Catedral de La Magdalena (Getafe)

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Catedral de La Magdalena de Getafe
bien de interés cultural
Localización
País España
División Getafe
Dirección Bandera de España Getafe, España
Coordenadas 40°18′14″N 3°43′45″O / 40.303992, -3.729199
Información religiosa
Culto Iglesia católica
Diócesis Getafe
Orden Clero secular
Advocación Santa María Magdalena
Historia del edificio
Fundación siglo XIVjuliano
Construcción Siglo XIV-1770
Arquitecto Alonso de Covarrubias
Datos arquitectónicos
Tipo Catedral
Estilo Renacentista, mudéjar, barroco
Identificador como monumento RI-51-0001260
Año de inscripción 9 de mayo de 1958
Sitio web oficial
Trazas del pórtico y torres de la Catedral hechas por Juan Gómez de Mora en 1639.

La Catedral de Santa María Magdalena es la catedral de la ciudad de Getafe y sede de la Diócesis de Getafe (Comunidad de Madrid, España).

La iglesia está ubicada en el barrio Centro de Getafe, concretamente en la plaza de La Magdalena. Sus arquitectos fueron Alonso de Covarrubias y Juan Gómez de Mora. Comenzó su construcción en 1549 y se finalizó en 1770. Los estilos predominantes son el Renacentista, el Barroco y el Mudéjar de su torre, correspondiente a un templo anterior. Está considerado como uno de los mejores ejemplares de la arquitectura renacentista en la Comunidad de Madrid.

Historia

Ventana mudéjar del siglo XIV. Está situada en el cuerpo bajo de la torre.

Esta iglesia se levanta sobre una antigua iglesia mudéjar construida a mediados del siglo XIV. De ésta se conserva solo la torre noroeste de base cuadrada, realizada en ladrillo y mampostería, a la que se añadió en 1660 el chapitel de pizarra, obra de Juan Gómez, Manuel Sánchez y Juan Valtierra, maestros de carpintería residentes en Madrid. Sigue el estilo clásico de los chapiteles difundidos en el Madrid de los Austrias, y se levanta sobre un cuerpo de campanas poco antes reconstruido respetando el original mudéjar. Las primeras campanas se encargaron en 1566 al campanero toledano Juan del Cerro.

El aumento de la población de Getafe en los siglos XV y XVI hizo que la antigua iglesia se quedara pequeña, siendo derribada en 1549 para construir otra mayor sobre el mismo solar.

Alonso de Covarrubias, a instancias del cardenal de Toledo Juan Martínez Silíceo, proporcionó las trazas para el nuevo templo, por las que cobró 16 ducados de oro. Ese mismo año, en la subasta pública celebrada el 5 de febrero de 1549, la construcción de la iglesia fue adjudicada al maestro de obras Juan Francés, tras ser aceptada su oferta de 2.800 ducados de oro. Sin embargo, dos años después, sin haber pasado de los cimientos, Juan Francés ya no tenía a cargo la obra, quizá por haber fallecido en ese tiempo. Las obras proseguirán lentamente, cambiando con frecuencia los maestros encargados de ellas, hasta que en 1587 asuma la dirección el aparejador Juan Nantes. En 1590 se daba por terminada, a falta sólo de las bóvedas. Éstas se pusieron entre 1614 y 1618, pero sólo dos años después amenzaban ruina. Se pidió, entonces, un informe a Juan Gómez de Mora, arquitecto Mayor de Felipe IV, quien aconsejó derribar todo excepto la cabecera, el crucero y las torres, en vista del mal estado de las paredes, debido a la deficiente unión de las nuevas bóvedas con la vieja fábrica.

En 1622 el mismo Gómez de Mora dio las condiciones para la reconstrucción de lo que se había derribado, adjudicándose las obras a Bartolomé de Barreda, quien se comprometía a finalizarlas en un plazo de nueve años. En diciembre de 1632, aún sin concluir, se produjo un desplome parcial, ocasionando varias muertes, por lo que Barreda estuvo en prisión por un breve periodo de tiempo, siendo condenado por el Consejo Real, junto con Francisco del Río, a quien había cedido parte de las obras, a terminarlas a su costa y en toda perfección en un plazo de dos años. En 1636 se completó la cubrición de la nave y en mayo de 1639 hubo fiestas para celebrar la terminación, procediéndose al traslado del Santísimo desde la iglesia de San Eugenio. Faltaban aún, sin embargo, las torres y la portada, adjudicadas a Juan Ruiz en 1648, aunque las obras no se iniciarán hasta 1652. El mismo Juan Ruiz presentó en 1667 las trazas para la nueva sacristía, adjudicada a Francisco Moreno, maestro de obras de Getafe. Finalmente, en 1770, año que está escrito sobe la entrada principal, se realizó la nueva portada, dándose por concluidas las obras, aunque todavía en 1775 fue preciso intervenir en el coro.

En 1958 fue declarada Monumento Histórico Artístico, y al constituirse la Diócesis de Getafe en 1991 fue erigida catedral. En 2001 se inició una restauración íntegra y urgente de todo el templo debido al mal estado de conservación en que se encontraba, sbore todo la estructura. El 23 de enero de 2007 la restauración, llevada a cabo por el arquitecto José Ramón Duralde, finalizó y actualmente está abierta al público.[1]

Datos arquitectónicos

Grabado del siglo XIX de la Catedral de Getafe. Hasta la segunda mitad del siglo XX este edificio fue el más alto de Getafe.

Exterior

La fachada principal, orientada al oeste, tiene la única puerta de entrada. Está enmarcada por una portada de estilo sobrio y es el elemento más tardío de la iglesia. La pesada verja que da paso al interior del templo fue hecha en Getafe en 1770 por Francisco Manzano, maestro herrero y cerrajero del Palacio Real de Madrid. La torre norte, que es de estilo mudéjar, combina el ladrillo y la mampostería toledana, se divide en tres cuerpos, y tiene un chapitel barroco de pizarra del siglo XVII. Los dos cuerpos inferiores son la parte más antigua de la catedral ya que datan del siglo XIV. En el campanario hay dos campanas en el nivel superior y otras siete en el inferior. La más antigua de ellas data de 1541 y la más grande, que tiene un diámetro de 124 cm, pesa 1.104 kg.[2]​ La torre sur es la nueva y fue comenzada a construir en el siglo XVII. Se proyectaron dos torres, una torre gemela a la otra, no obstante la falta de presupuesto hizo abandonar la idea inicial. La cubierta del templo es a dos aguas y de teja árabe. En las fachadas laterales hay contrafuertes, los cuales son elementos propiamente góticos.

Interior

La iglesia, conforme al proyecto de Covarrubias, es de planta de salón columnaria, dividida en tres naves, con gruesos contrafuertes al exterior y ábside pentagonal. Las naves del templo están separadas por gruesas columnas toscanas que soportan arcos de medio punto. Las columnas constan de un pedestal de 1,50 m de altura, rematado en su parte superior por varios anillos de diferente grosor. Los fustes son lisos y cilíndricos, de unos 7 m de altura. Los capiteles dóricos soportan cada uno un trozo de entablamento, con un un friso, completamente ortodoxo, en el que alternan triglifos y metopas, también cilíndrico, y una cornisa cruciforme. El modelo podría haberse tomado de la traducción de los libros de Serlio. Un entablamento igual, con cornisa muy saliente dividida en bandas, recorre los muros del templo a la misma altura y a ellos se adosan semicolumnas iguales a las columnas de las naves. La nave central está cubierta por bóvedas vaídas, mientras que las laterales se cubren con bóvedas de cañón con lunetos, decoradas unas y otras con yeserías barrocas, correspondiendo a lo proyectado por Gómez de Mora. El crucero se cubre con cúpula sin tambor, apoyada directamente sobre las pechinas, y presenta gruesas nervaduras semejantes a las que se emplean en el cuarto de esfera del ábside.

La decoración en paredes y bóvedas es muy sobria y elegante. Se basa en una bicromía blanco-crema en equilibrada proporción. La cúpula se decora con pinturas al fresco del siglo XVIII que representan ocho ángeles con los símbolos de la Pasión en el casquete y los cuatro evangelistas en las pechinas.

Vista del interior de la catedral con el retablo mayor al fondo.

A continuación se enumeran algunas de sus dimensiones:

  • 57 m de longitud.
  • 25 m de anchura.
  • 19 m de altura.
  • 2 m de grosor en sus muros.
  • 1,98 x 1,57 m son sus contrafuertes en planta.
  • 9 m de anchura tiene su nave central.
  • 5,5 m de anchura tienen sus naves laterales.
  • Más de 5 m tienen sus columnas de perímetro.

Retablos y decoración

Retablo Mayor de Santa María Magdalena, de estilo Barroco.

El Retablo Mayor de Santa María Magdalena fue realizado entre los años 1612 y 1618 por Alonso Carbonel, que dio las trazas, y los escultores Antonio de Herrera y Antón de Morales, encargándose del ensamblaje Luis Navarro y más tarde, al fallecer éste, Juan de Porres. De las pinturas se encargaron en 1639 José Leonardo, Angelo Nardi y Félix Castelo, comprometiéndose cada un de ellos a entregar dos pinturas dentro de dicho año. Además de su gran importancia artística, tiene el valor histórico de ser uno de los pocos que se conservan en la Comunidad de Madrid de la primera mitad del siglo XVII. La obra es de madera dorada y policromada con una altura de 13 metros y cubre los tres lados centrales del ábside. Pertenece al tipo de retablos Barrocos en la línea del retablo de El Escorial, mixtos de pintura y escultura, característicos de la primera mitad del siglo XVII. Se compone de tres calles (verticales), con cuatro entrecalles en las que se dispone en hornacinas un apostolado de escultura, y tres cuerpos (horizontales) de órdenes dórico, jónico y corintio supepuestos, a los que se les añade un coronamiento y predela. Está dedicado a Santa María Magdalena, cuya escultura se halla en el segundo cuerpo de la calle central. En la calle central del primer cuerpo se dispone exento un tabernáculo o sagrario dedicado al Buen Pastor e inspirado en el del Monasterio de El Escorial.

La parte escultórica se completa con los bultos de la Asunción de la Virgen y el Calvario, éste en el ático flanqueado por esculturas dedicadas a San Juan Bautista y San Isidoro, con el Padre Eterno en el remate. En la predela, por último, se encuentra una serie de santos en doce relieves.

Las seis pinturas mayores situadas en la calles laterales están dedicadas a la vida de la Magdalena: Magdalena arrepentida y Magdalena unge los pies de Cristo en casa de Leví de José Leonardo; Magdalena ante e sepulcro vacío de Jesús y La predicación de la Magdalena de Félix Castelo; Noli me tangere y Asunción de la Magdalena de Angelo Nardi. Además, en lienzos menores de autor desconocido, se representan los martirios de los apóstoles acompañando a su imágenes en bulto.[3]

En los brazos del crucero se disponen dos retablos colaterales de un estilo barroco más avanzado aunque sin abandonar cierta sobriedad clasicista, dedicados a Nuestra Señora de la Paz y el Santo Nombre de Jesús. Atribuidos en el pasado a Alonso Cano, consta documentalmente que el primero fue contratado en 1644 por Salvador Muñoz, retablista y tratadista de arquitectura, en tanto el segundo, que sigue fielmente la traza del anterior, se contrató con su yerno, Gabriel Vázquez, tras el fallecimiento de Muñoz ya en 1645.[4]​ Sí pertenecen a Alonso Cano buena parte de las pinturas de estos retablos, en las que también participaron Francisco Camilo, Matías López y Sebastián Herrera Barnuevo. Son de Cano, en el retablo del Santo Nombre de Jesús, el lienzo central de La circuncisión y sendas parejas de santos: Tomás de Aquino y Gonzalo de Amarante, de pequeño tamaño y localizados en el banco a los lados del sagrario, Santa Ana con la Virgen y Santa Isabel con San Juanito en el primer cuerpo, correspondiendo a Camilo los tres lienzos restantes: Epifanía, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola. En el retablo de Nuestra Señora de la Paz pertenecen a Cano Santo Domingo de Guzmán, San Agustín y Ecce Homo en el banco, el último como puerta del sagrario, San Miguel, San José con el Niño en el primer cuerpo y La Anunciación en la calle central del segundo cuerpo. De López son las santas Isabel de Portugal y Rosa de Lima que flanquean el cuadro de La Anunciación y de Herrera Barnuevo la Adoración de los pastores del ático.[5]

El templo posee otros retablos barrocos de valor en sus naves laterales y en la sacristía, además de una cajonera de madera del siglo XVIII, diversas pinturas entre las que sobresale una del Santo Entierro, atribuida a Antonio Pereda, artista del siglo XVII. Sobre la entrada, en un balcón interior, hay un órgano barroco.

Referencias

Bibliografía

  • Madrid 2. La provincia (1982) Editorial Tania. ISBN 84-86120-03-9
  • Sánchez González, Martín (1989). De Alarnes a Getafe. Getafe: Ayuntamiento de Getafe. ISBN 505-8587-2
  • Sánchez González, Martín y José María (1998), Iglesia catedral Santa María Magdalena. Joya de Getafe, Madrid, ISBN 84-8497-546-0

Notas

  1. Noticia de la reapertura de la catedral
  2. Información de las campanas de la catedral
  3. Sánchez González, 1998, pp. 96-134.
  4. Cruz Valdovinos, J. M., «Varia canesca madrileña», Archivo Español de Arte, 231 (1985), pp. 276-286.
  5. Sánchez González, 1998, pp. 138-165.

Véase también

Enlaces externos