Rattus

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Rata

(Rattus norvegicus)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Rodentia
Familia: Muridae
Subfamilia: Murinae
Género: Rattus
Especies

El género Rattus está compuesto por varias especies de roedores de mediano tamaño denominadas ratas. Algo más grandes que sus parientes cercanos los ratones. Su promedio de vida es de un año. El peso normal de una rata no suele sobrepasar los 300-500 gramos. Las dimensiones y el peso de estos roedores puede llegar a ser incierta, ya que hay varios testimonios en paises como Italia, Irán, Alemania y China que describen roedores de gran tamaño, con un peso de 18 kilogramos.[1]

Generalidades

Allá donde haya una rata puede haber cientas. Si las condiciones son adecuadas y la comida es abundante, su población se multiplica rápidamente. Cada pareja de roedores puede engendrar una colonia de 200 individuos. Las ratas son animales omnívoros, y es probable que repitan su patrón de conducta, es decir, que vuelvan a alimentarse en el mismo lugar. Las ratas son la máquina de supervivencia más perfecta creada por la naturaleza, ya que son las únicos seres vivos genéticamente preparados para sobrevivir a un holocausto nuclear. Su proporción genética sólo es comparable con su hostilidad. Las ratas pueden alcanzar gran tamaño y llegar a pesar 1 kilo. Se orientan perfectamente en la oscuridad. La flexibilidad de su esqueleto las permite introducirse en las viviendas por cualquier agujero. Su voracidad no tiene límites; son capaces de perforar madera hasta tuberías de plomo.

Estos roedores son extremadamente peligrosos, ya que pueden transmitir enfermedades como la Rabia, Virus Ébola, Cólera, Peste bubónica, Tifus murino, Teniasis, Tuberculosis, Salmonelosis, Triquinosis, Leptospirosis, Toxoplasmosis, Neumosistosis, Hantavirus, Hepatitis, Coriomeningitis linfocítica, Meningoencefalomielitis y todo tipo de infecciones intestinales.

En definitiva, las ratas son un perfecto organismo de combate, sin el fantasma ético del remordimiento.

Especies

Archivo:Rata-gigante-descubierta-en-indonesia.jpg
Rata gigante descubierta en Indonesia.

La rata casera (Rattus rattus), también conocida como rata de techo o rata negra, procede de los bosques del sudeste asiático; vivía en los árboles y allí aprendió a apreciar la compañía del ser humano, que le facilitaba mucho la tarea de conseguir alimentos, de modo que se instaló en los techos de las cabañas. En parte porque se extendió de forma natural, en parte viajando en la zona de carga de los barcos, la rata casera colonizó, con el transcurrir de los años, el mundo entero; sobre todo en los países tropicales y subtropicales se la conoce como la rata por antonomasia. En Europa central habitaba generalmente en los desvanes. Las ratas caseras tienen el aspecto de ratones caseros pero de mayor tamaño, con grandes ojos y orejas, cuerpos esbeltos y una cola especialmente larga cuyo pelo suele ser de color negro, por lo que también se la conoce como rata negra.

La rata de alcantarilla (Rattus norvegicus) o rata noruega, es algo más grande y pesada que la rata casera, con ojos y orejas pequeñas y una cola proporcionalmente más corta. La rata de alcantarilla tiene por naturaleza un pelaje gris marrón. También procede de Asia; vivía libremente en los campos, de forma salvaje, en construcciones propias con sistemas de corredores. Las pendientes eran su hábitat predilecto, aunque se encontraban también en los ríos, ya que son buenas nadadoras. Según la leyenda, llegaron a Europa en la Edad Media en los arriesgados viajes migratorios. En realidad la manera de llegar fue la misma que la de las ratas caseras; es decir, por un proceso natural o con la ayuda del hombre. Con la deforestación de los bosques centroeuropeos se vieron obligadas a buscar nuevos espacios, y el incremento de la colonización y el tráfico comercial favoreció su propia propagación. Las ratas de alcantarilla se acercaron también al ser humano, ocuparon principalmente espacios como sótanos y buscaron pendientes en espacios abiertos, aparte de excavar sus propias construcciones debajo de establos y cobertizos.

Las ratas en la cultura popular

Ganesha, montado sobre una rata. Escultura del templo Vaidyeshwara, en Talakkadu, Karnataka, India.

Los romanos no diferenciaban entre ratas y ratones, por lo que se referían a ambos como el Mus maximus (ratón grande) y Mus minimus (ratón pequeño), respectivamente.

En el Imperio Chino, a veces se las confundía con los ratones. Son el primero de los 12 animales del zodiaco chino, correspondiente a los años 1996, 2008, 2020, etcétera (cada doce años). Según la tradición china, los nacidos en esos años poseerán habilidades o cualidades ratunas. Esto incluye la creatividad, la honestidad, la generosidad, la ambición, un temperamento reaccionario, el despilfarro y la fertilidad. Los nacidos rata, de acuerdo con este zodíaco, se complementan bien con los nacidos monos y los dragones, aunque no congenian con los caballos.

Oriente

En la ciudad de Deshnoke, al noroeste de la India, se mantienen unas 20.000 ratas con vida en el templo de Karni Mata, porque según la creencia popular son las reencarnaciones de Karni Mata y sus seguidores, los sadhus, hombres santos del hinduismo, muy parecidos a lo que llamamos gurú.

El sacerdote encargado del templo las alimenta con granos y leche, participando también los peregrinos en esta labor. El comer alimentos ofrecidos a estos santos y que hayan sido tocados por una de las ratas se considera una bendición de su dios entre sus feligreses. En la mitología hindú, una rata es el vehículo del dios Ganesha.

Occidente

Archivo:Rata supuestamente extinguida.jpg
Este roedor que se creía en extinción, fue redescubierto 112 años después de su último avistamiento.

En la cultura occidental, cualquier tipo de asociación con la palabra "rata", tiene un significado negativo. Por consiguiente, la palabra rata se usa como sinónimo de varias interjecciones vulgares o palabras malsonantes. La asociación a esta palabra no proviene, por sí misma, de algo biológico o de la conducta de las ratas; más bien es posible que se asocie a la suciedad y a las enfermedades que las ratas han traído históricamente consigo. Bien conocidas son las plagas que contribuyeron a propagar durante los siglos XIV y XV, con la denominada peste negra como máximo exponente.

Las ratas en la cultura occidental son percibidas como un animal peligroso, sucio, fuente de enfermedades, parasitario y ladrón de comida. Por eso el envenenamiento de ratas se acepta en el hemisferio occidental como algo normal (incluso lógico), mientras que hacer lo mismo con otros animales portadores potenciales de diversas plagas (como pueden ser los perros y gatos no domesticados) sería percibido como una solución muy injusta a los ojos de los defensores de los animales y del público en general.

Describir a una persona "como una rata" implica generalmente que está envuelto en algo sospechoso y deshonesto. En España el lenguaje popular también usa esta palabra para designar a alguien extremadamente avaro, tacaño o "roñoso". Por el contrario, a los ratones el estereotipo los presenta como algo "bonito" y burgués. En la Isla de Man (un protectorado británico) no se usa la palabra "rata" por considerarse tabú; según la superstición popular, pronunciarla trae muy mala suerte.

Rata también es un término (sustantivo y verbo) en el hampa o la criminalidad (casi siempre en la mafia); es un argot o jerga para referirse a un informante. En México y algunos países de habla castellana este término se utiliza para referirse a un ratero o ladrón, o un defraudador en términos económicos. En el folclore popular también se usa para referirse a algunos miembros corruptos de la policía o de la política.

En las ciencias biológicas, las ratas se utilizan en los experimentos como conejillo de indias. Los defensores de los derechos de los animales alegan que el trato a las ratas en este contexto es cruel. El término rata de laboratorio algunas veces es usado con el término conejillo de indias.

Ratas como animales de compañía

Una rata domesticada, entrenada para permanecer en la espalda.

Las ratas que han sido criadas se han tenido como animales domésticos por lo menos desde comienzos del siglo XIX. Las ratas son animales inteligentes y pueden entrenarse fácilmente, y pueden realizar una gran variedad de trucos. Las ratas empleadas como animales domésticos caben dentro de las especies denominadas rata marrón y rata negra. Las ratas domésticas presentan un comportamiento diferente al de sus parientes salvajes, y la fiabilidad y el nivel de peligro que representan para la salud depende también de cuántas generaciones existen entre la versión salvaje y la domesticada.

En gastronomía

Debido al pensamiento occidental, y a las plagas asociadas con las ratas y la falta de higiene en las culturas europeas y modernas en Occidente, las ratas y ratones generan, por asociación psicológica con estos males, principalmente repugnancia.[2][3]​ La rata sigue siendo un tabú alimentario en las poblaciones metropolitanas. Mientras que en algunas comunidades étnicas asiáticas así como las africanas y algunas americanas. Esta rata negra selvática se alimenta de frutas y vegetales de la selva y es más limpia, mientras que su contraparte urbana se alimenta de basura orgánica o de desechos de las ciudades.

En el desierto de Sonora, del estado de Sonora, en México, algunos grupos aborígenes de ese estado consumen una especie de rata blanca o rata de bosque, que se alimenta de cactus y pitayas. En China algunas comunidades autóctonas siguen consumiendo estos tipos de roedores.

En el laboratorio

Cepa de rata de laboratorio conocida con el nombre de rata Zucker. Estas ratas se crían con predisposición genética a la diabetes mellitus, el mismo trastorno metabólico que padecen los seres humanos.

En 1895, la Universidad de Clark (Worcester, Massachusetts, Estados Unidos) creó una población de ratas noruegas (Rattus norvegicus) blancas para estudiar los efectos de la dieta y para otros estudios fisiológicos. Debido a su velocidad de reproducción, a su facilidad de manejo y a muchas de sus similitudes fisiológicas con el ser humano, la rata ha venido utilizándose desde hace muchos años como sujeto de experimentos en los laboratorios de ciencias biológicas: con ellas suelen ponerse a prueba los medicamentos que luego se aplican como tratamiento de las enfermedades humanas, con ellas se llevan a cabo numerosos experimentos relacionados con la genética, con el sueño y con muchos otros temas de la salud. También han resultado muy útiles en los estudios psicológicos acerca del aprendizaje y otros procesos mentales.[4]​ Sin embargo, un gran número de agrupaciones y especialistas cuyo interés se centra en el buen trato y el maltrato de los animales por parte del ser humano se han quejado constantemente del abuso de que son objeto las ratas y los ratones, al igual que muchas otras especies, en los laboratorios de experimentación.

Un estudio del año 2007 encontró que las ratas poseen metacognición, habilidad mental que hasta entonces sólo se había documentado en seres humanos y en algunas especies de primates.[5][6]

Las ratas domésticas y las ratas silvestres presentan muchas diferencias. Las primeras son más tranquilas y es menos probable que muerdan; pueden tolerar grandes multitudes; se reproducen a edades más tempranas y tienen camadas más grandes. Su cerebro, su hígado, sus riñones, sus glándulas suprarrenales y su corazón son más pequeños.[7]

Las ratas noruegas se usan con más frecuencia como organismos modelo para la investigación científica. En las investigaciones genéticas se usan con mucho menos frecuencia que los ratones. En cuanto a la realización de estudios sobre la inteligencia, sobre el aprendizaje y sobre el abuso en el consumo de sustancias, las ratas son la opción más común debido a sus altos niveles de inteligencia, de inventiva, de agresividad y de adaptabilidad. Sus mecanismos psicológicos parecen ser, en muchos sentidos, similares a los de los seres humanos. Se han creado cepas o "líneas" totalmente nuevas de ratas noruegas, como por ejemplo la cepa Wistar, para su uso en los laboratorios. Ya ha sido posible secuenciar gran parte del genoma de esta especie.[8]

Referencias

  1. Avistamientos de ratas Gigantes
  2. Dramático testimonio de chileno secuestrado en Ecuador
  3. Esta asociación con la suciedad fue la razón principal por la que la película Ratatouille (película), acerca de una rata que, proveniente de las alcantarillas, termina por convertirse en un chef de alto nivel en la zona restaurantera de París, tuvo tanto éxito.
  4. Barnett, S. A. (2002). The story of rats: Their impact on us, and our impact on them. Allen & Unwin, Crows Nest, NSW, 202 pp. ISBN 1-86508-519-7.
  5. Foote, A. L. & Crystal, J. D. (2007). Metacognition in the rat. Current Biology, 17(6), 551–555, Mar 20, [1]
  6. [http://www.sciencedaily.com/releases/2007/03/070308121856.htm | Las ratas pueden reflexionar acerca de los procesos mentales.
  7. Barnett, S. A. (2002). The story of rats: Their impact on us, and our impact on them. Allen & Unwin, Crows Nest, NSW, 202 pp. ISBN 1-86508-519-7.
  8. Proyecto Genoma (fecha de acceso a la página = jueves 3 de julio del 2008

Véase también

Enlaces externos