Botellón

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Botellón es un término que describe la costumbre extendida en España desde finales del siglo XX, sobre todo entre los jóvenes, de consumir grandes cantidades de bebidas alcohólicas en la vía pública. En Cantabria y el País Vasco, a esta práctica se le conoce como hacer litros, ir de litros o litrar; en la Región de Murcia, se le conoce como botelleo y en Sevilla el término más empleado es hacer lote.

El fenómeno ha sido estudiado por los sociólogos, que lo definen como:

Reunión masiva de jóvenes de entre 13 y 24 años fundamentalmente, para consumir grandes cantidades de bebida alcohólica que han adquirido previamente en comercios, escuchar música, y hablar.[1]

Costumbres

Colocando la botella vacía en la bolsa.

Esta actividad se realiza, entre otros, en lugares públicos como parques o zonas abiertas de la vía pública. Generalmente esta practica suele discurrir como verdaderas concentraciones de coches tuning donde los jóvenes disfrutan de sus máquinas mientras están con los amigos. En algunas ciudades, donde el botellón se ha centralizado en algún punto en concreto, se llegan a reunir miles de personas cada fin de semana, pasando estos lugares a ser comúnmente llamados botellódromos por los medios de comunicación. En otras, caso de Madrid, la persecución ha llevado a realizar botellones en el metro, lo que lo convierte en botellones itinerantes.

Vertiendo el calimocho a la botella.

Para abaratar el coste de la bebida se consume el alcohol en botellas y tetra brik de aproximadamente un litro de capacidad, con hielo y vasos de plástico antes de dirigirse a pubs, discotecas o conciertos, donde el precio de las bebidas locales suele ser considerablemente más caro. Muchos jóvenes optan por la práctica del botellón para evitar el consumo del llamado garrafón, o alcohol adulterado. Se practica principalmente en España, sin apenas distinción alguna por regiones, aunque, dado que es una actividad realizada al aire libre, las condiciones meteorológicas son cruciales para la misma. También existe la tendencia entre los abstemios a acudir a estos lugares por la concentración de gente y con el fin de consumir refrescos, zumos y otras bebidas no alcohólicas en lo que ellos mismos han venido a denominar botellón light o botellón sin.

Los dos ingredientes del botellón: bebida y lugares públicos.

En el norte del país existe una práctica que consiste en mezclar bebidas en botellas vacías de refrescos y de agua, obteniendo sobre todo calimocho, también conocido como calimocho. En este caso no se utilizarían vasos ni hielo, ya que cada persona tendría su propia botella, generalmente de dos litros de capacidad, con la mezcla hecha, de la cual bebería directamente. Esta costumbre es conocida como hacer litros, litrar, echar los litros

La polémica

Envase del botellón en lugar público.

Su masificación dio lugar a cientos de críticas hacia el fenómeno del botellón por parte de las autoridades y, principalmente de los padres y madres de los implicados más jóvenes y los vecinos, por el ruido producido hasta altas horas de la madrugada y la suciedad generada. Así mismo, la pérdida de control inducida por la intoxicación etílica y el contexto masivo llevaban asociados con frecuencia actos de vandalismo, rotura de mobiliario urbano y peleas, además de frecuentes restos de micciones en espaciones públicos. Por otra parte, este acto contribuye a adelantar la edad de inicio de consumo de alcohol y de las primeras borracheras entre los jóvenes.

"Ley antibotellón"

Debido a los problemas sociales que generaba este tipo de actividades, el Ministro del Interior de España (de quién dependía entonces el Plan Nacional sobre Drogas) propuso en febrero de 2002 la conocida como ley antibotellón, que prohibía el consumo en la calle, regulaba horarios de venta y promoción del alcohol. Ante las resistencias y críticas planteadas, esta ley no se aprobó, y tras la siguiente remodelación ministerial el gobierno socialista abandonó discretamente el proyecto. Sin embargo, diversas Comunidades Autónomas aprobaron por entonces regulaciones que iban en la misma dirección, especialmente en lo referido a limitar los horarios de venta de bebidas alcohólicas en comercios y el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, como medida principal, con multas de 300 euros en Madrid, la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Canarias, Comunidad Valenciana y el País Vasco.

Córdoba

Desde una filosofía distinta (sintetizada en el lema 'que beban y se emborrachen pero que no molesten') otras Comunidades Autónomas han puesto en marcha estrategias centradas en limitar las molestias a los vecinos en vez de en reducir el consumo. Así, en el caso de Extremadura se aprobó una 'Ley de Convivencia y Ocio" (2003), que no persigue el botellón sino que regula dónde puede y dónde no puede hacerse para evitar conflictos, aunque persigue duramente la venta de alcohol a menores o su consumo y se acompaña además de un programa de construcción de Espacios de Creación Joven como una alternativa de ocio nocturno no basado en el consumo desmesurado de alcohol, sin embargo dichos centros no se han construido o han tenido poco éxito y el control para que los menores de edad no consuman alcohol no es operativo. Este mismo modelo ha sido seguido por otros gobiernos locales o autonómicos como Andalucía, donde la Ley 7/2006, de 24 de octubre, sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios (conocida como ley Antibotellón) otorga facultades a los ayuntamientos para el control y la penalización del fenómeno, y autoriza la creación de espacios específicos, conocidos como botellódromos, siendo Córdoba la primera ciudad en instalarlo, a mediados de 2005. En estas zonas se pretende evitar molestias a los vecinos, compatibilizando presuntamente el consumo masivo de alcohol con el descanso. Estas zonas ofrecen elementos de higiene y seguridad no presentes en plazas y parques como urinarios públicos, suficientes contenedores de basura, o vigilancia con respecto a quién compra alcohol (a fin de evitar que los menores tengan acceso al mismo). Sin embargo, en muchas ocasiones, su uso en la práctica es escaso, por encontrarse estos botellódromos en las afueras de la localidad, con mal acceso a pie.

La Comunidad Valenciana es la más estricta que prohibe el consumo de cualquier tipo de bebida (incluyendo las no alcohólicas) en las calles a menos que sea en terrazas o lugares habilitados para dicha función pudiendo sancionar con multas de hasta 300 euros.

La competición de Macrobotellones de marzo de 2006

En la primavera de 2006, se dio el fenómeno conocido como macrobotellón, revelado por los medios que el 17 de marzo, en el que se citaron un récord de 5.000 personas en la Avda. de Maria Cristina de Sevilla para la "Fiesta de la Primavera" que se habían convocado a través de Internet.

A través del correo electrónico se rivalizó para batir el récord de afluencia o de duración, convocándose espontáneamente en 20 capitales de provicia españolas como Madrid, Jaén, Barcelona, Teruel, Oviedo, Murcia, Vitoria, Málaga, Huelva, Córdoba y Granada, la mayoría de ellos el 17 de marzo.[2]

Los dispositivos policiales contra el botellón en ciudades como Salamanca o Barcelona provocaron conflictos entre jóvenes y los agentes de los cuerpos de seguridad. En Barcelona hubo 80 heridos y 54 detenidos,[3]​ algunos condenados posteriormente por los tribunales por vandalismo y agresiones.[4]​ Esto contrasta con Granada, con un botellón autorizado y acondicionado por el ayuntamiento: unos 30.000 jóvenes, según la hora y las fuentes, se dieron cita para el botellón entre el mediodía y la madrugada del mismo día a pesar de la lluvia, y sin incidentes reseñables.

Durante la festividad local de Madrid se produjeron disturbios callejeros en la zona de copas de Malasaña a causa de la negativa a marcharse de algunos grupos de jóvenes reunidos para realizar el botellón en la plaza del 2 de mayo.[5]​ Según los críticos, la actuación policial fue realizada en contra de la ley ya que no existe regulación en caso de fiestas patronales o regionales como fue el caso. [6]

Las Barriladas Universitarias

Una variante del botellón que se da en las ciudades universitarias son "las Barriladas", en la Región de Murcia son conocidas como "paellas", porque suele hacerse una paella gigante de la que comen los asistentes, y aunque no haya paella siguen llamándose así. En Castilla La Mancha son conocidas como "Cervezadas", son botellones multitudinarios convocados por Internet y cuya celebración es siempre de día. Suelen contar con un motivo de celebración, que normalmente va asociado a una facultad: barrilada de Farmacia, barrilada de Derecho, paellas de teleco, Santa Tecla Informática ... Suelen darse los jueves, exceptuando la del último viernes del invierno, en el que se celebra la "fiesta de la primavera". Se trata de una barrilada a mayor escala, celebrada desde la mañana, en la que han llegado a reunirse hasta 70.000 jóvenes[7]​ Hasta hace pocos años, la conocida como "Fiesta de la Primavera" era organizada por la propia Universidad y el Ayuntamiento de Sevilla, pero decidieron dejar de hacerlo porque la afluencia era excesiva, y parecía difícil controlar la concentración. Así comenzaron los jóvenes a organizarla por su cuenta, mediante el uso de las nuevas tecnologías, y ahora la afluencia es mucho mayor.

En Zaragoza eran famosos los botellones en la Ciudad Universitaria hasta su prohibición. Hoy en día son famosas las congregaciones de alumnos y jóvenes junto al campus politécnico en Navidad festejando la "champanada", anteriormente realizada en el interior del campus hasta su prohibición por el rectorado.

El fenómeno en otros países

Europa

Jóvenes bebiendo en Glasgow, Escocia.
  • En Alemania el consumo de alcohol por grupos de jóvenes, en la calle, en el metro o en los parques no era habitual hasta 2006, pero han empezado a darse casos desde entonces.
  • En Italia el botellón también se ha propagado. Por ejemplo en Turín los jóvenes se juntan en verano en el Parco Del Valentino (donde el botellon está autorizado) o cerca de Palazzo Nuovo. En Milán se reúnen en Piazza Leonardo da Vinci, cerca del Politecnico.
  • En el Reino Unido es habitual que los jóvenes consuman alcohol frente al pub donde se disponen a ir y luego continuar bebiendo incluso después de cerrados los bares. A partir de 1997, la policía puede confiscar alcohol en lugares públicos si quienes beben son responsables de crear altercados, y en algunas ciudades una señal indica la prohibición del consumo de alcohol en algunas calles, con multas de hasta £600 (~900 €).
  • En la República Checa es habitual que los jóvenes se junten en parques para la realización de botellones. Estas reuniones pueden llegar a ser multitudinarias y realizarse en días normales de meses
  • En Rusia es un hábito tradicional. Los bebedores se reunían en troikas para comprar entre tres y compartir a la puerta misma de la tienda una botella de vodka. En algunos casos era común agregar el jugo de un limón u otro cítrico aunque por la disponibilidad limitada de otros cítricos de estación el limón era la opción más aceptada y atractiva. Tras la caída del comunismo, la afición de los jóvenes por la cerveza ha llegado al extremo que en 2005 los parlamentarios rusos prohibieron el consumo de bebidas alcohólicas en lugares públicos no destinados para ello, aunque no han conseguido impedir que los jóvenes lo sigan realizando.
  • En Suiza, y desde el verano de 2008, el fenómeno del botellón (denominado así también en francés y en alemán) sorprende a las autoridades de ese país.[9]

América

  • En Argentina muchos jóvenes estudiantes recurren a la ingestión masiva de alcohol. Este consumo se da en plazas, parques, etc. El fenómeno que ha ido ganando adeptos es iniciado desde una temprana edad en la misma casa de los jóvenes. Muchas sub-culturas como los punks se ha popularizado el consumo de calimocho por su relación con el Rock Radical Vasco. Existe el también denominado Festival de la cerveza en Villa General Belgrano donde cada año se celebra el Oktoberfest, en la que se juntan alrededor de 200.000 personas durante una semana. Se estima, según algunas cervecerías locales, nacionales e incluso internacionales, que se ingieren más de 6.890.000 litros de cerveza rubia y unos 4.460.000 litros de otras variedades de cerveza (la negra o la roja), exigiendo una producción de cerveza un 60% superior a lo normal en otras épocas. Los jóvenes suelen juntarse a tomar alcohol y escuchar música los fines de semana en diversos parques públicos, entre las 00 horas y las 2 de la mañana, haciendo lo que se denomina popularmente como previa o pre-boliche en algunas ciudades. Esto quiere decir que, después de beber, se dirigen hacia la discoteca.
  • En Chile, aunque no hay lugares destinados para ello y es ilegal beber en la vía pública, es un fenómeno común en plazas, parques, puentes, lugares abandandonados, etc, y está asociado a grupos sociales medios y bajos (lumpen), se realiza grupos de cinco a diez individuos, con bebidas alcohólicas de bajo precio, acompañándose con cigarrillos u otras drogas.
  • En México, es considerado como falta administrativa el consumo de alcohol en la vía pública, esto en las principales ciudades como Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal. La sanción por el consumo de estas sustancias va desde una multa de $400 pesos (cuarenta dólares) hasta tres días de cárcel, convirtiéndolo en un fenómeno inusual
  • En Venezuela un fenómeno similar al botellón español se presenta en gran cantidad de ciudades y pueblos, con características comunes tales como automóviles con potentes reproductores de sonido, grandes ingestas de alcohol (mayoritariamente cerveza y ron). No es común verlos en zonas de clase media y alta, y normalmente se da en plazas, algunas calles, estaciones de servicio, estacionamientos de estadios. La afluencia a los sitios de reunión es en su mayoría de sectores sociales de clase media y baja, que consumen licor (cerveza, ron, vodka, ginebra) junto a cigarrillos u otras drogas. En la capital del país y ciudades cercanas es mucho más común el consumo de licor en las llamadas "taguaras", que son restaurantes que en la noche se convierten en bares con precios en licor muy asequibles, aunque los jóvenes beben en su mayoría en lugares públicos, a veces, antes de dirigirse a una fiesta o discoteca. Es quizás por esto, y por el costo relativamente bajo de las bebidas en general en todo el país, que el fenómeno del botellón se ha masificado. Existen leyes municipales que varían de acuerdo a la ciudad que limitan el horario para estas reuniones. En muchas zonas está prohibido el consumo en la vía pública, pero gracias a la costumbre de no cumplir con las leyes, hacen caso omiso.

Asia

  • En Birmania donde si bien no se conocen las bebidas "emblema" del botellón, existe una popular variante que consiste simplemente juntarse a altas horas de la noche a consumir alcohol principalmente entre jóvenes, como también lo hacen niños y ancianos sin discriminar, edad, sexo, credo o posición socioeconómica, en plazas estaciones de tren, calles sin salida o en cualquier otro lugar al resguardo de oficiales de la ley o miembros del cuerpo de infantería, infringiendo así el estricto toque de queda predispuesto por el gobierno.

Referencias

  1. A.Baigorri, R.Fernández, GIESyT, "Botellón, un conflicto postmoderno", Icaria, Barcelona, 2004.
  2. Diario digital 20 minutos.
  3. Diario 20 minutos.
  4. «Penas de 11 meses por los incidentes en el 'botellón' del Raval · ELPAÍS.com». Consultado el 2009. 
  5. Diario El País
  6. Diario El País.
  7. Diario El Mundo
  8. Actualidad Terra.
  9. "La prévention contre l'alcool est inadaptée"

Enlaces externos

Véase también