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Diferencia entre revisiones de «Campo Grande de Valladolid»

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El '''Campo Grande''' es un gran jardín público ubicado en pleno centro de la ciudad de [[Valladolid]]. Tiene forma triangular, cuenta con 115.000 [[m²]] de superficie y está limitado por la [[Acera de Recoletos]], el Paseo de los Filipinos y el [[Paseo de Zorrilla]]<ref>Dato de superficie de [http://www.asomateavalladolid.com/es/ocio_natur/index.asp?por=no&men1=12c&men2=21&men3=31&p3=RUTAS&con=r_burgues.htm Asómate a Valladolid]</ref>. Su acceso principal se encuentra en la [[Plaza de Zorrilla]], donde junto a una gran puerta de factura moderna se encuentra un gran [[Escudo de Valladolid|escudo floral de la ciudad]]. El parque se encuentra cerrado en todo su perímetro por una sencilla verja que corre entre pilastras, con puertas en todos sus lados.
El '''Campo Grande''' es un gran jardín público ubicado en pleno centro de la ciudad de [[Valladolid]]. Tiene forma triangular, cuenta con 115.000 [[m²]] de superficie y está limitado por la [[Acera de Recoletos]], el Paseo de los Filipinos y el [[Paseo de Zorrilla]]<ref>Dato de superficie de [http://www.asomateavalladolid.com/es/ocio_natur/index.asp?por=no&men1=12c&men2=21&men3=31&p3=RUTAS&con=r_burgues.htm Asómate a Valladolid]</ref>. Su acceso principal se encuentra en la [[Plaza de Zorrilla]], donde junto a una gran puerta de factura moderna se encuentra un gran [[Escudo de Valladolid|escudo floral de la ciudad]]. El parque se encuentra cerrado en todo su perímetro por una sencilla verja que corre entre pilastras, con puertas en todos sus lados.

Revisión del 01:43 30 jul 2007

Interior del Campo Grande

El Campo Grande es un gran jardín público ubicado en pleno centro de la ciudad de Valladolid. Tiene forma triangular, cuenta con 115.000 de superficie y está limitado por la Acera de Recoletos, el Paseo de los Filipinos y el Paseo de Zorrilla[1]​. Su acceso principal se encuentra en la Plaza de Zorrilla, donde junto a una gran puerta de factura moderna se encuentra un gran escudo floral de la ciudad. El parque se encuentra cerrado en todo su perímetro por una sencilla verja que corre entre pilastras, con puertas en todos sus lados.

Su origen como parque o, más específicamente, como zona ajardinada, se remonta a 1787, aunque ya desde el siglo XV hay que considerarlo como un espacio urbano de gran importancia. Un aspecto a destacar del parque es la abundante población avícola. Repartidos por su superficie se encuentra una faisanera, una pajarera y un palomar, perteneciente al Club Colombófilo de Castilla, que hacen que los pavos reales, faisanes y palomas sean muy numerosos y se hayan convertidos en los auténticos habitantes del parque. Tiene una gran variedad de árboles que constituyen un verdadero jardín botánico.

Antes de su denominación como Campo Grande, por lo desmesurado de su tamaño, se denominó Campo de la Verdad y posteriormente Campo de Marte.

Historia

La pretensión de los historiadores Juan Antolínez de Burgos y Matías Sangrador y Vitores de retrotraer el origen de Valladolid a la época romana les hace afirmar la existencia de un poblamiento o villa en el centro del actual trazado urbano de tal manera que los restos que justificarían esa hipótesis estarían situados en lo que durante siglos se conoció como Puerta del Campo. Esta denominación hace referencia a una de las puertas que limitó la ciudad por su lado sur, desde finales del siglo XIII hasta el primer tercio del siglo XVII. Dicha puerta estuvo situada en la confluencia de las calles Santiago y Claudio Moyano, por lo que abarcaba la práctica totalidad del Campo Grande y de la Plaza de Zorrilla, además de los terrenos que hoy ocupa la Academia de Caballería.

Según Antolínez en el año 1595, con motivo de la realización de diversas obras en las cercanías de la Puerta del Campo junto a los terrenos de la actual Academia de Caballería y del Hospital de los Desamparados o de la Resurrección (en lo que hoy es la Casa Mantilla) se descubrieron sepulcros «labrados de cantería y los cuerpos que en ellos estaban tenían todas las señales de ser romanos». Antolínez sostiene también la existencia en todo el Campo Grande de enterramientos abovedados y el hallazgo de un aposento con mosaicos en las ruinas de la antigua muralla situada junto a la Puerta del Campo.

Si no tenemos en cuenta las teorías de Sangrador y Antolínez sobre la ocupación romana del Campo Grande, los primeros datos vinculados a la existencia de esta gran superficie indican que se configuró a partir de suelos agrícolas comunales.

A lo largo de varios siglos se celebraron en este recinto festejos y celebraciones de toda índole. Durante la Edad Media, fue conocido como Campo de la Verdad ya que era el lugar donde se desarrollaban duelos de honor y exhibiciones militares. En el año 1335 el rey Alfonso XI organizó un torneo en el que combatieron los Caballeros de la orden de la Banda e incluso intervino el propio Alfonso XI disfrazado.

En el siglo XV, tuvo lugar un episodio bélico que formó parte de las guerras civiles que caracterizaron el reinado de Enrique IV de Castilla. Parte de los nobles castellanos se alzaron contra el monarca apoyando los derechos sucesorios de su hermano el Infante Alfonso de Castilla en contra de Juana la Beltraneja. En septiembre de 1464, la lucha entre los partidarios de Enrique y Alfonso se dirimió en Valladolid. Los rebeldes se apoderaron de las puertas y torres de la ciudad, a excepción de la puerta y la torre del Campo, que defendía el Merino Mayor de Valladolid Alonso Niño, que mantuvo su lealtad al monarca.

En la propia ciudad, Juan de Vivero, contador mayor del reino, se levantó el día 15 contra Enrique IV y tomó partido también por el infante Alfonso, sitiando a Alonso Niño en dicha torre y puerta. La resistencia de Alonso Niño hizo que al día siguiente la villa se alzara contra los Vivero y a favor del rey. Niño fue liberado, se reconquistaron las demás puertas, puentes y torres y los Vivero y sus partidarios fueron expulsados, dando entrada a los leales al rey.

El Campo Grande en un plano de Valladolid de 1738. Durante los siglos XV y XVI, la ciudad se extendió por esta zona rodeándose de edificios. La disposición triangular de éstos parece deberse a que los edificios se orientaron siguiendo la linea de los ríos.

A partir de finales del siglo XV y durante el XVI, la ciudad se extendió por esta zona y la Puerta del Campo se rodeó de edificios, fundamentalmente conventos. Según sostiene Martín González, la disposición triangular de éstos se debe a que los edificios se orientaron siguiendo la línea de los dos ríos que atravesaban la zona; el Pisuerga, por un lado, y uno de los ramales del río Esgueva, por otro.

La Puerta del Campo albergó durante un tiempo el patíbulo donde eran ejecutados los condenados tanto de la Inquisición como de la justicia ordinaria y militar. En el año 1506, fue colocada la horca en un lugar cercano a la entrada. Según Juan Agapito y Revilla, el campo se conoció con el nombre de la «hoguera» o el «brasero», por esta razón, en el siglo XIX pasó a denominarse Campo de la Feria, ya que allí eran quemados los herejes.

Los Autos de Fe se trasladaron desde la Plaza Mayor hasta el lugar de la ejecución. Según el relato de Manuel Canesi con motivo de las ejecuciones era llevado al Campo Grande la imagen del Cristo del Perdón perteneciente a la Cofradía de la Pasión que era situado junto al patíbulo.

Uno de estos Autos solemnes fue el que se celebró el 21 de mayo de 1559. El principal acusado fue el doctor Agustín Cazalla, sacerdote que había sido predicador en la Iglesia de Santiago y capellán del Emperador Carlos V. Cazalla que fue acusado de luteranismo y de haber arrastrado a varias personas a esa herejía fue juzgados junto con otros 31 reos. De estos, quince, entre ellos Cazalla, fueron condenados, mientras que el resto fueron reconciliados. Terminado el Auto de Fe, celebrado en la Plaza Mayor, los condenados, montados en mulas, atravesaron la calle Santiago y cruzaron la Puerta del Campo, lugar donde se habían levantado quince hogueras. El doctor Cazalla, arrepentido, exhortó al pueblo que presenciaba el suplicio, a permanecer fieles a la iglesia y rechazar la herejía. Este es el proceso que narra Miguel Delibes en su novela El hereje y que a la entrada del parque se recuerda en una placa que forma parte de la llamada Ruta del Hereje:

Desde lo alto del borrico, Cipriano divisó las hileras de palos, las cargas de leña, a la vera, las escaleras, las argollas para amarrar a los reos, las nerviosas idas y venidas de guardas y verdugos a pie.
Cipriano Salcedo. Ruta por el Valladolid del Hereje de Miguel Delibes.
Valladolid a mediados del siglo XIX. Esta vista, de A. Guesdon, muy realista, está tomada sobre la Puerta de Madrid, hoy desaparecida, que constituía la puerta de entrada a la ciudad en lo que hoy es el Paseo Zorrilla. Se observan varias hileras de árboles que delimitarían en un futuro lo que hoy es el Parque del Campo Grande.

La fiesta taurina está también unida a la historia del parque. Las corridas se celebraban habitualmente en la Plaza Mayor, acondicionada para ello, aunque existían otros escenarios como la Plaza Vieja o de San Pablo. Tras el incendio de 1561 los festejos tuvieron que trasladarse durante un tiempo a la Puerta del Campo, acotándose para ello una parte del Campo cercana a la puerta. Los toros recorrían el trayecto desde el matadero situado en la calle del Rastro (hoy calle Miguel Íscar), donde estaban encerrados, cercano al Hospital de la Resurrección, pasando por la Puerta del Campo y la calle Santiago.

Entre 1787 y 1788, según el proyecto del arquitecto neoclásico Francisco Valzanía, se trazaron varias calles con hileras de olmos que delimitarían aproximadamente el actual perímetro del Campo Grande y la Acera de Recoletos confluyendo en dos plazas circulares, la plaza de Zorrilla y la Plaza de Colón.

En 1846 se dieron los primeros pasos hacia la creación del Campo Grande en su concepción actual. En esta fecha el Ayuntamiento de la ciudad se opuso a la construcción de un edificio proyectado para Presidio Modelo en esta zona. En contraposición, la sección de ornato público del Consistorio vallisoletano propuso una serie de mejoras encaminadas a facilitar el riego del arbolado existente.

En 1877, a partir de la iniciativa del alcalde de la ciudad, Miguel Íscar, fue encargado el proyecto de su acondicionamiento a los arquitectos Ramón Oliva y el encargado de jardines Francisco Sabadell. Este proyecto, su trazado y la distribución del jardín responde a una concepción romántica y naturalista, con diferentes caminos, glorietas, plazas y parterres entre las que se levantan numerosas fuentes y memoriales.

Las pajareras

El Palomar. Al fondo, la Academia de Caballería

El Campo Grande alberga tres pajareras. La más antigua es la que está situada más próxima al Paseo de Filipinos y que recibió el nombre de La Faisanera, por acoger en un principio a este tipo de aves. Fue construida en 1914, siendo alcalde de Valladolid Antonio Infante y su contratista fue Juan Cormell. En la actualidad alberga palomas mensajeras.

Otra de ellas es El Palomar, situada cerca de una de las entradas laterales del parque a la que se accede por el Paseo de Zorrilla, a la altura de la Academia de Caballería, fue construida en 1932, e inaugurada un 24 de septiembre del mismo año. Perteneció desde el primer momento al Club Colombófilo de Castilla'. Sus trazas acordes con el estilo imperante en el resto del Campo Grande fueron del arquitecto Jacobo Romero.

La tercera está situada próxima a la fuente de la Fama y fue construida en la década de treinta. Está dividida en departamentos y en ella se pueden contemplar palomas, faisanes, gallos japoneses, gallinas enanas y otras aves.

Esculturas

Miguel Íscar

Busto de Gaspar Núñez de Arce

Míguel Íscar fue alcalde de la ciudad y fue durante su mandato cuando se realizó la transformación del Campo Grande como parque municipal y jardín romántico. Su busto se eleva sobre una pirámide truncada en piedra, dispuesto en lo alto de un macizo decorativo desde 1932 y está realizado en bronce. En su pecho aparece el escudo de Valladolid, y fue realizado en el año 1907 por el riosecano Aurelio Rodríguez Vicente Carretero. En un principio se situó en el centro de una plaza cercana a la Pajarera, teniendo como fondo la fuente de la Fama, trasladándose en 1932.

Leopoldo Cano

El busto dedicado al dramaturgo y poeta vallisoletana Leopoldo Cano. Su realización la llevó a cabo el escultor local Juan José Moreno LLebra Cheché. Situado en el Paseo del Príncipe fue inaugurado en marzo de 1936 y está realizado en cobre galvánico apoyado sobre un pilar de piedra blanca.

Gaspar Núñez de Arce

Siguiendo el camino de tierra que sale por la parte trasera del busto de Leopoldo Cano desde el Paseo del Príncipe, se accede a unos jardines en los que se insertan siete arcos de hierro cubiertos con plantas y rosales trepadores. Atravesando los siete arcos se levanta un pedestal con el busto del poeta, también vallisoletano, Gaspar Núñez de Arce. Fue inaugurado el 20 de septiembre de 1932 y esculpido por el segoviano Emiliano Barral. Antiguamente, el busto formaba parte de una fuente central en forma de lira realizada en granito rojo de Ávila. En la actualidad la ausencia del agua, ha convertido el vacío estanque en zona ajardinada.

El fotógrafo

En uno de los caminos adyacentes al Paseo del Príncipe, nos encontramos con la estatua denominada El fotógrafo del Campo Grande. La escultura encargada por la Diputación de Valladolid en 1994 fue ejecutada por el artista vallisoletano Eduardo Cuadrado. El proyecto contemplaba la creación de la escultura de un fotógrafo en tamaño natural en actitud de estar tomando fotografías.

El fotógrafo

La inauguración de esta estatua puso fin a los actos que la Diputación de Valladolid organizó en recuerdo a la saga de los Muñoz, una conocida familia de fotógrafos callejeros, y sobre todo a su último representante, Vicente Muñoz, fotógrafo oficial del Campo Grande durante más de 50 años.

La escultura del fotógrafo, fue realizada en fibra de vidrio para ser posteriormente vaciada en bronce. Sus dimensiones son de 1,70 por 1 por 0,78 metros y fue colocada en el lugar que Muñoz dispuso durante tantos años su cámara. El fotógrafo está en pose de realizar una fotografía con una antigua cámara de trípode, ocultando su cabeza bajo una lona, con la mano izquierda dirigiendo la máquina y con la derecha levantada.

Rosa Chacel

Atravesando la escultura del fotógrafo y continuando por el Paseo del Príncipe por la derecha nos encontramos con el busto en bronce en tamaño natural de la escritora vallisoletana Rosa Chacel. El busto está situado sobre un bloque de granito abulense natural de forma ovalada en el centro de una glorieta, con arbustos y árboles a su alrededor y bancos de madera. Fue realizado en 1988 por el artista madrileño Francisco Barón.

Fuentes

Fuente de la Fama

Tras la inesperada muerte de Miguel Íscar el 8 de noviembre de 1880, se constituyó una comisión encabezada por el director del diario El Norte de Castilla, Sebastián Díez Salcedo con el objetivo de perpetuar su memoria mediante la construcción de una fuente monumental, para lo cual se abrió una suscripción pública.

Fuente de la Fama

Antes de establecerse en el lugar que hoy ocupa se considero su instalación en la Plaza Zorrilla, en uno de los laterales del Campo Grande o junto a un templete, hoy desaparecido, que se encontraba en el Paseo Central del Campo Grande.

El arquitecto Antonio Iturralde se encargó de su construcción. Proyectó una fuente constituida por un pilón octogonal de cuyo centro sobresale un alto pilar de tableros decorados y que a través de mascarones derramaba el agua a otro de menor profundidad. El pilar central, de perfil curvilíneo, remata con una alegoría en bronce de la Fama, representada de forma convencional; una figura de mujer joven con alas extendidas soplando a través de una larga trompeta alzada al cielo de la que brota el agua. La figura de la Fama es obra del escultor Mariano Chicote Recio y la fundición de la escultura fue realizada en los talleres López y Cía. El conjunto final presenta ciertas variantes respecto al proyecto inicial de Iturralde. Sobre el pilón principal, inicialmente desnudo, se instalaron jarrones en forma de copa que fueron sustituidos más tarde por bolas que hoy permanecen.

Su construcción se inició en abril de 1882, pero la inauguración de la fuente se dilató hasta noviembre de de 1883 debido, sobre todo, a la falta de recursos económicos que fueron en parte paliados por las ayudas del Ayuntamiento. Su inauguración tuvo lugar finalmente el 11 de noviembre de 1883, coincidiendo con el tercer aniversario de la muerte de Miguel Íscar.

La obra ha sufrido modificaciones a lo largo del siglo XX, colocándose sobre su pilón varias copas en forma de jarrón y pintándose la estatua de color dorado, en 1930. Así mismo, la columna que la soporta, recuerda con inscripciones la figura y la labor de Miguel Íscar.

Fuente del Cisne

La Fuente del Cisne en la Pérgola del Campo Grande

En una de las vías que atraviesan el Paseo del Príncipe se encuentra la entrada a la Pérgola del Campo Grande, en cuyo centro se encuentra la Fuente del Cisne, también conocida como Fuente de las Sirenas. En un principio esta fuente fue proyectada para la glorieta que se estaba construyendo en los jardines del Poniente en 1887. Su instalación en dicho espacio, en junio del mismo año, provocó un prematuro deterioro del pilón de la fuente, lo que obligó al Ayuntamiento cinco años más tarde a efectuar el traslado a su emplazamiento definitivo en el Campo Grande de Valladolid.

Las trazas de la fuente son obra de Gonzalo Bayón, propietario de una de las fundiciones más importantes de la ciudad. Además colaboración en su instalación el arquitecto Javier Benedicto y el director de jardines de la ciudad, Francisco Sabadell. La fuente proyectada por Bayón consta un de pilón principal de forma circular de aproximadamente 5 metros de radio con escudos de Valladolid, labrados en su piedra, situados en cada uno de los frontales. En el centro se levanta un macizo que simula la forma de un jardín del que surgen seis sirenas que sostienen en sus manos peces que lanzan sendos chorros de agua. En la parte superior del macizo aparece la figura del cisne que da nombre a la fuente, en pose de echar a volar con sus alas extendidas y cuello retorcido, con el pico hacia arriba a través del cual lanza un chorro de agua. Alrededor del macizo central de la fuente y dentro del agua se disponen varios tritones que arrojan agua al conjunto central.

El estanque y la cascada

La Paloma suracndo las aguas del estanque

El estanque es una obra artificial, construida bajo el mandato de Miguel Íscar, donde podemos ver diferentes especies de patos, gansos y cisnes, entre ellos: el pato colorado, el pato cuchara, el ánade rabudo, el ánade azulón, el ánade silbón, el porrón moñudo y el porrón europeo[2]​. También hay algunas tortugas y carpas. Las vísperas de fiesta y festivos los niños se pueden dar una vuelta por el estanque en una pequeña barca: La Paloma mientras el barquero les cuenta curiosidades del entorno.

La construcción de una cascada junto al estanque es una de las obras más largas de las realizadas en el jardín del Campo Grande. Ya en el año 1879 se posibilitó la construcción de una montaña artificial que permitiera albergar esta cascada, empleándose para ello piedra procedente del derribo de la antigua Casa Consistorial de la ciudad. Posteriormente se recubrió dicha estructura con diferentes adornos como piedras ornamentales, estalactitas y cristales de colores. Durante 1880 se realizaron las primeras pruebas de funcionamiento, convirtiéndose tras su inauguración en 1881 en uno de los sitios de recreo favoritos de los vallisoletanos.

Paseo Central del Campo Grande

Es una ancha calzada con árboles a los lados que comenzando en la Plaza de Zorrilla y terminando en la Plaza de Colón discurre paralela entre la Acera de Recoletos y los jardines del Campo Grande propiamente dicho. Aunque su nombre sea Paseo Central no se encuentra en el centro sino en un lateral del parque. Se configuró desde el principio como zona de esparcimiento libre de circulación y se construyó enseguida un templete o quiosco de música como demostración lúdica para la zona.

Placa hebrea que señala la ubicación del cementerio judío de la Edad Media
Placa conmemorativa del hermanamiento entre Lille y Valladolid

En el año 2002, durante la remodelación de la Acera de Recoletos y el Paseo Central fue descubierta una necrópolis judía que pertenecía a un gueto creado en 1411, cuando musulmanes y judíos fueron separados de los cristianos. Fueron hallaron 23 esqueletos tanto de adultos como de niños, en disposición oeste-este, con los brazos extendidos junto al cuerpo y las palmas hacia arriba siguiendo la forma de un ritual judío. En el lugar donde descansan hay una placa firmada por Mosheh Ibn Ezra:

Son tumbas de tiempos antiguos, en las que unos hombres duermen el sueño eterno. No hay en su interior ni odio ni envidia. Ni tampoco amor o enemistad de vecinos. Al verlas mi mente no es capaz de distinguir entre esclavos y señores.

Hacia el centro del paseo se encuentra un monolito de piedra de unos 1,70 metros con una placa con los escudos de Lille y Valladolid, ciudades hermanas, con la inscripción:

Conmemoramos que en el año 1994 las ciudades hermanadas de Lille (Francia) y Valladolid (España) fueron elegidas para celebrar la etapa inaugural del Tour de Francia y de la Vuelta Ciclista a España.
Valladolid, 25-IV-94 linen

En la parte del paseo más cercana al Campo Grande se extiende un muro de piedra flanqueado por rejas y varias puertas que dan acceso al parque. En esta zona además de zonas verdes podemos encontrar varias manifestaciones escultóricas, entre ellas la escultura Baile en bronce, homenaje al bailarín vallisoletano Vicente Escudero obra de la vallisoletana Belén Gonzáles Díaz e inaugurada en 1995. La estatua reposa sobre un estanque en cuyo centro hay un pedestal sobre el que se levanta.

Anteriormente en el espacio que ocupa esta escultura se encontraba otra del artista salmantino Agustín Casillas Osado. Estas esculturas formaban parte de una de las doce que realizó para decorar este paseo. Seis fueron realizadas en 1968 y se situaron en el centro de los estanques y las otras seis se situaron en los jardines laterales opuestos. De estas doce esculturas, tan solo se conserva una que representa un oso.

Baile en bronce, homenaje a Vicente Escudero

En el paseo encontramos dos pabellones de cristal. El más cercano a la plaza de Zorrilla, alberga el Centro de Recursos Turísticos mientras que el otro es una cafetería.

A lo largo de todo el paseo se encuentran varias pistas de baloncesto.

Actividades en el paseo central

En este paseo se desarrollan numerosas actividades culturales a lo largo del año. Entre ellas destacan:

  • Feria del Libro de Valladolid y Feria del Libro Antiguo y de Ocasión
  • Algunas de las actuaciones del Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid
  • Varias actividades de la concentración motera Pingüinos
  • La Feria de Artesanía de Valladolid
  • La Feria de la Cerámica
  • El Concurso Nacional de Pinchos Ciudad de Valladolid

Construcciones desaparecidas

La primera construcción de que se tiene constancia escrita [3]​ es un crucero de piedra que estaba situado frente a la antigua Puerta del Campo. Después en 1498, se construyó allí mismo el humilladero de la Cruz que se mantuvo en pie bastantes siglos.

Siguiendo en antigüedad se tiene amplio conocimiento del Convento de San José. Eran padres franciscanos capuchinos que levantaron su convento en el primer tercio del siglo XVII, al fondo del paseo, donde está ahora el monumento a Colón. Allí vivieron hasta 1820 en que se marcharon a fundar en Rueda (Valladolid), empleando entonces el edificio para otros usos como cárcel, cuartel, manicomio y almacén de ferrocarril. Fue destruido en 1860.

Uno de los templetes que fueron instalados en esta zona del parque.

Entre finales del siglo XIX y a lo largo de todo el siglo XX aparecieron y desaparecieron pequeñas construcciones que se levantaban según las necesidades o la moda de cada momento. Una de las primeras fue un templete de madera para música que se podía desmontar, pero pronto fue sustituido por el tradicional quiosco o templete de música cuyo modelo con distintas variantes proliferó en todas las capitales de España.

A la entrada del Paseo y cerca de la plaza de Zorrilla se levantó el Café del Pino, familiarmente conocido como El Chalet. Era una especie de bar o kiosco de bebidas muy al estilo de la época, servido y atendido por personal del café Royalty de la calle de Santiago. Tenía un aspecto exótico, entre chalet suizo y pagoda china. La clientela que se sentaba allí al aire libre podía escuchar la música del templete cuando tocaba alguna banda. Pegado a este café y formando bloque con él pero mirando a la plaza de Zorrilla el empresario Manuel Pradera construyó el embrión de lo que después sería Teatro Pradera, un barracón poco atractivo conocido por los vallisoletanos con este nombre: El Barracón. Duró poco y fue sustituido por el, primero teatro, y después cine Pradera. Durante 57 años estuvo en activo esta sala de espectáculos donde se dieron zarzuelas, comedias, revistas y varietés. Cuando el cinematógrafo desplazó en cierta medida al teatro, la sala se convirtió en un modesto y popular cine con un precio asequible a todos los públicos. El 24 de septiembre de 1967 tuvo lugar por la noche la última representación que se hizo de manera solemne y como despedida de toda una institución popular vallisoletana.[4]​ Para este acontecimiento se representó la comedia musical Metidos en harina con sus principales intérpretes Zorí, Santos y Codeso cuya compañía teatral llevaba 25 años actuando en la época de ferias de Valladolid. A la función asistieron las autoridades con el alcalde al frente. Se dijo que se había tomado la decisión de derribar el inmueble

Fotografía del Paseo Central del Campo Grande. Al fondo se observa el Monumento a Colón. A la derecha, el Teatro Pradera.

«…en aras del progreso económico y urbanístico de la ciudad a la que se quería dotar de un aspecto más moderno»

Más o menos en el espacio que ocupa ahora la caseta de venta de productos de Valladolid se construyó una pajarera donde se custodiaba un pavo real blanco. Hacia los años 40 del siglo XX se sustituyó la pajarera por una especie de templete moderno también para la música hecho en hierro y ladrillo, de dos plantas; la de arriba era una especie de terraza al aire libre donde tenían que colocarse los músicos. No tuvo ningún éxito debido principalmente a la mala acústica. El Ayuntamiento se lo ofreció más tarde, ya en los años 50 del siglo XX al empresario González Maillo quien dedicó la planta baja a espectáculos de variedades y bautizó el local con el nombre de GyM. Tuvo un gran éxito que duró bastantes años.

El Paseo Central desde la Plaza Colón

Cerca también de la plaza de Zorrilla se construyó un bar cuadrado y con la barra rodeándolo por los cuatro costados, conocido como El Naranjal. Los cuatro frentes estaban azulejados.

Hacia los años 60 del siglo XX se derribó el último templete clásico que estaba situado delante de la actual puerta que da acceso al recinto del parque desde este Paseo Central. En su lugar se levantó un edificio de hormigón que se consideró como el primer Auditorio y de hecho se llamaba así, Auditorio de Valladolid. Era como una concha, con bóveda de horno, bastante grande, y durante muchos años fue la sede de los Festivales de España en la ciudad y de las actuaciones del Teatro Nacional y de otros espectáculos. Se derribó por los años 80 del siglo XX y en su lugar se situó un jardín redondo y delimitado que servía de base a un reloj floral. Con la última remodelación del Campo Grande y su cerramiento con una verja, desapareció el reloj y su jardín y en su lugar se puso una puerta de acceso al parque. Quedaron de esta manera bien limitadas las dos zonas: Parque del Campo Grande y Paseo Central del Campo Grande.

Véase también

Referencias

Notas

  1. Dato de superficie de Asómate a Valladolid
  2. Según los paneles indicativos del propio parque
  3. MARTÍN UÑA, Joaquín. Valladolid, paseos por la ciudad
  4. Se trataba de una concesión por 50 años, que el Ayuntamiento tuvo a bien prolongar por siete años más; cumplido el plazo el inmueble y su enclave pasó a propiedad municipal

Bibliografía consultada

  • GARCÍA VALLADOLID, Casimiro G. Valladolid, recuerdos y grandezas. Tomo I. Edita Grupo Pinciano. Edición facsímil. ISBN 84-500-4066-3
  • MARTÍN UÑA, Joaquín. Valladolid, paseos por la ciudad. Editorial Azul, 2001. ISBN 84-932336-1-7
  • URUEÑA PAREDES, Juan Carlos. Rincones con fantasmas. Un paseo por el Valladolid desaparecido. Ayuntamiento de Valladolid, 2006. ISBN 84-95389-97-5
  • Plantilla:Ref-artículo
  • María Antonia Fernández del Hoyo (1981). «Desarrollo urbano y proceso histórico del Campo Grande de Valladolid». Ayuntamiento de Valladolid. ISBN 84-500-4970-9. 

Enlaces externos