Alfonso XI de Castilla

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Alfonso XI de Castilla
Rey de Castilla[a]

Alfonso XI en una miniatura medieval de las Crónicas de Jean Froissart (c. 1410.)
Reinado
7 de septiembre de 1312-26 de marzo de 1350
Predecesor Fernando IV
Sucesor Pedro I
Información personal
Coronación 1331
Nacimiento 13 de agosto de 1311
Salamanca, Corona de Castilla
Fallecimiento 26 de marzo de 1350 (38 años)
Gibraltar, Sultanato benimerín
Sepultura Real Colegiata de San Hipólito
Familia
Casa real Casa de Borgoña
Padre Fernando IV de Castilla
Madre Constanza de Portugal
Consorte Constanza Manuel
María de Portugal
Regente
Hijos véase Descendencia

Firma Firma de Alfonso XI de Castilla

Alfonso XI de Castilla, llamado «el Justiciero» (Salamanca, 13 de agosto de 1311 - Gibraltar, 26 de marzo de 1350), fue rey de Castilla,[a]​ bisnieto de Alfonso X «el Sabio».

Muerto su padre, Fernando IV, en 1312, se desarrollaron multitud de disputas entre varios aspirantes a ostentar la regencia, resueltas en 1313. Los infantes Juan, tío abuelo del rey, y Pedro, tío del rey, formaron regencia, y la tutela la asumieron su madre Constanza, hasta su fallecimiento el 18 de noviembre de 1313, y posteriormente su abuela María de Molina. En 1319, como consecuencia de una campaña militar contra Granada, mueren los mencionados tutores don Juan y don Pedro, quedando María de Molina como única regente hasta su fallecimiento el 1 de julio de 1321. A partir del fallecimiento de los mencionados tutores en 1319, el infante Felipe —hijo de Sancho IV de Castilla y de María de Molina y hermano por tanto del fallecido infante Pedro— don Juan Manuel —tío segundo del rey por ser nieto de Fernando III— y Juan de Haro «el Tuerto» —hijo del fallecido tutor Juan y tío segundo del rey— dividieron el reino con motivo de sus aspiraciones a la regencia, mientras era saqueado por los moros y nobles levantiscos. Alfonso, una vez declarado mayor de edad en 1325, asumió el trono, consiguiendo durante su reinado el fortalecimiento del poder real, la resolución de los problemas del estrecho de Gibraltar y la conquista de Algeciras.

Biografía

Estatua de Alfonso XI en Algeciras.

Hijo de Fernando IV de Castilla y de Constanza de Portugal y nieto de María de Molina, quien ejerció la regencia durante la minoría de edad de Alfonso. Subió al trono de Castilla y de León cuando tenía un año de edad. La mayoría de edad la alcanzó con 15 años, en 1327.

Nada más asumir el poder regio comenzó un trabajo laborioso en pro del fortalecimiento del poder real dividiendo a sus enemigos. Mostró así, desde la tierna infancia sus magníficas dotes de gobernante, no dudando en ejecutar a posibles opositores (Juan de Haro «el Tuerto» (1326), etc).

Durante su reinado consiguió llevar los límites cristianos hasta el Estrecho de Gibraltar tras la importante victoria en la batalla del Salado contra los Benimerines, en 1340 y la conquista del Reino de Algeciras en 1344. Una vez resuelto dicho conflicto puso todos sus esfuerzos de Reconquista luchando contra el rey moro de Granada.

En 1331, Alfonso de la Cerda rindió un homenaje a Alfonso para dejar zanjadas sus pretensiones al trono castellano y leonés. En 1332 supo sofocar, con la ayuda de sus súbditos, la revuelta que contra él hicieron Juan Manuel y Alfonso IV de Portugal. Dichos acontecimientos le hicieron descuidar la Reconquista, perdiendo Gibraltar.

Tanto Alfonso, como Abul-Hasán mandaron un importante contingente naval al estrecho, ya que sabían perfectamente la importancia de dicho punto geográfico en sus pretensiones de conquista. Alfonso obtuvo la ayuda de los aragoneses, y el musulmán, de los genoveses. Tras la derrota de la escuadra castellana, al mando de Alonso Jofre Tenorio en 1340 obtuvieron una serie de victorias: primero en la Batalla del Salado el mismo año. A finales de ese año cercó Alcalá la Real, que consiguió tomar el 15 de agosto de 1341, sin que Yusuf I, ni su visir Ridwan consiguieran aprovisionarla ni romper el cerco. El general de los «defensores de la fe» africanos, Ozmín, intentó llevar a las tropas cristianas a una trampa, pero el maestre de Santiago no cayó en ella y el 15 de agosto de 1341 Alcalá tuvo que rendirse. Días después lo harían Priego, Carcabuey, Rute y la torre Matrera. Los expulsados de Alcalá fueron asentados en Moclín para que mantuviesen su deseo de revancha. Luego vino la batalla del río Palmones y finalmente la toma de Algeciras en 1344 tras un largo sitio.

Al comienzo de la Guerra de los Cien años, Alfonso se alió con Francia y consiguió firmar una tregua con los musulmanes de Granada. Una vez terminada dicha tregua, puso sitio a Gibraltar.

Se le apodó el Justiciero por la energía que tuvo que ejercer para mantener controlada a la nobleza ya desde que se hizo cargo del poder, no importándole en muchos casos para conseguir ese sometimiento recurrir al ajusticiamiento de los nobles o incluso a los asesinatos y emboscadas, como ocurrió con don Juan de Haro el Tuerto, en la ciudad de Toro, infundiendo un justificado terror a los nobles que supo reflejar el Romancero, por ejemplo en "Don García de Padilla / ese que Dios perdonase...".[1]

También se sabe que entre sus aficiones se encontraba la caza, teniendo como lugar habitual para ir de caza el pueblo de Valporquero en León, junto a sus cuevas. Durante su reinado se escribió el llamado Libro de la Montería de Alfonso XI, pues su autoría es debatida.

A Alfonso XI se le atribuye una cantiga de amor dirigida a Leonor de Guzmán.

Alfonso XI y sus nobles. Libro de la Coronación de los Reyes de Castilla.

Muerte y sepultura

Falleció en el sitio de Gibraltar víctima de la peste negra, en la noche de 25 al 26 de marzo, jueves y viernes de la Semana Santa de 1350,[2]​ siendo el único rey de Europa (además de la Reina Margarita I de Dinamarca) que murió por este motivo. Su cuerpo fue posteriormente llevado a Sevilla y en 1371 trasladado a la Capilla Real de la Catedral de Córdoba, donde permaneció durante más de trescientos años, en compañía de su padre Fernando IV, también sepultado allí.

En 1736 fueron trasladados los restos de Fernando IV y Alfonso XI a la Real Colegiata de San Hipólito de dicha ciudad, fundada por Alfonso XI en 1343 en conmemoración de la Batalla del Salado. Los restos mortales de ambos monarcas reposan en sarcófagos de mármol rojo, construidos en 1846.

Descendencia

Tras un primer matrimonio no consumado, y posteriormente anulado, con Constanza Manuel, hija de Don Juan Manuel, contrajo matrimonio el 24 de junio de 1328 en Alfaiates (Portugal) con su prima hermana María de Portugal, hija de Alfonso IV de Portugal, de la que tuvo dos hijos:

Genealogías de los reyes de Castilla, Pedro I el Cruel y Enrique II de Trastámara
  • Fernando (1332-1332/1333), muerto antes de cumplir un año de edad.
  • Pedro I de Castilla (1334–1369), apodado el Cruel por sus detractores y el Justiciero por sus partidarios, muerto por su hermanastro Enrique II, conde de Trastámara.

A partir del año 1331/1332 tuvo diez hijos con Leonor de Guzmán:

Semblanza

É fue este rey Don Alfonso no muy grande de cuerpo; mas de buen talle, é de buena fuerza, é blanco, é rubio, é franco, é esforzado, é venturoso en guerras.[3]

Ancestros

Véase también

Notas

  1. a b La titulación completa era: Rey de Castilla, de Toledo, de León, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, del Algarve, de Algeciras (desde 1344) y Señor de Vizcaya (1326–1334) y de Molina.

Referencias

Bibliografía

Bibliografía adicional

  • Sánchez-Arcilla Bernal, José (2008). Alfonso XI (1312-1350). Gijón: Ediciones Trea. ISBN 978-84-9704-330-4. 

Enlaces externos


Predecesor:
Fernando IV

Rey de Castilla

1312-1350
Sucesor:
Pedro I
Predecesor:
María de Molina
Señor de Molina
incorporado a la Corona

1321-1350
Sucesor:
Pedro I