Ciencia marginal

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La ciencia marginal comprende teorías o ideas altamente especulativas o basadas en premisas ya refutadas[1]​. Dichas teorías suelen ser propuestas por individuos ajenos a la academia científica tradicional o investigadores de disciplinas no relacionadas[2]​. Aunque algunas pueden ser probadas mediante el método científico, otras incluyen hipótesis ad hoc sin sustento[3]​.

Naturaleza y aceptación[editar]

El término "ciencia marginal", a veces percibido peyorativamente, engloba propuestas que, pese a su carácter inusual, se fundamentan en principios científicos establecidos. Dichas propuestas pueden ser defendidas por científicos reconocidos en la comunidad académica, aunque no siempre es el caso.

Según Michael W. Friedlander, "es crucial para el avance científico evaluar rigurosamente las ideas marginales, ya que algunas pueden eventualmente integrarse en el conocimiento científico establecido"[4]​. La distinción entre ciencia marginal y pseudociencia es motivo de debate; numerosos científicos consideran la ciencia marginal como racional pero poco probable, y su aceptación puede verse obstaculizada por datos incompletos o contradicciones[5]​.

Descripción[editar]

La ciencia marginal abarca desde hipótesis novedosas, susceptibles de ser probadas mediante el método científico, hasta teorías más especulativas y con fundamentos menos sólidos. A pesar de su divergencia de las corrientes científicas convencionales, estas teorías no contradicen necesariamente los principios científicos establecidos[1]​. Steven I. Dutch ha señalado: "Las ideas marginales, aunque a menudo inverosímiles, son esenciales para el progreso científico, ya que algunas pueden integrarse eventualmente en el conocimiento científico establecido"[6]​. Por otra parte, Lyell D. Henry, escribió que «ciencia marginal [es] un término que sugiere también excentricidad».

Distinción con la Pseudociencia[editar]

La distinción entre ciencia marginal y pseudociencia es un tema de continuo debate. Muchos científicos ven la ciencia marginal como racional pero poco probable de producir resultados significativos por evidencias incompletas o contradictorias[7]​. Barry L. Beyerstein afirmó: "A diferencia de la ciencia marginal, la pseudociencia se caracteriza por la falta de método científico, generando así resultados infundados"[7]​.

Diferencias con la ciencia especulativa[editar]

Hans Reichenbach considera la especulación como el período de transición en el que los filósofos formulan preguntas que aún no pueden responder con los medios lógicos existentes.[8]​ Por su parte Alfred North Whitehead considera que la especulación permite "que el pensamiento funcione creativamente hacia el futuro; y logra esta tarea al ver ideas que abarcan lo observable."[9]​. La ciencia marginal se mantiene arraigada en principios científicos y explora áreas menos conocidas, mientras que la ciencia especulativa se aventura en ideas más teóricas que tratan de explicar observaciones anómalas que no pueden explicarse con las teorías vigentes.

Por ejemplo, la hipótesis de los universos paralelos en física cuántica se encuentra más cerca del concepto de ciencia especulativa, ya que propone la existencia de realidades múltiples y simultáneas más allá de nuestra capacidad empírica actual de comprobación. En contraste, las investigaciones sobre la posibilidad de una quinta fuerza fundamental en física, que iría más allá de las cuatro fuerzas fundamentales conocidas (gravedad, electromagnetismo, fuerza nuclear fuerte y débil), representan un área de ciencia marginal al existir ciertas evidencias aunque sin haber logrado un consenso científico suficiente.

Evolución y Aceptación Histórica[editar]

Teorías inicialmente marginadas han sido posteriormente aceptadas por la comunidad científica. Un ejemplo es la deriva continental de Alfred Wegener, que, siendo en su tiempo una teoría marginal, es ahora fundamental en la geología moderna[10]​. David Bell comentó sobre este fenómeno: "Teorías que desafían la comprensión convencional pueden requerir décadas para ser plenamente aceptadas, como ocurrió con la deriva continental"[11]​.

Teorías aceptadas como ciencia principal[editar]

Algunas teorías que inicialmente fueron rechazadas como ciencia marginal, pero que finalmente fueron aceptadas como ciencia principal, incluyen:

Teorías refutadas[editar]

  • Teoría del éter luminífero: Antes del desarrollo de la teoría de la relatividad de Einstein, se pensaba que un medio llamado éter luminífero era necesario para la propagación de la luz a través del espacio. Los experimentos de Michelson y Morley en el siglo XIX no pudieron detectar este éter, lo que llevó a su refutación.
  • Generación espontánea: Esta teoría sostenía que la vida podía surgir espontáneamente de la materia inerte. Fue refutada en el siglo XIX por experimentos realizados por científicos como Louis Pasteur, quien demostró que estos fenómenos eran originados por microorganismos vivos.
  • Flogisto: Se postulaba que este elemento era liberado durante la combustión. Esta teoría fue refutada por Antoine Lavoisier en el siglo XVIII, quien demostró que la combustión implica la reacción con oxígeno.
  • Geocentrismo: Idea ampliamente aceptada hasta que Copérnico, Galileo y Kepler proporcionaron evidencia del heliocentrismo, mostrando que la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol.
  • La Teoría de la Herencia de los Caracteres Adquiridos: Propuesta por Jean-Baptiste Lamarck, esta teoría sugería que los organismos podían pasar a sus descendientes características adquiridas durante su vida. Los descubrimientos en 1960 del ARN mensajero (Jacob y Monod) y del código genético (Nirenberg y Khorana) confirmaron con evidencias bioquímicas el dogma central de la genética que se había formulado dos años antes. El flujo unidireccional desde el ADN a través del ARN hasta las proteínas y las evidencias de los experimentos de Avery, MacLeod y McCarty (1944), que demostraron que las características genéticas están radicadas en el ADN, refutan de forma insoslayable la teoría principal del Lamarckismo.

Ejemplos[editar]

Ejemplos contemporáneos[editar]

  • Aubrey de Grey, destacado en un reporte de 60 Minutes en 2006[18]​, investiga la longevidad humana y su proyecto "SENS" (Strategies for Engineered Negligible Senescence). Muchos científicos tradicionales[19]​ consideran que sus enfoques, especialmente sobre epimutaciones nucleares y terapias antienvejecimiento, son ejemplos de ciencia marginal. Según Technology Review, "la SENS es altamente especulativa, aguardando verificación independiente y no obliga la aprobación de muchos científicos, pero no se ha demostrado su error".[20]
  • Los químicos Martin Fleischmann y Stanley Pons informaron, en marzo de 1989, acerca de una reacción nuclear, llamada fusión fría, que se produce a temperatura y presión ambientales. Hasta ese momento, numerosos esfuerzos de investigación no lograron replicar esos mismos resultados.[21]​ Posteriormente, un gran número de científicos han trabajado en la fusión fría o han participado en conferencias internacionales acerca del tema. En 2004, el Departamento de Energía de los Estados Unidos decidió echar otro vistazo a la fusión fría con la ayuda de un grupo de investigadores, a fin de determinar si había nuevas evidencias que obligaran a modificar las políticas relativas al tema.
  • La teoría del origen inorgánico del petróleo propone que este se formó de depósitos de carbono profundos, quizás desde la formación de la Tierra. La presencia de hidrocarburos en el sistema solar sugiere mayores reservas de petróleo terrestre, posiblemente originadas por fluidos de carbono del manto terrestre. Revitalizada en el siglo XX por científicos rusos y ucranianos, y difundida por Thomas Gold en _The Deep Hot Biosphere_ (1999), esta hipótesis aborda los biomarcadores en petróleo.[22]
  • La teoría de los circlones de Jim Carter[23][24]

Ejemplos históricos[editar]

Tácticas de refutación[editar]

Michael W. Friedlander sugiere algunas directrices para responder a la pseudociencia y a la ciencia marginal, y plantea que lo de estas ciencias es un problema más difícil de manejar «al menos en lo que respecta al procedimiento» que una simple mala conducta científica. Sus tácticas sugeridas incluyen una asertividad impecable, revisar las fuentes citadas sin sobrevalorar la ciencia ortodoxa, una comprensión completa del ejemplo de la deriva continental de Wegener, ejemplos de ciencia ortodoxa donde se investiguen propuestas y ejemplos preparados de errores de científicos marginales.[34]

Controversias[editar]

Sin embargo, epistemólogos han notado que estos esfuerzos motivados por la religión tienen sus raíces, generalmente, en malentendidos de la ciencia: el método científico suele ser considerado como un diálogo sin fin que apunta al debate perpetuo y la duda, y no hacia conclusiones inviolables. Como afirma Donald E. Simanek: «Con mucha frecuencia las hipótesis especulativas y tentativas de vanguardia son tratadas como si fueran verdades científicas y así aceptadas por un público ansioso de respuestas», ignorantes del hecho de que, «a medida que la ciencia progresa de la ignorancia hacia la compresión, debe pasar por una fase transitoria de confusión e incertidumbre».[35]

La prensa también desempeña un papel importante en la creación y propagación de la opinión de que ciertos campos de estudio científicos generan controversia. En el texto Optimización de la comprensión pública de la ciencia: una perspectiva comparada, de Jan Nolin y colaboradores, los autores afirman que «Desde una perspectiva de los medios de comunicación, es evidente que la ciencia vende controversia, no solo por su valor dramático, sino también porque suele estar conectada a asuntos sociales.»[36]

Cultura popular[editar]

La serie de televisión estadounidense Fringe se ocupa de este tema de una manera dramática, si bien no se limita a la ciencia marginal, ya que también emplea conceptos de pseudociencia, como la psicokinesis y la criónica o de ciencia especulativa como la teleportación o los multiversos.

Hay varios libros de ensayo y ficción asociados con conceptos de ciencia límite y que han alcanzado alta popularidad entre otros:

Referencias[editar]

  1. a b Dutch, Steven I (January 1982). «Notes on the nature of fringe science». Journal of Geological Education 30 (1): 6-13. Bibcode:1982JGeoE..30....6D. ISSN 0022-1368. OCLC 427103550. doi:10.5408/0022-1368-30.1.6. ERIC EJ260409. 
  2. National Geographic Society (U.S.) (1967). Eastern Soviet Union. The Society. OCLC 4230938. 
  3. Isaac Asimov (1980). Left Hand of the Electron. Bantam Books. ISBN 978-0-440-94717-2. 
  4. Beyerstein, Barry L. (July 1995). «Distinhuishing Science from Pseudoscience». INFOMED - Red de Salud de Cuba. 
  5. The quest for immortality: Want to live 500 years? One scientist says it may be possible one day. CBS News. 28 de diciembre de 2005. 
  6. Dutch, Steven I (January 1982). «Notes on the nature of fringe science». Journal of Geological Education. 
  7. a b Beyerstein, Barry L. (July 1995). «Distinguishing Science from Pseudoscience». INFOMED - Red de Salud de Cuba. 
  8. Hans Reichenbach: Der Aufstieg der wissenschaftlichen Philosophie. Friedrich Vieweg & Sohn Verlag, Braunschweig 2. Aufl. 1968 (The Rise of Scientific Philosophy. University of California Press, Berkeley and Los Angeles 1951). S. 6.
  9. Alfred North Whitehead: Die Funktion der Vernunft. Reclam, Stuttgart 1974, S. 68.
  10. David Bell (December 1999). «Secret science». Science and Public Policy 26 (6): 450. doi:10.1093/spp/26.6.450. 
  11. David Bell (December 1999). «Secret science». Science and Public Policy. 
  12. Bell, David, 2005, Ciencia, Tecnología y Cultura, Open University Press, p. 134, ISBN 978-0-335-21326-9
  13. Oreskes, Naomi (2003), Tectónica de placas: una historia interna de la teoría moderna de la Tierra p. 72
  14. Conklin, Wendy (2005) Misterios en la Historia: Historia Antigua p. 39
  15. Hunt, Patrick (2007) Diez Descubrimientos Que Reescribieron la Historia
  16. JDobrzycki J Editor (1973) La recepción de la teoría heliocéntrica de Copérnico p. 311
  17. Beyerstein, Barry L. (julio de 1995). «Distinguiendo la ciencia de la pseudociencia». www.sld.cu. p. 17. Consultado el 27 de septiembre de 2017. 
  18. «The quest for immortality: Want to live 500 years? One scientist says it may be possible one day». CBS News. 28 de diciembre de 2005. 
  19. Warner, H. (Nov 2005). EMBO Reports. ISSN 1469-221X. PMC 1371037. PMID 16264422. doi:10.1038/sj.embor.7400555. 
  20. Pontin, Jason (11 de julio de 2006). «Is defeating aging only a dream?». Technology Review. Archivado desde el original el 11 de septiembre de 2012. Consultado el 29 de agosto de 2015. 
  21. «A report from the American Physical Society spring meeting – 1–2 May 1989 Baltimore, MD Special session on cold fusion». Consultado el 14 de abril de 2009. 
  22. Geoffrey P. Glasby (Octubre de 2005). «Abiogenic Origin of Hydrocarbons: An Historical Overview» (en inglés). 
  23. [Freeman Dyson, "Science on the Rampage", New York Review of Books, April 5, 2012, http://www.nybooks.com/articles/archives/2012/apr/05/science-rampage-natural-philosophy/ Artículo de Freeman Dyson acerca del libro de Margaret Wertheim acerca de la ciencia marginal, específicamente acerca Jim Carter (Consultado 29 de agosto 2015) (en inglés)]
  24. [Margaret Wertheim, "Jim Carter", Physics on the Fringe website, http://physicsonthefringe.com/page/about-jim-carter Sobre Jim Carter (en inglés)]
  25. a b c «Géométrie hyperbolique» |url= incorrecta con autorreferencia (ayuda) (en francés). Consultado el 18 de noviembre de 2023. 
  26. «Dos científicos encarcelados; Pareja condenada en Maine por venta de 'Acumuladores'». The New York Times. 12 de marzo de 1957. Consultado el 31 de marzo de 2015. 
  27. Williams, William F. (2000). Enciclopedia de la Pseudociencia: Desde Abducciones Alienígenas hasta Terapia de Zona. Facts on File. pp. 36, 55, 68, 248-249, 298-299. ISBN 081603351X. 
  28. Gordin, Michael D. (2012). Las Guerras de la Pseudociencia: Immanuel Velikovsky y el Nacimiento de la Ciencia Moderna Marginal. University of Chicago Press. pp. 158-159. ISBN 978-0226101729. 
  29. Klee, Gerald D. (2005). «LA RESURRECCIÓN DE WILHELM REICH Y LA TERAPIA DEL ORGÓN». The Scientific Review of Mental Health Practice 4 (1). 
  30. Simon, Matt (26 de noviembre de 2014). «Fantásticamente Equivocado: ¿Por Qué el Cielo es Azul? Está Lleno de Energía Sexy, por Supuesto». Wired. Consultado el 31 de marzo de 2015. 
  31. «Energía Orgón». Zephyr Technology. Archivado desde el original el 13 de julio de 2017. Consultado el 31 de marzo de 2015. 
  32. Pauling, Linus (1987). How to Live Longer and Feel Better (1 edición). New York: Avon Books. OL 18076125M. 
  33. Barret, Steven, MD (14 de septiembre de 2014). «The Dark Side of Linus Pauling's Legacy». www.quackwatch.org. Archivado desde el original el 4 de septiembre de 2018. Consultado el 18 de diciembre de 2018. 
  34. Friedlander, Michael W. (1989). At the Fringes of Science. Westview Press. ISBN 0-8133-0772-3.
  35. Simanek, Donald. «Cutting edge science». Archivado desde el original el 19 de marzo de 2008. Consultado el 1 de abril de 2008. 
  36. Nolin, Jan. «Optimising public understanding of science: A comparative perspective». p. 632. Archivado desde el original el 12 de septiembre de 2008.