Anexo:Saxos sopranos

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En palabras de Joachim E. Berendt, "el saxo soprano sigue donde el clarinete termina",[1]​ lo que explica su "desproporcionada" historia dentro del jazz. Tradicionalmente, se ha achacado la escasa presencia del soprano en el jazz anterior a los años 1960 en su dificultad para "tocarlo limpio", pues tiende por naturaleza a sonar sucio, ligeramente desafinado, en los tonos agudos. Sin embargo, esta misma cualidad ha supuesto su masiva preferencia en el jazz moderno, por cuanto la principal consecuencia de ello es que "tiende a bemolizar prácticamente todas las notas, convirtiéndolas en "blue notes". Toda la escala se vuelve "blue"".[2]

El soprano en el jazz tradicional[editar]

Durante los primeros cincuenta años del siglo XX, prácticamente sólo hubo un saxo soprano de verdadero relieve, Sidney Bechet, quien fue cambiando paulatinamente su clarinete por el soprano, en la medida que le permitía más expresividad y lirismo,[3]​ lo que buscaba como baladista, hasta acabar especializándose en este último instrumento. Tuvo un número importante de discípulos, que solían utilizar el soprano sólo muy ocasionalmente:

Su influencia se alargó en el tiempo, alcanzando incluso a músicos posteriores a la aparición de John Coltrane, como es el caso de Budd Johnson o Jerome Richardson. Según confirma el propio Berendt, el mismo Coltrane era discípulo de Bechet.

El soprano después de Coltrane[editar]

El primer músico que tocó jazz moderno con el saxo soprano, fue Steve Lacy, con una trayectoria peculiar que le llevó a pasar directamente del dixieland (1952, con Rex Stewart) al free jazz (con Cecil Taylor, en 1956), sin pasar por el bop o el cool. Fue, además, el primer músico de jazz que escogió desde el principio el saxo soprano como único instrumento principal.[4]Leonard Feather mantiene que fue Lacy quién estimuló el interés de John Coltrane por el soprano.

No obstante, fue John Coltrane quien, con su sólo en My Favorite Things, colocó de golpe al soprano en el centro de la escena de los saxofones. Coltrane conservó la expresividad y la "suciedad" de Sidney Bechet, pero le aportó conceptos de origen oriental, desarrollando una modalidad equivalente a los modos de las ragas hindúes. El gran éxito de ese tema (uno de los verdaderos hits de la historia del jazz)[5]​ fomentó la aparición de un gran número de músicos que adoptaron el soprano.

Podemos dividir a los seguidores de Coltrane en tres grandes grupos:

Tenores "en falsete"[editar]

Un buen número de nuevos sopranos, especialmente en el entorno de la AACM, tocaban en un estilo muy influido, curiosamente, por el saxo tenor que, en la época del free solía tocarse muy insistentemente en los registros altos:

Altistas[editar]

Especializados anteriormente en el saxo alto, muchos músicos trasportaron fraseos típicos de este instrumento al soprano:

Tenoristas[editar]

De los saxofonistas que acceden al soprano desde el saxo tenor, los más influenciados por los planteamientos de Coltrane como es lógico, destaca por encima de todos Wayne Shorter. En palabras de Berendt, "Shorter estetizó el legado de Coltrane", uniendo la tendencia a la meditación de este con el lirismo de aquel. Shorter ejerció una gran influencia en la mayor parte de los sopranos "tenoristas":

Junto a ellos, como ya se señaló antes, Budd Johnson y Jerome Richardson, muy influenciados también, de forma directa, por Bechet.

El soprano en el jazz moderno[editar]

La gran influencia de Wayne Shorter se extendió especialmente en el ámbito del jazz amplificado, y especialmente en el del jazz rock, la fusión y el funk:

y la ya citada Barbara Thompson.

Fuera de esta línea dominante, algunos sopranos han tomado su referencia en el legado "puro", de sonidos mucho más limpios y relacionados con el clarinete, que en su momento supusieron Lucky Thompson o Kenny Davern. Esta forma de tocar el soprano, es especialmente evidente en músicos contemporáneos como Jan Garbarek o Paul Winter.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

Notas[editar]

  1. Berendt: op.ref., p.362
  2. Berendt: op.ref., p.363
  3. Riambau, Joan: La discoteca ideal del jazz, Planeta, Madrid, 1995, ISBN 84-08-01591-5, p.72
  4. Berendt: op.ref., p.367
  5. Williams, Martin: La tradición del jazz, Altea-Alfaguara, Madrid, 1990, ISBN 84-306-0192-9, pag. 203

Bibliografía[editar]