sus acciones posteriores. La residencia del embajador florentino en Roma Donato Acciaiuoli fue allanada por orden de Girolamo Riario. El 24 de mayo llegó a Florencia el obispo de Perugia Giacomo Vannucci con cartas del cardenal Guillaume d'Estouteville[47]​ reclamando la liberación del cardenal Riario, a lo que los florentinos se negaron. Sixto IV promulgó una bula en la que declaraba la excomunión contra Lorenzo y contra las autoridades de Florencia, exigía su destierro, la satisfacción por la muerte de los eclesiásticos y la liberación del cardenal, y amenazaba a los florentinos con el entredicho en caso de desobediencia.[48]

En Florencia la reputación de Lorenzo salió favorecida: las instituciones y el pueblo se volcaron en su apoyo.[49][50]​ La república respondió ignorando las órdenes pontificias y publicando un documento titulado Synodus florentina,[51]​ compilación de un supuesto sínodo[52]​ en el que el clero florentino rechazaba el entredicho.

El cardenal Riario fue liberado el 12 de junio. El día siguiente llegó a Siena, "más muerto que vivo por el mucho miedo que había pasado",[53]​ y el 20 a Roma.

La guerra de Toscana[editar]

Guerra de Toscana
Fecha Julio de 1478 - noviembre de 1480
Lugar Toscana
Casus belli Ejecución del arzobispo Salviati y otros eclesiásticos
Beligerantes
Estados Pontificios
Nápoles
Siena
Florencia
Venecia
Milán
Comandantes
Alfonso II de Nápoles
Federico da Montefeltro
Ercole d'Este
Federico Gonzaga
Gian Giacomo Trivulzio
Niccolò di Pitigliano
Niccolò Vitelli
Roberto Malatesta

En julio de 1478 empezó la guerra. El ejército de los Estados Pontificios dirigido por el duque de Urbino Federico da Montefeltro, aliado con el que envió el rey de Nápoles Ferrante I bajo el mando de su hijo el duque de Calabria Alfonso II y con el de la República de Siena, entraron en Toscana. El papa también pidió la ayuda del emperador Federico III del Sacro Imperio Romano Germánico y contrató a los mercenarios suizos.

La República de Florencia buscó la alianza de la de Venecia y del Ducado de Milán, al frente de cuyos ejércitos se puso al duque de Ferrara Ercole de'Este.[54][l]​ El rey Luis XI de Francia, alineado con estos, amenazó con la convocatoria de un concilio contra la autoridad papal buscando crear un cisma en la Iglesia; Eduardo IV de Inglaterra también apoyó a la liga florentina, llamando a la paz.

La guerra no pintaba bien para los florentinos: la falta de disciplina entre sus tropas, la escasez de dinero en la república, la peste que se extendió por la ciudad, la tibieza de los venecianos en la ayuda militar, las correrías de Roberto Sanseverino en Pisa, la enemistad surgida entre el duque de Ferrara y el de Mantua, y los problemas internos de Milán, donde Ludovico el Moro intentaba quitar el gobierno a la regente Bona de Saboya, hicieron imposible el avance. Aunque inicialmente hicieron algunos progresos en Perugia, los pontificios y napolitanos tomaron Radda, Castellina, Monte San Savino, Cacchiano, Casole d'Elsa, Certaldo, Castelfiorentino, Poggibonsi y Colle di Val d'Elsa.[55][56][57][58][59][60]

Incapaz de imponerse por la vía militar, en diciembre de 1479 Lorenzo viajó a Nápoles para ponerse en manos del rey Ferrante, que tres meses después le dejó marchar como su aliado, habiendo firmado un acuerdo en el que se estipulaba la conservación mutua de ambos estados, el pago de cierta cantidad de dinero al duque de Calabria y la liberación de los Pazzi todavía presos.[m]​ La devolución de las plazas ocupadas durante la guerra quedaba al arbitrio del rey Ferrante.

El acuerdo de paz bilateral entre Florencia y Nápoles no fue del agrado ni de Venecia ni de la Santa Sede, aliados de uno y otro respectivamente, pero la conquista de Otranto por los turcos del sultán Mehmed II en el verano de 1480 vino a desviar la atención del conflicto en Toscana para centrarla en el peligro de las guerras otomanas en Europa y en la necesidad de unidad entre todos los estados italianos. En diciembre de 1480 una comisión de doce embajadores florentinos encabezada por Francesco Soderini[61]​ viajó a Roma para pedir perdón al papa, que absolvió a la república de todas las censuras eclesiásticas a cambio de su ayuda militar contra los turcos. El rey Ferrante devolvió a los florentinos todas las plazas conquistadas por los napolitanos durante la guerra.[62][63][64][65][66][67][68]

Leonardo da Vinci, dibujo del cadáver del conjurado Bernardo Bandini Baroncelli (29 de diciembre de 1479).

En la ficción[editar]

La conspiración de los Pazzi ha servido de inspiración a diversas novelas, obras teatrales, series de televisión y videojuegos, entre otras:

Notas[editar]

  1. De oro, seis roeles en orla, cinco de gules y el del jefe de azur con tres flores de lis de oro.
  2. De azur, sembrado de cruces recrucetadas y fijadas de oro, a dos delfines adosados de lo mismo, crestados y orejados de gules.
  3. Por medio de este matrimonio, Francesco de Pazzi y Lorenzo de Médici eran concuñados.
  4. El alumbre era un mordiente usado para fijar los tintes, esencial en la industria textil florentina.
  5. El padre del arzobispo, Bernardo Salviati, y la madre de Jacopo de Pazzi, Caterina Salviati, eran hermanos, hijos de Jacopo Salviati y Albiera Gucci.
  6. Pisa perteneció a la República de Florencia desde que Gabriele Maria Visconti se la vendió en 1406 hasta la fundación de la segunda república en 1494.
  7. Era hijo de Poggio Bracciolini.
  8. En las crónicas contemporáneas se la llama la iglesia de Santa Reparata, que era su antiguo nombre.
  9. El gonfaloniero de justicia era el presidente del colegio de priores o colegio de los ocho, tribunal supremo de justicia y gobierno de Florencia.
  10. Montesecco fue decapitado como soldado, en lugar de ser ahorcado como traidor. Se consideraba una muerte menos ignominiosa.
  11. El puente Rubaconte fue destruido durante la II guerra mundial. El actual Ponte alle Grazie fue inaugurado en 1957.
  12. El duque de Ferrara Ercole de'Este y el de Calabria Alfonso II, capitanes generales de ambos bandos, eran cuñados.
  13. Aunque libres, los Pazzi solo consiguieron volver a Florencia tras la caída de los Médici en 1494.

Referencias[editar]

  1. Maquiavelo, pp. 328-329.
  2. Guicciardini, pp. 24-25.
  3. Roscoe, pp. 113 y 423-427.
  4. Guicciardini, pp. 27-28.
  5. Creighton, p. 73.
  6. Pastor, p. 273.
  7. Bonucci, p. 26, trae su árbol genealógico.
  8. Roscoe, 140-141.
  9. Maquiavelo, pp. 360-362.
  10. Bonucci, pp. 7-8.
  11. Pastor, pp. 196-197.
  12. Roscoe, pp. 122-123 y 427.
  13. Zippel, pp. 402-413. El contrato entre los Médici y la Cámara Apostólica, en pp. 455-458.
  14. Conti, pp. 8-22.
  15. Maquiavelo, pp. 343-348.
  16. Pastor, pp. 265-273.
  17. Roscoe, p. 128, da por sentado que Girolamo y Pietro Riario eran hijos del papa.
  18. Orfali.
  19. Pastor, pp. 267-268.
  20. Pastor, p. 274.
  21. a b Montesecco, 509-520. La confesión de Montesecco, escrita el día antes de su ejecución, es el único documento que muestra el grado de participación del papa en la conjura.
  22. Pastor, pp. 274-278. Pastor sigue aquí la confesión de Montesecco.
  23. Poliziano, pp. 28-47.
  24. Maquiavelo, p. 369.
  25. Pastor, p. 281.
  26. De todos los narradores, solo Poliziano y Strozzi se encontraban en la iglesia en ese momento.
  27. El momento exacto del ataque difiere según las versiones. Cfr. Bonucci, pp. 51-53.
  28. Poliziano, p. 79, cuenta que el cuerpo de Giuliano tenía 29 heridas.
  29. El anónimo, p. 91, trae los nombres de los cinco hermanos Graziani.
  30. El anónimo, pp. 91-92, trae los nombres de los ocho magistrados que en aquella época formaban el colegio de priores.
  31. Maquiavelo, pp. 370-375.
  32. Poliziano, pp. 49-65.
  33. a b Strozzi, pp. 520-523.
  34. Maffei, p. LI. Raffaello Maffei era hermano de Antonio, el conjurado.
  35. Pastor, p. 284.
  36. Maquiavelo, pp. 375-379.
  37. Poliziano, pp. 65-83.
  38. El anónimo, pp. 91-94, detalla incluso en qué ventana se colgó a cada uno.
  39. Sangallo, pp. 95-97.
  40. Rosselli, pp. 98-100.
  41. Carlo da Firenzuola, pp. 106-109.
  42. Matteo Toscano, podestà de Florencia, pp. 109-118.
  43. Landucci, pp. 17-36.
  44. Rinuccini, pp. CXXVII-CXXVIII.
  45. Bonucci, pp. 194-197, lista los fallecidos cuyos nombres se conocen.
  46. Litta.
  47. La carta de Estouteville, en Fabroni, II, pp. 116-117.
  48. La bula de excomunión Iniquitatis filius, en Fabroni, II, pp. 121-129.
  49. Guicciardini, p. 43.
  50. Maquiavelo, pp. 384-385.
  51. Synodus florentina, en Fabroni, II, pp. 136-166.
  52. Pastor, p. 289; Fabroni; Capponi, II, p. 385; y Creighton, III, p. 287, sospechan que el sínodo no se celebró realmente, sino que fue una invención de Gentile de Becchi.
  53. Allegretti, p. 784.
  54. Canestrini, Giuseppe, ed. (1851). «Convenzioni per la condotta d'Ercole d'Este». Archivio Storico Italiano (en italiano) (Florencia) XV: 156-164. 
  55. Allegretti, pp. 784-797.
  56. Maquiavelo, pp. 385-407.
  57. Guicciardini, pp. 44-54
  58. Pastor, pp. 283-301.
  59. Gregorovius, pp. 261-265.
  60. Reumont, I, pp. 337-358.
  61. Gherardi, p. 26, y Guicciardini, p. 61, listan los nombres de los embajadores florentinos.
  62. Conti, pp. 106-114.
  63. Maquiavelo, pp. 408-413.
  64. Gherardi, pp. 26-29.
  65. Guicciardini, pp. 55-62.
  66. Capponi, pp. 135-141.
  67. Pastor, pp. 300-307.
  68. Setton, pp. 364-370.

Bibliografía[editar]

Fuentes primarias[editar]

Fuentes secundarias[editar]