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Diferencia entre revisiones de «Historia de Paraguay»

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== Tiempos precolombinos ==
== Tiempos precolombinos ==
A la llegada de los conquistadores europeos (españoles) el territorio del Paraguay Oriental, es decir el área ubicada entre el [[río Paraná]] al este y el [[río Paraguay]] al oeste, se encontraba habitado por diversas etnias indoamericanas que se encontraban en estado de guerra entre ellas; estas etnias pertenecían a tres conjuntos diferentes: los [[pámpidos]], los [[lágidos]] y los [[amazónidos]]. Aún no se sabe si los lágidos fueron los primeros en ocupar el territorio, o si fueron precedidos por los pámpidos. Lo documentado es que hacia el [[siglo XV]] los amazónidos [[avá]] conocidos comúnmente como [[guaraníes]] lograron avanzar desde el norte y el este merced a su superioridad numérica y a la posesión de una cultura material más desarrollada ya que practicaban la horticultura de [[mandioca]], [[maíz]] y [[maní]]. La práctica de una agricultura de [[roza]] les permitía excedentes como para mantener a una población en continuo aumento demográfico que requería de nuevos territorios.
A la llegada del gonzalo y juan jose rodrigo lazaro
(españoles) el territorio del Paraguay Oriental, es decir el área ubicada entre el [[río Paraná]] al este y el [[río Paraguay]] al oeste, se encontraba habitado por diversas etnias indoamericanas que se encontraban en estado de guerra entre ellas; estas etnias pertenecían a tres conjuntos diferentes: los [[pámpidos]], los [[lágidos]] y los [[amazónidos]]. Aún no se sabe si los lágidos fueron los primeros en ocupar el territorio, o si fueron precedidos por los pámpidos. Lo documentado es que hacia el [[siglo XV]] los amazónidos [[avá]] conocidos comúnmente como [[guaraníes]] lograron avanzar desde el norte y el este merced a su superioridad numérica y a la posesión de una cultura material más desarrollada ya que practicaban la horticultura de [[mandioca]], [[maíz]] y [[maní]]. La práctica de una agricultura de [[roza]] les permitía excedentes como para mantener a una población en continuo aumento demográfico que requería de nuevos territorios.


Ante los avá o "guaraníes" se encontraban las etnias cazadoras-recolectoras de los "ŷes" o lágidos (por ejemplo los [[ašé-guayakí]]) y las de los pámpidos destacándose entre este segundo conjunto las etnias llamadas por los guaraníes: [[agaces]] y [[payaguá]]s.
Ante los avá o "guaraníes" se encontraban las etnias cazadoras-recolectoras de los "ŷes" o lágidos (por ejemplo los [[ašé-guayakí]]) y las de los pámpidos destacándose entre este segundo conjunto las etnias llamadas por los guaraníes: [[agaces]] y [[payaguá]]s.

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El Paraguay fue descubierto por Alejo García y Sebastián Gaboto ambos a las órdenes de España en el año 1524, en tanto la ciudad de Asunción fue fundada en 1537 por Juan de Salazar y Espinosa natural de Espinosa de los Monteros (España) siendo consolidada por Juan de Ayolas. Dándose inicio así a una larga historia de Colonialismo, hasta el año 1811, año en que se independizó de España.

Tiempos precolombinos

A la llegada de los conquistadores europeos (españoles) el territorio del Paraguay Oriental, es decir el área ubicada entre el río Paraná al este y el río Paraguay al oeste, se encontraba habitado por diversas etnias indoamericanas que se encontraban en estado de guerra entre ellas; estas etnias pertenecían a tres conjuntos diferentes: los pámpidos, los lágidos y los amazónidos. Aún no se sabe si los lágidos fueron los primeros en ocupar el territorio, o si fueron precedidos por los pámpidos. Lo documentado es que hacia el siglo XV los amazónidos avá conocidos comúnmente como guaraníes lograron avanzar desde el norte y el este merced a su superioridad numérica y a la posesión de una cultura material más desarrollada ya que practicaban la horticultura de mandioca, maíz y maní. La práctica de una agricultura de roza les permitía excedentes como para mantener a una población en continuo aumento demográfico que requería de nuevos territorios.

Ante los avá o "guaraníes" se encontraban las etnias cazadoras-recolectoras de los "ŷes" o lágidos (por ejemplo los ašé-guayakí) y las de los pámpidos destacándose entre este segundo conjunto las etnias llamadas por los guaraníes: agaces y payaguás.

El primer encuentro documentado de los guaraníes con los europeos es el de Alejo García, explorador portugués, que participó en varias expediciones a América del Sur con la flota española, y que tras haber naufragado en la isla de Santa Catarina en 1525, lideró antes de 1533 a un fuerte contingente de guaraníes que remontando aproximadamente el curso del río Pilcomayo llegó a las fronteras del Tawantinsuyu (probablemente en la zona de Cochabamba) libró allí, ayudado por los "chiriguanos", algunos combates con éxito y regresó rumbo a la costa atlántica con abundante botín de objetos de plata y oro siendo muerto en el camino, pero llegando la noticia de su hazaña a los europeos asentados en la costa del Atlántico.

Las alianzas (aún cuando asimétricas) entre guaraníes y españoles se desarrollaron fuertemente y en oposición a otras etnias, principalmente contra las de los "guaicurús" y "mbyás" entre los que se contaban los "agaces" y los "payaguás" que finalmente desaparecieron, en parte por las constantes guerras víctimas de un etnocidio ante los ataques conjuntos de guaraníes y españoles y en parte por costumbres propias -como tener un solo hijo por pareja, en el caso de los payaguás- que los hicieron comparativamente más débiles en la confrontación.

Época colonial

Cabildo de Asunción (1537-1811)


Los primeros europeos se establecieron en la zona refugiados tras el fracaso de la primera fundación de la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XVI y fundando una casa fuerte que sería Asunción del Paraguay el 15 de agosto de 1537. La ciudad finalmente se convirtió en la cabecera de una provincia colonial española, llegando a conocerse como "Madre de Ciudades" ya que de ella partieron las corrientes pobladoras y repobladoras de diversas ciudades: Ontiveros, Ciudad Real del Guayrá y (la primera) Villa Rica del Espíritu Santo en la antigua provincia del Guayrá (actual estado brasileño de Paraná), Santiago de Jerez del Itatín (en el actual Mato Grosso del Sur), Santa Cruz de la Sierra, así como las importantes ciudades argentinas de Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe y Concepción de Buena Esperanza, más conocida como Concepción del Bermejo.

Bajo el gobierno de Hernandarias, llegan al Paraguay los jesuitas para contribuir a la tarea de pacificación de los indígenas, dando así origen a las célebres reducciones Jesuíticas. Desde 1604 a 1767 los jesuitas realizan con los indígenas guaraníes de Paraguay un original gobierno teocrático. Las reducciones jesuitas llegaron a constituir un estado prácticamente independiente, ya que tenían autonomía respecto a los gobernadores de Asunción. Las misiones llegaron a cobijar a más de un cuarto de millón de indígenas donde se les enseñaba la religión católica, agricultura, artesanía y pequeña industria.

La organización total abarcó 32 reducciones. Las misiones primero se instalaron en la región del Guayrá (también llamado La Pinería)-actual estado brasileño de Paraná- y luego se establecieron entre los ríos Tebicuary y el divortium aquarum de la Cuenca del Plata con las cuencas menores afluentes directas del Océano Atlántico. La lengua guaraní fue respetada y se fijó en forma escrita; en ella fueron vertidas importantes obras de teología, impresos en la primera imprenta del río de La Plata. Paralelamente el asunceno Ruy Díaz de Guzmán escribía las primeras obras de historia atinentes a la región del Cono Sur.

Respecto a la organización de las reducciones, cada pueblo estaba regido por el cura Rector, máxima autoridad; el cura doctrinero, encargado de la instrucción religiosa; el cura Despensero, encargado de la administración económica; y el cura auxiliar o coadjuntor, que era el nexo entre el rector y la población.

En 1617, durante el gobierno de Hernandarias (y a su pesar) se produjo la división de la Provincia en dos gobernaciones: la del Paraguay y la de Buenos Aires. De esta forma Paraguay perdió la zona marítima del estuario del río de La Plata, y conservó solo Asunción, Ciudad Real y Villa Rica del Guayrá. La pérdida de la "salida de la tierra" por el puerto de Buenos Aires se hizo sentir mucho más desde que la provincia española del Paraguay perdió el estratégico territorio llamado la Yviazá (o La Vera), que correspondía al actual estado de Santa Catarina, territorio en el cual se hallaba el estratégico puerto (fundado en 1538) de San Francisco de Ybiaza.

En 1717 la rebelión Comunera representó el primer grito de libertad de toda América, pero con la derrota en la batalla de Tovatí en 1721 se impusieron duras sanciones al departamento que asfixiaron completamente su economía.

En 1750, el tratado de límites entre España y Portugal, afectó a Paraguay con las pérdidas de Guayrá (entre el río Paraná y el Océano Atlántico, la gran provincia del Itatín y la región de Cuyabá que fueron cedidos al Brasil portugués a cambio de la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental del río de la Plata.

En el ya citado año de 1750 la corte española de acuerdo con la corona portuguesa decidieron repartirse el territorio de las reducciones, Los jesuitas se negaron a ello, dando lugar a que los ejércitos español y portugués emprendieran la llamada Guerra Guaranítica y acabaran con la resistencia en 1757.

En 1767 los jesuitas fueron expulsados de España y sus dominios por orden de Carlos III. Las reducciones pasaron a ser dirigidas por grupos seglares y religiosos, pero entraron en un proceso de decadencia.

En 1777 la provincia del Paraguay fue integrada en el Virreinato del Río de La Plata dentro del cual se mantuvo hasta 1811.

Independencia

Casa de la Independencia (1811)

En 1810 una fuerza militar de la Junta Revolucionaria de Buenos Aires dirigida por Manuel Belgrano que intentaba encender la chispa de la revolución en Paraguay e incorporarla a la recientemente independizada Provincia del Río de la Plata, el gobierno porteño no recibe apoyo a su paso y es derrotado por las fuerzas realistas en la batalla de Tacuary al mando de los Comandantes, Cabañas y Yegros. Esta batalla, y la huida en la ocasión del Gobernador español Velasco (al pensar que habían tenido un revés militar) se considera como el comienzo de una toma de conciencia de las propias fuerzas por parte de la oficialidad paraguaya, que llevará al año siguiente a la declaración de su independencia, derrocando a las autoridades españolas locales, el 14 de mayo de 1811 se suele decir que esta fue la única declaración de independencia pacífica en la América del siglo XIX, lo cierto es que los españoles o realistas se vieron imposibilitados de atacar ya que las Provincias Unidas del Río de la Plata que enfrentaban a los españoles impedían todo avance de estos hacia el estado del Paraguay.

Inicio del período Independiente

El derrocamiento del poder español, mediante la intimación al Gobernador Velasco ocurrió en la noche del 14 al 15 de mayo de 1811, culminando una conspiración liderada por Pedro Juan Caballero. El destituido gobernador integró aún la primera Junta Provisional, junto al capitán Juan Valeriano Zeballos y el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, hasta que acusado de negociar con los portugueses para defender la monarquía aún al precio de depender del Imperio portugues, es expulsado de la Junta. Después de un período de Consulado (esto es, en el sentido de Cónsul romano como sistema compartido de gobierno) con Francia y Yegros, y posteriormente solo de Francia, la dictadura de este se inició como resultado del Congreso del 3 de octubre de 1814, que lo nombró dictador supremo de la República. El largo y rígido gobierno de Rodríguez de Francia significó por una parte la férrea defensa de la independencia paraguaya, pero asimismo el encierro del país, que el dictador consideró necesario para cumplir los objetivos que se había propuesto.

Gaspar Rodríguez de Francia en 1816, ante el fortalecimiento del unitarismo en la Ciudad de Buenos Aires, convocó al Congreso, donde sus partidarios consiguieron la declaración de la Dictadura Perpetua y la auto-disolución del mismo.
La débil resistencia al estilo de gobierno de Rodríguez de Francia por parte de ciertos sectores, que venía desde la primera etapa, cristalizó en una conspiración comandada por Fulgencio Yegros duramente descabezada luego por el Dictador, con el fusilamiento de sus principales figuras en 1821. A pesar de la dureza de su gobierno, se calcula que no más de 40 personas fueron ejecutadas en casi 30 años de poder omnímodo, en una período en que en las provincias vecinas se desangraron decenas de miles de muertos en guerras fratricidas. En los últimos años de su gobierno dio asilo al caudillo uruguayo José Gervasio Artigas, con quien había mantenido fuertes disputas en el pasado, y le protegió ante la persecución (y amenazas de invasión al país) del caudillo entrerriano Ramirez, su ex-lugarteniente y entonces perseguidor.
José Gaspar Rodríguez de Francia murió el 20 de setiembre de 1840.
La inserción de Carlos Antonio López en la vida política del país se inició a la muerte de Rodríguez de Francia, cuando fue designado consejero y secretario de Mariano Roque Alonso durante el gobierno de la Comandancia de Armas. Posteriormente, en 1841 es nombrado cónsul del Paraguay (en el mismo sentido que antes Francia y Yegros) En 1844, el Congreso le otorgó poderes de presidente de la República, por diez años.
Carlos Antonio López continuó, aunque con un estilo diferente, abriendo lentamente al país al exterior, la defensa de la independencia paraguaya, amenazada especialmente por la negación del Gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas de reconocer la independencia del país y su insistencia en seguir considerando que la incipiente Argentina tenia derechos sobre la antigua Provincia del Paraguay, heredados del dominio español.
Entre las acciones de progreso del gobierno de López se destaca la creación del primer periódico nacional: El Paraguayo Independiente, de la Flota Mercante y del Ferrocarril; la puesta en marcha de la fundición de Ybycuí, los arsenales nacionales, y la contratación de unos 200 técnicos europeos que aportaron su conocimiento y su trabajo para la modernización de la capital y del país. La educación y la cultura fueron otros campos muy favorecidos por iniciativas de Don Carlos, quien cumplió un segundo y un tercer periodos de gobierno, hasta su muerte, en 1862.
A esta, después de un mes de negociaciones, su hijo Francisco Solano López, de 36 años, es elegido Presidente de Paraguay. Este -con una fina educación- había encabezado en 1853 un viaje de más de un año y medio a Europa -como Embajador de su padre- a fin de obtener reconocimiento de la independencia del país y fue quien cerró los tratos con las compañías inglesas (principalmente) que le vendieron al país la tecnología necesaria para un despegue económico e industrial descollante para esos años, sin recurrir a préstamo alguno, a más de ser quien contratara el par de centenares de técnicos europeos que la pusieron en práctica.
Sin embargo, a pesar de los consejos de su padre en cuanto a manejar las relaciones internacionales con prudencia, su admiración por Luis Napoleón (a quien conoció en 1853 cuando este acababa de auto-proclamarse Emperador) lo llevo a una política cada vez más riesgosa, que culminó en el ataque al Imperio del Brasil (Diciembre de 1864) y la Confederación Argentina (invasión a la Provincia de Corrientes en 1865) que desencadenó la catastrófica Guerra de la Triple Alianza (1865–1870)

Guerra de la Triple Alianza

"Soldado paraguayo ante el cadáver de su hijo", óleo de José Ignacio Garmendia

Las consecuencias de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) fueron funestas, costando la pérdida de dos terceras partes de todos los hombres adultos y gran parte del territorio (incluyendo la que estaba en pacifica disputa con el Imperio de Brasil) La situación creada derivó en un estancamiento económico que se prolongaría durante la siguiente mitad del siglo.

En la Guerra de la Triple Alianza faltó muy poco para que el Paraguay quedara exterminado totalmente. La población que superaba los 1.300.000 habitantes antes de la conflagración, quedó reducida a 200.000 habitantes de los cuales aproximadamente el 10 % eran hombres, en su mayoría niños, ancianos y extranjeros.

La industria y el comercio sufrieron un duro golpe. Los templos y casas particulares fueron saqueados cargándose los barcos brasileños y argentinos ubicados en el puerto de Asunción.

Los primeros hombres que se reintegraron en al post guerra, fueron los ex-combatientes que escaparon con vida de la contienda bélica, los que durante el conflicto permanecieron en el extranjero vinieron con los aliados perteneciendo a la Legión Paraguaya y los que estaban estudiando becados en Europa al iniciarse la guerra y no habían podido entrar al país por esta causa.

De la nación floreciente de la época de los López solo quedaron ruinas y escasos sobrevivientes. Destruida la riqueza pública y privada, desaparecidos los organismos jurídicos y culturales, reducida la población a su mínima expresión.

La guerra de la Triple Alianza fue costosa y sangrienta para todos los combatientes especialmente para el Paraguay que perdió más de la mitad de la población. Para 1870 el Paraguay era una tierra de mujeres, niños e inválidos; un país sin hogar y en desesperación.

Asunción hacia 1892

De los pocos extranjeros que llegaron al Paraguay, casi todos se casaron con paraguayas; éstos eran hombres de 20 a 40 años de edad. Debido a la guerra y a los pocos casamientos, el número de hijos naturales creció en relación a la población total. A pesar de los cambios demográficos y los grandes sacrificios de la mujer paraguaya hubo pocos cambios en su posición o status en la vida paraguaya luego de la guerra. Las campesinas conservaron su rol predominante en la agricultura.

En 1870, Paraguay es un país arruinado que ha perdido gran parte de su población, especialmente la masculina adulta. El país se ve sometido a una ocupación brasileña que dura seis años. Se promulga una nueva Constitución que estará en vigor hasta 1940.

Siglo XX y XXI

Guerra del Chaco

A principios de siglo XX se inicia una sigilosa consolidación de su territorio por parte de Bolivia hacia territorio del Chaco Las autoridades españolas habían superpuesto las jurisdicciones en el Chaco Boreal, de modo que casi con las mismas razones de uti possidetis, tanto Paraguay como Bolivia tenían válido argumentos para reclamar el territorio. Por su parte, la Argentina había reconocido en 1872 que la mayor parte del Chaco Boreal -es decir al norte del río Pilcomayo- era paraguayo, pero en 1903 tras la anexión brasileña del Acre, territorio hasta entonces boliviano, y por el "Tratado de Petrópolis" Brasil "en compensación" le "reconocía" a Bolivia el control sobre todo el Chaco Boreal, de este modo Bolivia estableció precarios fortines, como el de Camacho -actual Mariscal Estigarribia-, concretamente, hasta casi 1900 ningún país tenía un control efectivo sobre el Chaco Boreal exceptuando sus "bordes", Paraguay poseía el fuerte Olimpo, Villa Occidental (actual Presidente Hayes) y cerca de Villa Occidental el -hoy en ruinas- Presidio de López, algunas compañías privadas poseían pequeños desembarcaderos a orillas del río Paraguay -por ejemplo Puerto Sastre-, de modo que es difícil hablar de una "penetración boliviana en el Chaco Boreal a expensas de territorios entonces paraguayos, en los hechos era una tierra de nadie que estaba poblada por los aborígenes llamados en guaraní "guaycurúes" o "mbayás"; lo que parece más cierto es que a Paraguay, por razones geográficas le correspondía el sector occidental del territorio en litigio y a Bolivia el oriental, aunque era muy difícil -dado el relieve de la región, precisar límites concretos, sin que los sucesivos gobiernos nacionales pudieran hacer nada para impedirlo debido a que el país estaba sumergido en constantes guerras internas (levantamiento del coronel Albino Jara en 1904 y del coronel Adolfo Chirifé en 1922).

La guerra se hizo inevitable cuando después de cuatro años de escaramuzas aisladas de pequeñas escuadras bolivianas y paraguayas, el Ejército paraguayo logró juntar quince mil hombres para poner fin a dichas escaramuzas marcando su poderío bélico en la reconquista de un fortín, epopeya histórica denominada como Batalla de Boquerón 1932), lo que resultó ser una gran maniobra militar que llamó al país altiplanico de Bolivia a responder meses después con la misma violencia pero la declaración oficial de guerra no llegó hasta 1933 por parte del Paraguay.

Tras tres años de conflicto, Paraguay retomó extensos territorios pero no prosperó su pretensión de marcar la frontera a partir del río Parapiti en el oeste, cerca de las poblaciones hoy bolivianas de Charagua y Villa Montes y de los ríos Tucavaca y Bambural en el norte, hasta donde el ejército paraguayo obligó a replegarse al ejército boliviano. Tras la firma del Protocolo de Paz, con la firme acción del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas (ganó el Premio Nobel de la Paz por esa gestión) en 1939 las fronteras quedaron marcadas por líneas geodésicas (casi siempre límites secos) como en la actualidad por fuerte presión de Estados Unidos.

Guerra civil de 1947

Cabildo de Asunción, ex-Parlamento, actual Centro Cultural de la República

Durante el gobierno de facto del general Higinio Morínigo el Paraguay vuelve a sumergirse en una guerra civil (1947) que dejó treinta mil muertos. En 1954 llega al poder por medio de un golpe de estado el general Alfredo Stroessner, quien sería derrocado en 1989 tras 34 años de dictadura militar.

En 1946, tras la expulsión del gobierno de los sectores más cercanos al Eje nazi, se forma un gobierno de coalición entre el Partido Colorado y el Partido Revolucionario Febrerista, en lo que se dio en llamar la Primavera Democrática que duró 6 meses.

El 13 de enero de 1947, el Partido Colorado, expulsó del gobierno al Partido Febrerista lo que condujo a la revolución o guerra civil de 1947 en la que una coalición del Partido Liberal, el Partido Revolucionario Febrerista y el Partido Comunista Paraguayo se alzaron contra el gobierno. El Partido Colorado aprovechando las grandes diferencias sociales existentes, promovió la participación de los pynandí («pies descalzos») logrando la victoria. A partir de entonces se consolidó la hegemonía plena del Partido Colorado, que finalmente llevaría al poder al entonces coronel Alfredo Stroessner. El sistema imperante durante el periodo 1947-1962 fue de partido único, siendo el Partido Colorado el único legal.

Dictadura de Stroessner

Archivo:Perón y Stroessner.jpg
Juan Domingo Perón y el presidente paraguayo Alfredo Stroessner, en 1954. Foto publicada por el diario Clarín

El 4 de mayo de 1954, ya nombrado general, Stroessner dio un golpe de estado con la finalidad de "mantener el orden". Dado el interés en revestir legalmente dicho acto, la Junta de Gobierno del Partido Colorado, en su sesión del 5 al 8 de mayo, resolvió la necesidad de informar al entonces Presidente de la República, Federico Chaves, de la necesidad y conveniencia de presentar su renuncia (lo cual efectuó), designar al General Stroessner como candidato del partido para el periodo constitucional restante (1953-1958), y establecer el 15 de agosto como fecha de asunción del cargo por parte del nuevo Presidente. En esta fecha, la Asamblea Nacional, compuesta sólo por colorados, aceptó por unanimidad el nombramiento, y Stroessner asumió formalmente la Presidencia. El 9 de febrero de 1958, respaldado por el Partido Colorado y como candidato único, volvió a ser elegido presidente constitucional.

En 1959, Stroessner disolvió la Cámara de Representantes, compuesta solamente por colorados, y convocó elecciones generales. A partir de 1962 y hasta 1989 el sistema pasó a ser de pluralismo restringido. En 1967, el General-Presidente convocó una Convención Nacional para crear una nueva Constitución, permitiendo a los partidos febrerista y liberal formar parte de dicha convención. En 1963, Stroessner juró su tercer mandato. En 1968 se produjo la reelección de Stroessner, que juró su cuarto mandato el 16 de agosto. El sistema electoral vigente en las elecciones del 63 era el de mayoría con prima, consistente en la adjudicación de 2/3 de los escaños al partido que hubiese ganado la mayoría simple de votos. En 1977 fue necesario hacer una enmienda a la Constitución para poder reelegir al presidente sucesivamente y de forma vitalicia. En 1983 se celebraron elecciones generales, saldadas con un nuevo triunfo de Stroessner, que fue reelegido con el 90% de los votos.

A lo largo de 1986, y en los primeros meses de 1987, los componentes del ala radical del Partido Colorado se manifestaron varias veces como partidarios de que el general Stroessner, con sus setenta y tres años, se presentara otra vez para un nuevo mandato presidencial, que se iniciaría en 1988. Otra rama del partido propuso la candidatura de su hijo Gustavo, de cuarenta y dos años, teniente coronel de la Fuerza Aérea. El 14 de febrero de 1988, el general Stroessner fue nuevamente reelegido, por séptima vez.

La clave del éxito del General Presidente fue la conformación, ya intentada por sus antecesores militares (Franco, Estigarribia, Morínigo), de crear un estrecho vínculo de poder entre la Asociación Nacional Republicana, las Fuerzas Armadas y el Gobierno, quedando el general como eje de ese triángulo: Jefe del Ejecutivo, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y Presidente Honorario del Partido Colorado. Durante todo su mandato, Stroessner fue eliminando, tanto en las Fuerzas Armadas como en el Partido Colorado, toda posible oposición a su persona. El país entró en un periodo en el que la prebenda y el clientelismo eran cotidianos.

El desarrollo económico se centró principalmente en la modernización de las infraestructuras, para lo cual se pusieron en marcha obras colosales e innecesarias, que dejaban un margen de ganancia personal muy elevado (la presa de Itaipú); en la venta de tierras a extranjeros para mantener el modelo agro-exportador, y en la ampliación del sector financiero en detrimento del industrial. En el orden social, las consecuencias de la dictadura fueron especialmente graves: el empobrecimiento campesino, la progresiva creación de focos marginales en centros urbanos, la alarmante destrucción del medio ambiente y una fuerte represión social y política.

Retorno a la democracia y reforma constitucional

Panteón Nacional de los Héroes en Asunción
Salto Cristal - Ciudad de Ybicuí

En la noche del 2 al 3 de febrero de 1989 se produjo el golpe de Estado protagonizado por el general Andrés Rodríguez contra el dictador Alfredo Stroessner. Con él terminaba la más larga dictadura paraguaya. Tras disolver el Parlamento stronista, el general Rodríguez convocó a elecciones para el 1 de mayo y anunció la legalización de todos los partidos, exceptuando el comunista.

El general Andrés Rodríguez, al momento, era Comandante del 1er. Cuerpo de Ejército, con asiento en las afueras de la Capital, y consuegro del Gral. Stroessner.

El 1 de mayo de 1989, el candidato del Partido Colorado, el presidente provisional Andrés Rodríguez, consiguió el 74,1% de los votos en la elección presidencial. En cuanto a la elección para diputados y senadores, el Partido Colorado alcanzó el 66,4% (mayoría de 2/3). Convocada por su gobierno y con fuerte influencia personal del presidente en algunos puntos claves para las garantías democráticas, la Constitución de junio de 1992 estableció un sistema democrático de gobierno y mejoró la protección de los derechos fundamentales.

Gobierno de Wasmosy

En 1993 se celebraron nuevos comicios presidenciales, en los que también triunfó el candidato del Partido Colorado, Juan Carlos Wasmosy, que se convirtió en el primer civil en llegar a la jefatura del Estado tras cuarenta años de gobiernos militares, si bien su triunfo en las internas del Partido Colorado -sobre el otro candidato, Luis Maria Argaña- fue cuestionado en su legalidad.

Este hecho no resultó particularmente favorable a los destinos de la República, el gobierno Wasmosy se reveló uno de los peores de la historia paraguaya. Durante su mandato hubo dos graves crisis financieras, en 1995 y 1997, que eliminaron del mercado casi la totalidad de las empresas financieras locales, sobreviviendo casi exclusivamente las entidades financieras de origen extranjero. Estas, sin embargo, terminarían retirándose del país en los siguientes años. Estos acontecimientos afectaron duramente a la clase media paraguaya y activó una crisis económica de la cual el país todavía no ha salido.

Los malos resultados en campo económico también afectaron los logros posteriores al golpe del 1989 en el campo político. El enfrentamiento de Wasmosy con su principal promotor político, el general Lino Oviedo, jefe de las Fuerzas Armadas, a quien acusó de querer encabezar un golpe en su contra, motivó le restó aún más el apoyo del Partido Colorado y desató una crisis político-judicial que tendría largas consecuencias.

En 1996 Wasmosy alejó del ejército al Gral. Lino Oviedo -segundo del Gral Andrés Rodriguez en el golpe de 1989- bajo la acusación de querer encabezar un golpe en su contra, sin presentar sin embargo cargo judicial alguno. Sin embargo, en 1997, después que el Gral. Oviedo ganara las elecciones internas presidenciales del Partido Colorado, lo hizo enjuiciar y encarcelar por un tribunal Militar por dicho crimen, quitándole las posibilidades de competir y ganar la presidencia.

La Condena de Oviedo lo inhabilitó para las elecciones presidenciales del 1998 y según las leyes del país, ocupó su lugar su candidato a Vicepresidente, el Ingeniero Raúl Cubas Grau. Sin embargo, como las elecciones ya estaba realizadas, como candidato a Vicepresidente fue designado el Dr. Luis María Argaña, rival político de Oviedo (acababa de perder las internas del Partico ante él) y para entonces aliado de Wasmosy. Este curioso sistema legal permitió que finalmente, la formula presidencial fuera compuesta por Cubas para Presidente y su principal enemigo (Argaña, por ser el siguiente candidato más votado de su partido) para Vicepresidente.

Gobierno de Raúl Cubas

Cubas, apoyado probablemente por el desagrado popular ante la situación creada, en que el candidato más votado había enviado a prisión, triunfó en las elecciones con el 54% de los votos y tres días después de haber asumido el cargo presidencial indultó a Oviedo librándolo de la cárcel, a pesar de una ley aprobada en los últimos días del gobierno saliente, que intento cortar esa posibilidad. Esto, sumado al hecho de que el Argañista había combatido todo el tiempo al sector Oviedista, motivó que el nuevo gobierno diera poca o nula importancia a dicho sector en la nueva administración. Esto motivo un fuerte descontento en el mismo, que si bien había perdido por pocos votos la candidatura a la presidencia, mantenía casi la mitad de los votos colorados en el Parlamento. Los colorados argañistas y wasmosistas y los partidos de oposición (opositores a Oviedo por ser militar y por el de golpe de Estado) contestaron fuertemente el hecho y obtuvieron a través de la Corte Suprema una anulación del indulto que Cubas no acató.

Este hecho provocó un pedido de enjuiciamiento político del mismo ante del Congreso que por muchos meses -por falta de quórum- no prosperó. En marzo de 1999, sin embargo, la tensa situación política se complicó aún más.

Marzo Paraguayo y Gobierno de Gonzalez Macchi

Sede del Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur, en Asunción (Paraguay)

El después llamado Marzo Paraguayo se origina con el asesinato del entonces vicepresidente Luis María Argaña por parte de un comando paramilitar, el 23 de marzo de 1999. Fuertemente orientada por la familia y amigos de Argaña -a quienes se acusó inclusive de haber instrumentado la muerte natural del Vicepresidente- la oposición inculpó del hecho al Gral. Oviedo, quien había amenazado en varios discursos previos que su libertad no estaba bajo discusión alguna y desautorizaba absolutamente al Poder Judicial paraguayo. Tanto la oposición como los partidarios de Oviedo se congregaron en la plaza del Congreso. La misma se llenó de manifestantes tanto en contra del gobierno, como a favor mientras el Juicio político en contra de Cubas retomaba vigor y llevó a la Cámara de Diputados a juzgar a Cubas al día siguiente, con fuertes probabilidades de ser ganado. Para empeorar las cosas, en esos días estaba por retirarse ya de la Capital una fuerza campesina que había venido a la misma y estaba acampada frente a la Plaza del Congreso, reclamando la condonación de préstamos impagos por parte del Banco Nacional de los Trabajadores (estatal) Uno de los gestores del juicio político, el parlamentario Bader Rachid Lichi, negoció rápidamente con ellos la condonación de las deudas, a cambio de que se quedaran en la Plaza, apoyando el Juicio político.

Esta situación generó una crisis política que conmocionó al país durante una semana. La oposición responsabilizó inicialmente al presidente, Raúl Cubas Grau como también al hombre fuerte de la política paraguaya de entonces, Lino Oviedo. La muerte de Argaña provocó una serie de manifestaciones de opositores y adherentes a Oviedo y al gobierno de Cubas, que desembocó en acontecimientos en que murieron siete manifestantes contrarios al gobierno, la vispera de la votación del Juicio Político, lo cual produjo finalmente la renuncia de Cubas a la presidencia, a fin de evitarlo, y su casi inmediata salida al exilio.

Con la resolución de las tensiones acumuladas en más de un año de luchas políticas caracterizadas por la bajeza de los golpes por parte de todas las facciones, y dada la participación de la juventud en la misma, se dio un breve ambiente de efervescencia cívica y esperanza en las autoridades que surgieron de ese proceso, pero al poco tiempo el gobierno de Luis Ángel González Macchi decepcionaría todas estas expectativas, por el alto índice de corrupción en su administración.

Un intento fallido de golpe de estado en mayo del 2000, nunca bien aclarado, sería la última acción militar que influiría en la vida política paraguaya.

El gobierno de González Macchi no mejoró la economía paraguaya y se caracterizó por constantes escándalos de corrupción y una nueva crisis financiera.

Gobierno de Duarte Frutos

En las elecciones nacionales del 2003, es elegido Nicanor Duarte Frutos, candidato del Partido Colorado paraguayo. El electo presidente inicialmente llegó a un acuerdo con los partidos opositores para una renovación de la Corte Suprema de Justicia y la reforma del Estado, pero dicho acuerdo rápidamente fue roto debido a que la estructura del estado no fue transformada y los hechos de corrupción continuaron de la misma forma en que se dieron durante el gobierno de González Macchi.

A comienzos del año 2006 se da una nueva crisis política, debido a una controvertida resolución de la Corte Suprema de Justicia, que habilitaba a Duarte Frutos a ejercer la presidencia del Partido Colorado, algo expresamente prohibido por el artículo 237 de la Constitución Nacional. Posteriormente Duarte Frutos inicia una campaña para modificar la Constitución con el fin de lograr la reelección, algo calificado por sus opositores como claros intentos de reinstaurar una dictadura. Recordando la dictadura perpetua de Rodriguez de Francia, pasando por la dinastía de los López y el intento de perpetuar a Stroessner a través de la candidatura de su hijo Gustavo (y sus modificaciones de la Constitución para permitir su propia reelección) la opinión publica y política del país son especialmente reacias a cualquier propuesta en ese sentido.

Elecciones del 2008, victoria de la Alianza Patriótica para el Cambio

Los resultados de las elecciones del 20 de abril de 2008 dejaron como presidente electo del Paraguay al ex obispo Fernando Lugo, quien consiguió más de 10 puntos por encima de la candidata oficialista Blanca Ovelar, quien quedó en segundo lugar.[1]

Estos resultados en las elecciones tuvieron como consecuencia la salida del Partido Colorado de la presidencia de la República, luego de estar 61 años al mando del país.

Referencias