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El '''alzamiento de Yaroslavl''' fue una serie de levantamientos realizados por fuerzas antisoviéticas, coordinados principalmente por la Unión para la Defensa de la Patria y la Libertad de [[Borís Sávinkov]] y fomentados por los [[Triple Entente|Aliados]] durante la [[Guerra Civil Rusa]], en el verano de 1918. |
El '''alzamiento de Yaroslavl''' fue una serie de levantamientos realizados por fuerzas antisoviéticas, coordinados principalmente por la Unión para la Defensa de la Patria y la Libertad de [[Borís Sávinkov]] y fomentados por los [[Triple Entente|Aliados]] durante la [[Guerra Civil Rusa]], en el verano de 1918. |
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Revisión del 12:19 25 feb 2014
El alzamiento de Yaroslavl fue una serie de levantamientos realizados por fuerzas antisoviéticas, coordinados principalmente por la Unión para la Defensa de la Patria y la Libertad de Borís Sávinkov y fomentados por los Aliados durante la Guerra Civil Rusa, en el verano de 1918.
La mala situación económica,[1] la represión[2] política gubernamental y la imposibilidad de expulsar de la presidencia del sóviet local a los bolcheviques a pesar de las derrotas de estos en las elecciones de la primavera acrecentaron el descontento popular en Yaroslavl.[3] Los conjurados en el alzamiento, dirigidos por el antiguo terrorista socialrevolucionario Borís Sávinkov, involucrado el año anterior en el fallido golpe de Kornílov, planearon el levantamiento a pesar de contar con escasos efectivos;[3] el embajador francés, Noulens, apremió a Sávinkov comunicándole la inminente intervención militar Aliada contra el Gobierno bolchevique.[4] Los confabulados debían tratar de tomar el control de diversas localidades cercanas, pero su escaso número impidió el levantamiento en algunas.[5] Las ciudades capturadas tuvieron que esperar la pronta aparición de las tropas Aliadas, que debían servir para reforzar a los rebeldes.[6]
El 5 de julio, los escasos conjurados lograron hacerse con armamento y tomar a continuación el centro de la ciudad,[7] pero no consiguieron el apoyo del grueso de la guarnición,[3] que pronto se enfrentó a los alzados con el apoyo de crecientes refuerzos que llegaban a la localidad.[8] Los alzamientos en las ciudades cercanas fracasaron pronto y privaron a Yaroslavl de apoyo exterior.[9][10] Sin poder recurrir al respaldo de los campesinos por carecer de armamento para ellos,[11] sin refuerzos de la Unión, sin soldados de la Entente[7] para socorrer la ciudad y cercados por fuerzas enemigas cada vez más numerosas,[7] los principales rebeldes abandonaron Yaroslavl el 17 de julio,[12] cuatro días antes de que la ciudad cayese en manos de los bolcheviques,[12] lo que puso fin al levantamiento.
Antecedentes
La mala situación económica (desempleo creciente, inflación desbocada y peligro de hambruna), favoreció el reforzamiento del amplio apoyo tradicional de los obreros a los mencheviques en Yaroslavl,[1] capital provincial y centro de un importante distrito militar.[13] La situación facilitó la crítica de estos a la política industrial bolchevique, a la que culpaban de la situación.[1] Para los mencheviques, la solución a los problemas económicos pasaba por la cooperación entre obreros y empresarios y la implantación de un modelo político democrático.[1] Gracias a su popularidad creciente, los mencheviques exigieron repetidamente la celebración de nuevas elecciones al sóviet, que la mayoría bolchevique rechazó.[1] A pesar de la represión y amenazas a los dirigentes mencheviques (que incluyeron el cierre de su periódico y varios arrestos de su principal representante en la ciudad), estos no cejaron en su insistencia por celebrar elecciones.[1] Los mencheviques criticaban la autonomía de la Guardia Roja, que actuaba sin someterse a las decisiones del sóviet, la paulatina conversión de este en un organismo estatal y prometieron volverlo a someter al control de los trabajadores, además de poner fin a las requisiciones y devolver la gestión municipal a la duma local.[14] Además, volvían a exigir la restauración de la asamblea constituyente, única capaz, en su opinión, de resolver los problemas principales del país.[14] Cediendo finalmente a la presión de la oposición y observando que el retraso en su celebración solo favorecía a esta, los bolcheviques aceptaron realizar nuevas votaciones al sóviet local, que tuvieron lugar el 9 de abril.[2] Los mencheviques ganaron con 47 delegados mencheviques, frente a los 38 bolcheviques y 12 socialrevolucionarios de un total de 98, pero el Gobierno soviético, descontento con el resultado, lo declaró nulo y disolvió[2] el consejo.[15]
La disolución produjo protestas obreras alentadas por los delegados mencheviques y socialrevolucionarios que pronto se convirtieron en huelgas.[2] El consejo militar revolucionario amenazó con disparar contra los huelguistas y trescientos impresores fueron fusilados.[2] La represión no acabó con las protestas, sino que las avivó: el 15 de abril, la ciudad quedó paralizada por una huelga general y poco después los trabajadores ferroviarios de Rybinsk se unieron a ellas.[2]
Los bolcheviques respondieron entonces con una mezcla de represión y concesiones: juzgaron a algunos dirigentes mencheviques el 18 de abril al tiempo que aceptaban celebrar nuevamente elecciones entre el 20 y el 30 del mes.[2] Una gran manifestación obrera obligó a las autoridades a liberar a los mencheviques detenidos y las elecciones resultaron en una abrumadora mayoría (un 87 % de los votos),[nota 1] pero el Gobierno soviético lo disolvió nuevamente.[16]
La población se hallaba descontenta.[17] Parte de los mencheviques locales comenzaban a aceptar la posibilidad de oponerse por las armas a los bolcheviques a pesar de la postura de su comité central.[18] Los conjurados de la Unión para la Defensa de la Patria y La Libertad de Borís Sávinkov apenas eran, no obstante, unos doscientos hombres, insuficientes para enfrentarse a la guarnición local, que contaba con un millar.[3] Por su parte, el embajador francés Noulens convenció al dirigente de la Unión, Sávinkov, de la próxima intervención militar Aliada, lo que llevó a este a tratar de tomar el control de ciertas poblaciones para facilitar la operación.[4] Según las declaraciones de Sávinkov durante su juicio en la URSS en los años veinte, Noulens financiaba su organización.[9]
Preparativos
El coronel Perjurov,[9] representante de la Unión que debía organizar la toma de Yaroslavl, llegó a la ciudad a comienzos de junio.[5] El plan era comenzar el levantamiento pocos días después, el 4 o 5 de julio, y ligarlo a rebeliones simultáneas en las cercanas ciudades de Rybinsk, Kostroma y Murom.[5] Rymbinsk contaba con arsenales de artillería que debían servir para vencer en los combates por el control de Yaroslavl.[5] Sávinkov, dada la importancia de Rybinsk, se trasladó a esta localidad junto con el coronel Brode, mientras el también coronel Gopper trataba en vano de organizar el alzamiento en Kostroma y otro representante de la Unión se instalaba en Murom.[5] Gopper tuvo que trasladar a sus escasos partidarios de Kostroma a Yaroslavl a comienzos de julio ante la imposibilidad de organizar una fuerza lo suficientemente poderosa como para tomar la primera.[5] La Unión organizó el alzamiento en conjunción con los mencheviques locales.[5] La guarnición de Yaroslavl, conocedora de los planes de rebelión y en parte simpatizante, decidió, sin embargo, no unirse a ella.[3]
El alzamiento
El plan consistía en concentrar las fuerzas militares junto a los almacenes de armamento a las afueras de Yaroslavl en la madrugada del 5 de julio, deshacerse de la guardia y tomar las armas que allí se hallasen, para luego rodear a la guarnición y la central de correos y telégrafos.[19] Con los primeros combates, los obreros favorables a los rebeldes debían armarse y tomar la estación de ferrocarril.[6] Algunos dirigentes mencheviques se encontraban en contacto con los conspiradores, aunque otros se oponían a participar en lo que consideraban un mero enfrentamiento entre bolcheviques y contrarrevolucionarios.[18] Para el amanecer, la ciudad debía encontrarse en manos de los confabulados.[6] Pronto fuerzas procedentes de Rybinsk debían reforzar a Perjurov, que debía recibir además auxilio de tropas de los Aliados como muy tarde cuatro días después de la toma de Yaroslavl.[6]
La tarde del 4 de julio, sin embargo, apenas 50 de los 200 miembros de la Unión destinados a la revuelta de Yaroslavl habían alcanzado la población y la mayoría de los mencheviques locales,[18] a pesar de su simpatía por los planes de Sávinkov, decidieron obedecer las instrucciones de su comité central y permanecer neutrales en el enfrentamiento, lo que privó a la Unión del respaldo claro de los trabajadores de la ciudad.[20] Los planes de Sávinkov siguieron torciéndose por la noche: las tropas de la guarnición que debían unirse a sus fuerzas no se presentaron a tiempo y estas apenas reunían a 70 hombres en vez de los 200 previstos.[21] En el último momento y dada la falta de apoyo de Gopper, Perjurov decidió retrasar la rebelión a la noche siguiente.[21] La madrugada del día 5, con 106 hombres y 12 revólveres, Perjurov logró, no obstante, tomar los almacenes militares.[22] Horas más tarde, un vehículo blindado de la guarnición se unió a los rebeldes, así como una patrulla de caballería que se había acercado a investigar.[23] El grupo se dirigió al centro de la ciudad, donde capturó diversos edificios importantes sin encontrar resistencia.[23] Al amanecer la ciudad se hallaba en manos de la Unión.[23][7][9] El mismo día, en Moscú, tenía lugar el alzamiento socialrevolucionario que comenzó con el asesinato del embajador alemán.[24] La noticia del levantamiento en Yaroslavl, que llegó a la capital a primeras horas de la tarde, obligó al Gobierno de Lenin a enviar parte de sus escasas tropas a la ciudad; tras la marcha de unidades a Múrmansk y a enfrentarse con la Legión Checoslovaca, el envío de unidades a Yaroslavl dejó el control de la capital en manos de unas pocas unidades de tiradores letones y de la Cheka, ya que el resto de unidades presentes en Moscú estaban todavía en instrucción.[25]
Esta proclamó su cercanía con los Gobiernos antisoviéticos del Komuch y del Gobierno Provisional de Siberia, se declaró representante local del general Mijaíl Alexéyev y de su Ejército de Voluntarios e impuso la ley marcial.[23] Los rebeldes asesinaron a muchos de los bolcheviques de la localidad, incluyendo al presidente del comité ejecutivo provincial.[7] La guarnición, sin embargo, se negó a entregar las armas y, tras breves negociaciones para permanecer neutral que no fructificaron, comenzó a enfrentarse con las fuerzas de Perjurov.[26] Poco después, una añagaza de los soviéticos les permitió recuperar el control de los almacenes militares.[8] Los rebeldes quedaron entonces sitiados en la ciudad vieja, a la espera de los prometidos refuerzos y tratando de recabar el apoyo de la población.[8]
Mientras, el levantamiento en Rybinsk, donde no se esperaba gran resistencia, fracasó en la madrugada del 7 al 8 de julio.[8][9] El alzamiento simultáneo en Murom tampoco fructificó y las fuerzas de la Unión fueron expulsadas de la población la mañana del 10 de julio,[27] tras dos días de combates.[24] La decisión de Sávinkov de abandonar entonces la rebelión principal en Yaroslavl fue inútil, ya que esta había comenzado antes que las demás y para entonces dependía de los refuerzos de la Unión y de los Aliados.[10] Las ofertas de colaboración de los pueblos cercanos a Yaroslavl tuvieron que ser rechazados por los sitiados por falta de armas que entregarles.[28] Mientras que los alzados no lograban el respaldo claro de los obreros por la neutralidad de los mencheviques ni del campo por la falta de armas, los sitiadores comenzaron a recibir refuerzos y artillería.[11] Fuerzas de las ciudades industriales al sur de Yaroslavl y unidades del Ejército estrecharon el cerco.[7]
Entre el 10 y el 11 de julio, quedó claro que Perjurov no recibiría refuerzos de la Unión, pero seguía confiando en la llegada de tropas Aliadas.[11] Ante el continuo bombardeo[7] de los soviéticos —para entonces mucho más numerosos que los rebeldes— que dañó seriamente la ciudad vieja, la resistencia de las fuerzas de la Unión comenzó a desmoronarse; dada la ausencia de las esperadas unidades Aliadas,[7] el 17 Perjurov abandonó la ciudad en barco junto con cincuenta de sus hombres.[29] La ciudad continuó resistiendo hasta el 21 de julio, cuando la tomaron las fuerzas sitiadoras.[29] Sávinkov había confundido las fechas y fuerza del inminente desembarco Aliado, que se produjo en Arjángelsk diez días después del aplastamiento de la rebelión en Yaroslavl.[7]
Para evitar participar en nuevos ataques armados contra el Gobierno, que el comité central menchevique veía como un mero enfrentamiento entre bolcheviques y contrarrevolucionarios que podía conducir al establecimiento de una dictadura militar o una restauración monárquica, aprobó una moción el 27 de julio en la que expulsaba del partido a los dirigentes que habían tomado parte en la revuelta de Yaroslavl y prohibía la participación de sus miembros en actos semejantes.[30]
Notas
- ↑ Brovkin da resultados diferentes y fechas distintas que Wells. Según Brovkin las elecciones tuvieron lugar en abril y no en marzo y los resultados fueron menos favorables para la oposición de lo que indica Wells: 4786 votos mencheviques, 2688 bolcheviques y 1014 socialrevolucionarios, Brovkin, p. 141.
Referencias
- ↑ a b c d e f Brovkin, 1991, p. 138.
- ↑ a b c d e f g Brovkin, 1991, p. 140.
- ↑ a b c d e Wells, 2004, p. 78.
- ↑ a b Wells, 2004, p. 72.
- ↑ a b c d e f g Wells, 2004, p. 77.
- ↑ a b c d Wells, 2004, p. 79.
- ↑ a b c d e f g h i Mawdsley, 1987, p. 51.
- ↑ a b c d Wells, 2004, p. 83.
- ↑ a b c d e Chamberlin, 1965, p. 57.
- ↑ a b Wells, 2004, p. 84.
- ↑ a b c Wells, 2004, p. 85.
- ↑ a b Wells, 2004, p. 86.
- ↑ Mawdsley, 1987, p. 50.
- ↑ a b Brovkin, 1991, p. 139.
- ↑ Wells (2004), p. 78
- ↑ Brovkin, 1991, p. 141.
- ↑ Wells (2004), p. 77
- ↑ a b c Brovkin, 1991, p. 264.
- ↑ Wells (2004), p. 79
- ↑ Wells (2004), p. 80
- ↑ a b Wells, 2004, p. 80.
- ↑ Wells (2004), p. 81
- ↑ a b c d Wells, 2004, p. 81.
- ↑ a b Chamberlin, 1965, p. 56.
- ↑ Rabinowitch, 2007, p. 291.
- ↑ Wells (2004), p. 83
- ↑ Wells (2004), p. 84
- ↑ Wells (2004), p. 85
- ↑ a b Wells (2004), p. 86
- ↑ Brovkin, 1991, p. 265.
Bibliografía
- Brovkin, Vladimir N. (1991). The Mensheviks after October: Socialist Opposition and the Rise of the Bolshevik Dictatorship (en inglés). Cornell University Press. p. 400. ISBN 9780801499760.
- Chamberlin, William Henry (1965). The Russian revolution, 1918-1921: from the civil war to the consolidation of power (en inglés). Grosset & Dunlap. p. 558. OCLC 614679071.
- Mawdsley, Evan (1987). The Russian Civil War (en inglés). Allen & Unwin. p. 351. ISBN 9780049470248.
- Rabinowitch, Alexander (2007). The bolsheviks in power. The first year of Soviet rule in Petrograd (en inglés). Indiana University Press. p. 520. ISBN 9780253349439.
- Wells, Benjamin (2004). «The Union of Regeneration: the Anti-Bolshevik Underground in Revolutionary Russia, 1917-1919» (pdf) (en inglés). p. 247. Consultado el 17 de septiembre de 2012.